Por Jeaneth D. Santana especial para El Planeta
Llegó a New York a los 40 años, con 4 hijos acuestas, 500 dólares en el bolsillo y con el profundo dolor de haber dejado en República Dominicana, por no cumplir con los requisitos migratorios, al amor de su vida y madre de sus hijos. Jorge Luis Inoa, es hoy un fructífero empresario, dueño de la compañía Los Memisos, que fabrica variedad de especies y condimentos. Es también, el jefe de Ingeniería del Hotel Marriott y el jefe de Distribución del Periódico El Planeta. Cuando llegó a Estados Unidos, su futuro era incierto. “Lo único que tenía era 4 hijos: de 4, 6, 8 y 10 años, para sacar adelante y las ganas de trabajar día y noche para lograr un futuro mejor para mi familia” comentó.
Pese a que tenía buenos empleos en República Dominicana y ser ingeniero en Sistemas, encargado del Departamento de Cómputo de Empresas Privadas y del Gobierno y tener un negocio propio de computadoras, su economía no rendía lo suficiente en comparación al esfuerzo diario realizado. Entonces, la decisión fue dura y determinante, emigrar a Los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades.
Recuerda que llegó a casa de su hermana y al ver la inmensidad de New York supo que no sería su hogar, 6 meses después conoció Boston. Ni siquiera el implacable frío invernal y las montañas de nieve, lo ahuyentaron, al contrario, lo sedujeron, y al visitar diferentes lugares y conocer personas, se dio cuenta que Boston era el lugar perfecto para darles a sus hijos una excelente educación, y la tranquilidad de un hogar. El empresario que lo trajo a Boston a trabajar en un evento, nunca le pagó, y no tenía dinero para ir en busca de sus hijos a New York y menos para alquilar un hotel, tuvo que dormir en el piso de una habitación vacía. “Ese día, hubo una gran nevada y yo fui de puerta en puerta, en el sector de Hyde Park, preguntándoles si necesitaban que les arreglara una computadora y así, algunas personas, me dieron su computadora para que se las arreglara y me pagaron de 20 a 30 dólares. Hacía tanto frío, yo iba caminado en plena nevada y encontré a don Luis Rijo, una persona que conocí el día del evento, quien vio la desgracia en mi cara, sin decirle nada, me invitó a subir a su carro, me dio de comer y una semana después me llevó a su casa por un mes. A don Rijo le guardo un profundo agradecimiento por todos sus consejos y ayuda que me dio”. Así pudo juntar 500 dólares, monto que le permitió ir por sus hijos a Nueva York, pagar parte de una deuda y traerlos a Boston. Comenzó a trabajar en una empresa de retiro de dinero, que por cada arreglo de computadoras le pagaban 35 dólares.

“En el primer cuarto que alquilé, el varón y yo dormíamos en el piso y mis tres muchachitas dormían en una camita pequeña, allí duramos un año, así comenzamos a desarrollarnos, ellos estudiaban y yo trabajaba, pero fue muy difícil porque no había trabajo que me permitiera salir de vez en cuando a las reuniones de padres de familia, recogerlos, tenía que cumplir con la escuela y con el trabajo, fue muy difícil”, recordó. Por ello, la necesidad de tener tiempo para sus hijos, lo llevó a crear su propia empresa, Comunicaciones Latinas, que aún existe e instala cámaras de seguridad, hoy la maneja su esposa. “Aquí la historia comenzó a cambiar, le agradezco a este país por abrirme sus puertas y haberme permitido cumplir mis sueños junto a mi familia, en base a sacrificios y mucho trabajo”, manifestó.
La empresa Los Memisos, fundada en el 2018, a más de ser un negocio familiar, es un plan social, que beneficia con el 30% directamente a los productores agrícolas de Los Memisos de Nagua, a través de 4 proyectos: “Pies descalzos”, entrega zapatos a los niños del pueblo, quienes en su mayoría andan sin o con zapatos rotos; “Duerme bien”, da colchones a los campesinos que duermen en el piso sobre cartones; “Edúcate”, ha entregado durante 4 años consecutivos todos los útiles escolares a los niños de la escuela de la comunidad; y “Sembremos”, capacita y entrega semillas de productos de ciclo corto. “Si a Los Memisos le quitamos la parte social, no tendría sentido. Capacitamos a nuestros campesinos, a las amas de casa y a los jóvenes para que vuelvan a sembrar, por ejemplo, en una latita se pone una semilla de tomate y en 35 días la familia tiene tomates, les enseñamos a cultivar productos de ciclo corto y así en menos de 3 meses tienen en su casa todo lo que antes compraban en la tienda”, manifestó Jorge Luis. Hace un año todos los productos Los Memisos, de origen dominicano, se venden en Boston, en los supermercados latinos.

Recientemente ganó en República Dominicana, el premio “Crecer 2021”, que reconoce el esfuerzo de los emprendedores del país. “Este año la premiación estuvo dedicada al exitoso emprendedor, el señor Jorge Luis Inoa, por su contribución para la comunidad” manifestó Ezequiel Batista, presidente del Círculo de Emprendedores Crecer, el día de la premiación en Santo Domingo, el pasado 20 de noviembre. “El emprendimiento tiene muchos significados, nosotros para lograrlo le pusimos corazón y vida, conocimos una comunidad, vimos su potencial y creamos los mecanismos para comercializar sus productos, hoy trabajamos con varias comunidades, los Memisos Comercial es el resultado positivo de que sí se puede, consúmelos”, manifestó Jorge Luis Inoa en su cuenta de Instagram.
Según la descripción de los productos, son 100% naturales, sin ningún tipo de ligaduras u otros ingredientes. Compran la materia prima directamente al campesino. Al momento, producen 32 especies como canela molida, clavo dulce, pimienta, cúrcuma, ajo, orégano, etc.; varios tipos de aceites, como el de oliva y coco; té, entre otros. “Tenemos una máquina deshidratadora que desintegra el producto en sí mismo, es decir, sin perder ninguna de sus propiedades nutritivas, luego de ello lo pulverizamos y está listo para envasar”, sostuvo Jorge Luis Inoa.

Jorge Luis, pronto cumplirá 7 años de trabajo en El Planeta y es la persona clave en la distribución de la edición impresa del periódico, quien no vacila en decir que El Planeta es una de las mejores cosas que le ha pasado en su vida “es uno de mis orgullos”.
Este multifacético empresario dominicano, tiene que compartir su tiempo entre su empresa Los Memisos, El Planeta y la gerencia del departamento de computación del Hotel Marriott, donde desde hace 4 años comanda el área de Ingeniería. Recuerda que comenzó como “parqueador de carros” y “housekeeping” en el Bostonian Hotel; allí, mientras limpiaba, el jefe de Ingeniería del hotel al darse cuenta de sus conocimientos, le dio una oportunidad para ser parte del Departamento de Ingeniería, “en tres meses ya era un full time en Ingeniería”, aseguró con orgullo, al recordar sus inicios laborales en Estados Unidos, de allí pasó al Boston Hotel Buckminster como ingeniero y en el 2017, entró a trabajar al Residence INN del Marriott, en Boston Downtown South End. “Nunca tuve temor de enfrentar la complejidad de los trabajos, siempre digo yo puedo, hay que ponerle amor a todo lo que uno hace, ser honesto, respetuoso y humilde para triunfar en la vida”.

Tras 15 años de vivir en Boston, tener cuatro hijos profesionales, 7 biznietos y 32 años de matrimonio, Jorge Luis Inoa, se siente realizado como padre, esposo e hijo. “Estamos felices como familia de lo que hemos logrado aquí en Boston”; pues su esposa Arquidamia, aseguró, seguirá siendo el tronco de la familia; sus hijos, serán siempre su mayor inspiración; sus nietos, la alegría del hogar; y tener viva a su madre, doña Fifira de 98 años, es su mayor bendición. “Nunca dejen de soñar, con trabajo todo se logra, se puede, siempre y cuando estemos focalizados y caminemos por el buen camino, cada día es una oportunidad para lograr tu sueño”, concluyó.