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Chupacabras, ¿mito o realidad? Esto es lo que dice la leyenda y la ciencia

En nuestro ciclo Historias Latinas de Terror, presentamos al Chupacabras, una de las leyendas con más recorrido en Latinoamérica

TERROR. La leyenda del Chupacabras nació en Puerto Rico. | Arte de la imagen: Pixabay / El Tiempo Latino.

Una bestia conocida como Chupacabras ataca en sectores rurales de Latinoamérica al ganado: les hace una perforación en el cuello a los animales para succionar toda la sangre, según cuenta la leyenda en países como Puerto Rico y México, desde donde se extendió el mito a todo el mundo.

El Chupacabras, una criatura aparentemente bípeda, con una altura de entre 1,20 y 1,50 metros, grandes ojos, púas a lo largo de su espalda y largas garras, según la descripción de los pobladores, despierta interés sobre una cuestión central, ¿es un mito o un monstruo real?

La leyenda se volvió popular después de las primeras denuncias de ataques al ganado, realizadas en la década de los 90. Los cuerpos de los animales aparecían sin sangre y el Chupacabras se volvió viral, con frecuentes reseñas en las noticias cada año.

El origen del chupacabras

A mediados de los años 90 comenzó la leyenda del Chupacabras, en Puerto Rico y México principalmente, pero después se extendió al sudoeste de Estados Unidos, el resto de latinoamérica y hasta China.

Solo en Puerto Rico hubo más de 200 reportes de avistamientos declarados en 1995.

Según registros, el primer avistamiento del Chupacabras ocurrió en Canóvanas, al este de Puerto Rico, en 1995, cuando Madeylen Tolentino se encontró con la criatura. Así lo reseñó BBC Mundo con información de Benjamin Radford, del Comité para la Investigación Escéptica de Estados Unidos.

Tolentino narró que el Chupacabras pasó frente a la ventana de su casa. Según la testigo, el monstruo era parecido a un extraterrestre.

Pero el aspecto físico del Chupacabras cambió al comienzo de la década del 2000, cuando los reportes reseñaban a un animal sin pelos, poco parecido a un extraterrestre y con un desplazamiento de cuatro patas.

Chupacabras: mito extendido

Los avistamientos o reportes no han sido exclusivos de estos países, incluso llegaron al sur del continente. Al norte de Chile, por ejemplo, los ganaderos de la comuna de Colchane denunciaron en enero de este año la muerte de 50 crías de llamas y alpacas, atacadas por el Chupacabras, según describieron.

“Les hace un hoyito al costado del cuello. No se come la carne ni las entrañas. Nunca había visto algo así. Ataca de noche y los animales parecen no defender a la cría”, narró a los medios locales Luis Choque, uno de los ganaderos de Colchane, según reseñó el periódico Clarín en enero de este año.

Andrea Nieto, veterinaria de Colchane, quien investiga las muertes, explicó: “Se ven solo dos perforaciones a la altura de tórax y nada más, al parecer de ahí succionó el animal”. En el suceso destacó que no se hallaron huellas para determinar las características del atacante.

En Argentina, en septiembre de 2013 una familia de la ciudad de Rosario exhibió en su casa el esqueleto de un animal identificado como el Chupacabras. Según reseñó la agencia oficial Télam, el cuerpo tenía colmillos y garras.

En Rosario, los vecinos se acercaron a ver al animal con asombro y cierto terror, de acuerdo con la agencia. Trascendió que el esqueleto se halló dos años antes en un campo al norte de la provincia de Santa Fe. Los residentes afirmaron que el esqueleto es similar al Chupacabras de Puerto Rico.

Explicación científica

La leyenda tiene una explicación científica. Los expertos creen que en la mayoría de los casos los Chupacabras no son más que coyotes con escabiosis, conocida como sarna.

La sarna es una enfermedad que provoca la caída del pelo y se formen costras en la piel, entre otros síntomas. Es una afección dolorosa y en ocasiones mortal, reseñó la revista National Geographic en una publicación referente al Chupacabras.

“No creo que haya que buscar más teorías”, dijo Barry OConnor, entomólogo de la Universidad de Michigan, quien ha estudiado el parásito que causa la escabiosis.

Kevin Keel, experto en enfermedades del Southeastern Cooperative Wildlife Disease Study de la Universidad de Georgia, coincide en que se trata de coyotes.

“Sigue pareciendo un coyote, pero en una versión bastante distinta (…) Si lo viera en el bosque no habría pensado que se trata de un Chupacabras, pero yo he estudiado coyotes y zorros con sarna durante mucho tiempo. Una persona no profesional, en cambio, podría confundirlos”, argumentó Keel a National Geographic.

OConnor añadió que los animales con sarna suelen estar débiles, por lo que “si no consiguen sus presas habituales, se acercan al ganado, que es más fácil de cazar”.

El director del Museo Internacional de Criptozoología de Portland, en Maine, también piensa que el Chupacabras es un animal con escabiosis y pueden ser tanto perros como coyotes.

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