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Usemos lo que funcionó durante el COVID-19 para enfrentar la adicción, la crisis de vivienda y otros retos

Por Josiane MartinezPublicado originalmente en WBUR

Gracias a diferentes iniciativas, Massachusetts ha superado la crisis del COVID-19 de forma más efectiva que toda la nación, esto, a pesar de los retos iniciales en obtener la vacuna para las comunidades de color de bajos ingresos.

Hemos cambiado el paradigma de cómo abordar la crisis de salud pública con un histórico compromiso entre los miembros de la comunidad y estrategias comunitarias (grassroots outreach) que han ayudado a las poblaciones más vulnerables a obtener las vacunas.

Ahora, con la atención enfocada hacia los retos del desempleo, adicciones, crisis de vivienda y personas sin hogar, Massachusetts debe renovar su enfoque comunitario para apoyar a las personas más frágiles.

Entonces, vamos a repasar como nuestro commonwealth cambió su estrategia para enfrentar el COVID-19.

La administración Baker invirtió más de $37 millones en la Iniciativa de Equidad para la Vacuna del COVID-19, la cual proporcionó recursos críticos en todo el estado frente a la movilización de la comunidad. Dicha iniciativa ayudó a 152 organizaciones de comunidades multiculturales y medios étnicos de comunicación, empoderando a aquellos que vivían de cerca el dolor de sus comunidades.

Massachusetts debe renovar el acercamiento a sus comunidades para apoyar a las personas más vulnerables.

Organizadores que trabajaron en 20 “Equity Communities” (comunidades de equidad), tocaron más de 865,000 puertas, tuvieron 250,000 conversaciones y organizaron alrededor de 4,000 eventos de promoción para distribuir las vacunas y equipo de protección para el personal. (Aclaratoria: la compañía de mercadeo que fundé, ayudó a diseñar y desplegar esta estrategia).

A pesar de lo que algunos activistas han argumentado, la Iniciativa de Equidad (Equity Initiative) también incluyó mayores inversiones en centros de salud comunitarios y las juntas de salud locales – más de un tercio del total del presupuesto.

El método que Massachusetts utilizó, permitió lograr que el 69% de la población afroamericana y el 63% de los latinos, recibieran al menos una dosis de la vacuna, en comparación con el 48% de los residentes afroamericanos y el 53% de la población latina a nivel nacional. La tasa de vacunación de la población asiática de Massachusetts es del 81%, que también supera al 71% a nivel nacional, todo esto según la los últimos datos publicados por el CDC.

¿Cómo estas estrategias comunitarias llevaron a estos resultados?

En Brockton los embajadores de “Equity Initiative”, tocaron la puerta de una mujer haitiana quien pensaba que solo Dios la protegería del COVID-19. Para respetar sus creencias, la pusieron en contacto con un ministro haitiano local, quien la convenció de asistir a “Brockton Church of God” para ser vacunada.

Un hombre joven afroamericano fue al Centro Comunitario de Everett (beneficiario de “Equity Initiative”) y le dijo a su personal que tenía miedo de vacunarse por rumores de conspiración que había escuchado. El centro le explicó hechos para calmar sus miedos, tanto así, que más tarde, se registró como representante para la campaña.

Miembros de la comunidad y estrategias integradas de mercadeo pueden y deben ser usados para hacer frente a otros desafíos sanitarios y económicos que se aproximan.

En Revere, los embajadores de la campaña tocaron la puerta de una mujer que estaba confinada por padecer de agorafobia (fobia a los espacios abiertos) y solo hablaba a través de su ventana. El embajador fue capaz de convencerla de salir de su casa por primera vez en semanas y la ayudó a llegar a una clínica local para obtener su vacuna.

El Dr. Joseph Betancourt, vicepresidente senior de Equidad en la Salud de la Comunidad en el Massachusetts General Hospital, que opera un centro de salud en Chelsea, ha elogiado estas estrategias para abordar la resistencia por parte de las comunidades de color.

“Nosotros estamos allí con curiosidad, sentimos empatía y respeto, damos a las personas la información que necesitan”, dijo Betancourt en una conversación reciente con la comunidad.

Miembros de la comunidad y estrategias integradas de mercadeo pueden y deben ser usados para hacer frente a otros desafíos sanitarios y económicos que se aproximan.

Recientemente, la ciudad de Boston declaró una emergencia de salud pública en relación a las adicciones y a las personas sin hogar por establecer más de 150 tiendas de campaña en la Massachusetts Avenue y Melnea Cass Boulevard.

La alcaldesa electa, Michelle Wu ya ha nombrado a los oficiales senior de su gabinete para liderar esta acción.

A nivel estatal, el fin de las prohibiciones federales de desalojo, implementadas durante el COVID-19, aumentaron el riesgo de incrementar la cantidad de personas sin hogar.

Se acerca un mayor reto económico que es traer de vuelta a los trabajadores despedidos a la fuerza laboral. 300 mil personas en Massachusetts perdieron recientemente los beneficios de desempleo federales, muchos fueron despedidos durante la pandemia. Mientras tanto, existen 250,000 puestos de trabajo disponibles en Massachusetts y muchos negocios desesperados por mano de obra calificada, según el Boston Business Journal.

El commonwealth nuevamente debe desplegar a los miembros de la comunidad para acercarse a aquellos que están desempleados, son personas sin hogar, adictos a las drogas o están luchando con problemas relacionados con la salud mental, inseguridades de alimentación, vivienda o tan sólo poder calentar sus casas durante el invierno. Es necesario finalizar el trabajo que se inició para que adultos y niños fueran vacunados.

Miembros de las comunidad y medios étnicos de comunicación pueden ayudar a mantener conversaciones compasivas con sus vecinos y conectarlos con los recursos que necesitan. Estas estrategias integradas ofrecen movilidad económica al contratar personas dentro de las comunidades para que estén y trabajen a favor del cambio.

El gobernador Charlie Baker y su administración merecen el crédito por apoyar las estrategias de la comunidad organizadas durante la crisis del COVID-19. Ahora, el gobernador, la alcaldesa electa, Wu, y otros líderes locales deben continuar con el apoyo a este acercamiento para abordar los desafíos que se avecinan a raíz del COVID-19.

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