—“Hay mucha ciencia pero en cada hospital hay también una historia del fantasma que ahí medra:
— Una enfermera (como “la Planchada”) que prende luces, hace curaciones o aplica medicamentos
— Un paciente especial, generalmente un niño, Etc…”.
Esto lo escribió el doctor Alejandro Macías, profesor investigador en la Universidad de Guanajuato (UG) adscrito a la División de Ciencias de la Salud, en un tuit del 28 de abril de 2019.
México es un país con una basta cultura espiritual que se expresa no solo en el Día de Muertos, sino también en leyendas como La Llorona, El Chupacabras y Nachito.
Una de estas historias de terror es la de La Planchada. Una enfermera fantasmal del Hospital de Juárez. Sin embargo, la figura de La Planchada es ambigua: algunos la describen como una gentil mujer que ayuda a los enfermos; mientras que otros afirman que se trata de un ser «demoníaco» que asesina a los internos mediante la asfixia.
El punto común es que la misteriosa enfermera aparece en el hospital y varios testimonios han dado cuenta de su actuación.
Algunas personas afirman que es la culpa lo que mantiene el alma de Eulalia vagando en el Hospital Juárez. Pues creen que en el fantasma se siente responsable de la suerte de los enfermos que dejó morir cuando sufría de mal de amor, y por eso ahora los cuida cada noche.
Un número indeterminado de pacientes aseguran haber visto a Eulalia, con su atuendo blanco y perfectamente almidonado, acercarse a su cama y atenderlos. Según la creencia popular, esta enfermera misteriosa suele contar la historia de su desamor a los enfermos y a sus familiares.
El inicio de la leyenda de La Planchada
La historia más extendida de Eulalia (el nombre de pila de La Planchada) inicia a principios del siglo XX, se dice que vivió en la Ciudad de México y trabajaba como enfermera en el Hospital Juárez, que en ese entonces se llamaba Hospital de San Pablo.
La mujer era una enfermera entregada a su profesión hasta que se enamoró de Joaquín, un joven doctor, que también trabajaba en el San Pablo. Eulalia y Joaquín comenzaron una relación y al poco tiempo él le pidió matrimonio. Sin embargo, poco después el médico abandonó el centro de salud para casarse con otra mujer.
Tras la noticia del matrimonio de su enamorado, Eulalia entró en depresión, dejó de atender a los pacientes y cayó enferma en el mismo hospital en el que antes trabajó. Donde finalmente murió.
Hay otras versiones que afirman que Eulalia fue una devota y pulcra enfermera que murió sepultada en el temblor de 1985 en Ciudad de México; otra historia habla de su existencia desde la Invasión Norteamericana cuando misteriosamente miles enfermos amanecían ya atendidos.
La historia de la enfermera fantasma se cuenta en varios hospitales del mundo. Así que la próxima vez que veas a una enfermera mexicana pídele que te cuente si ha visto o no a una colega fantasmagórica.