Para combatir la artritis, el colesterol alto, la disfunción eréctil o mejorar el aspecto de la piel, perder peso o mejorar la salud. Los posibles beneficios de la planta de acaí, un superalimento de origen brasileño, son innumerables, según sus promotores. Pero la forma en la que el acaí llega a la mesa de los hogares de Estados Unidos podría no ser la más justa.
El contexto: El acaí es uno de los alimentos más populares del mundo, gracias a sus «extraordinarios «beneficios para la salud. Deshuesada y triturada, la fruta es la protagonista de los batidos de color púrpura en casi todo el planeta.
Se ha hecho especialmente popular en Estados Unidos, el mayor consumidor de acaí fuera de Brasil, donde es una estrella viral en Instagram y celebrada por los entusiastas de la salud y el bienestar.
- Incluso la biología de la fruta conspira contra quienes la recogen. El acaí se estropea casi inmediatamente. Lo ideal es transportarlo, procesarlo y congelarlo en los dos días siguientes a su recolección.
- Los agricultores tienen poco poder de negociación. A menudo debeb que vender al primer intermediario y eso hace que su precio se reduzca a unos pocos céntimos por kilo. Y aunque trabajen duro no logran salir nunca de la pobreza.
- Las lesiones que sufren los recolectores de acaí —conocidos como «peconheiros»— son rutinarias y graves: fracturas de huesos, heridas accidentales de cuchillo, mordeduras de serpientes y arañas venenosas. Algunos acaban parapléjicos o muertos.
- En la época de la cosecha, decenas de miles de brasileños, equipados con nada más que cuchillos y trozos de arpillera para proteger sus pies desnudos, trepan sin arneses a alturas que pueden superar los 65 pies (20 metros).
¿Qué dicen? «Diría que hay un 90% de posibilidades de que el acaí que come alguien en Estados Unidos haya sido producido de forma injusta», afirmó Manoel Potiguar, autor de un estudio hecho por un tribunal laboral de Brasil. «Es muy poco lo que se cultiva de forma justa».
- «No podemos esperar más», dijo Rejane Alves, que dirige la división de trabajo infantil en los estados brasileños de Pará y Amapá.
- «Tenemos que rastrear la cadena de suministro, identificar a las personas, hacerlas responsables y proteger a los niños», añadió Alves.
- Un proceso de certificación de comercio justo, dicen los críticos de la industria, no ha cumplido su promesa de erradicar el trabajo infantil del negocio.
- Las autoridades brasileñas y estadounidenses dicen tener una investigación sobre el trabajo infantil en la industria del acaí.
Los datos. Nueve de cada 10 agricultores dicen que alguien de su familia ha sufrido un accidente, más de la mitad de los cuales requirieron hospitalización, según un estudio de 2016 del tribunal laboral del estado de Pará y Amapá.
- Los beneficios que se atribuyen a esta fruta siguen sin estar probados y los estudios son limitados. Más empresas han acudido al bosque para satisfacer la alta demanda por la fruta. Ahora se exporta entre el 5% y el 10% de la cosecha.
- Los analistas prevén que el mercado mundial, valorado en $720 millones en 2019, podría superar los $2 mil millones en 2026. Un cuenco de acaí puede costar $15 en Washington.
- Dos tercios de las lesiones provocaron largas ausencias laborales. Los funcionarios del trabajo han encontrado niños cuyo crecimiento se había atrofiado por el trabajo.
- Se desconoce cuántos asumen el riesgo mortal; el gobierno nunca lo ha contado. Los investigadores coinciden en que la práctica está muy extendida entre las 120 mil familias que se calcula que trabajan en la cosecha.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post