El gobernador Charlie Baker, indicó que los hospitales de Massachusetts que se encuentren al límite de su capacidad, deberán suspender los “procedimientos no urgentes” a partir del lunes 29 de noviembre.
Una medida de emergencia ante la crisis hospitalaria debido a la falta de personal, atención de consultas médicas y cuidados intensivos en pacientes que postergaron sus tratamientos durante la pandemia.
Con esto, la Administración Baker y la Asociación de Salud y Hospitales de Massachusetts, esperan que las instituciones cuenten con las camas suficientes para atender los casos que necesiten tratamiento inmediato. Según un comunicado, la escasez de profesionales médicos en servicio ha llevado a que unas «500 camas de hospital médico-quirúrgico y de UCI en todo el estado» se encuentren vacías.
Otro factor que afecta a los sistemas hospitalarios, es el tiempo de espera en urgencias, que ha aumentado notablemente, debido a que muchos pacientes pasan más tiempo internados, ocupando camas por periodos más prolongados de lo normal porque pospusieron tratamientos durante la pandemia.
La Administración Baker explicó que las hospitalizaciones por COVID-19 en Massachusetts «siguen siendo más bajas que en casi todos los demás estados de la nación, pero los desafíos del sistema de salud permanecen».
Actualmente, el estado enfrenta un repunte de casos, en parte, debido al clima frío que incentiva a las personas a pasar tiempo en espacios cerrados. El más reciente reporte del Departamento de Salud, mostró más de 15,000 nuevos casos semanales de COVID-19. Hasta el lunes 22 de noviembre, 708 residentes se encontraban hospitalizados por contagios.