El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, activó a más de 400 miembros de la Guardia Nacional para ayudar con las pruebas de COVID-19 en las escuelas del estado y servir de apoyo en el sistema penitenciario ante la posible escasez de personal.
Baker dio las órdenes el martes 12 de octubre por la tarde. Una de ellas activará a 250 miembros de la Guardia para ayudar al Departamento de Correccionales, que podría perder algunos trabajadores antes del 17 de octubre, cuando todos los empleados estatales deberán demostrar que han sido vacunados contra COVID-19.
La capacitación laboral comenzará de inmediato, informó el gobernador. “Bajo este plan de contingencia, el personal de la Guardia asumirá funciones externas que no involucren contacto directo con los internos”, explicó en un comunicado.
La otra orden exige que 200 miembros de la Guardia ayuden a las escuelas de todo el estado con las pruebas COVID-19. Comenzarán a capacitarse esta semana y trabajarán en escuelas seleccionadas a partir del lunes 18 de octubre.
El mes pasado, Baker activó la Guardia Nacional de Massachusetts para ayudar con la escasez de conductores de bus en el estado.