Caleb Wallace, de 30 años, fundador de los Defensores de la Libertad de San Angelo, un grupo que buscaba combatir la «tiranía del COVID-19», murió tras pasar más de un mes en el hospital, según un mensaje publicado por su esposa, Jessica Wallace.
El contexto: Wallace, en principio, se negó a ir al hospital y a hacerse las pruebas del virus, y en su lugar optó por ingerir ivermectina —que la FDA instó recientemente a no usar para tratar el COVID-19— junto con altas dosis de vitamina C, aspirina de zinc y un inhalador.
- El hombre ingresó en el Centro Médico Shannon el 30 de julio tras contraer COVID-19, según The New York Times.
- Wallace empezó a sentirse con dificultad para respirar, fiebre alta y tos seca el 26 de julio; y un familiar lo llevó al hospital, donde permaneció hasta su muerte.
¿Qué dicen? «Caleb ha fallecido en paz. Vivirá para siempre en nuestros corazones y mentes», escribió Jessica Wallace en un post el sábado.
- El 27 de agosto, Jessica Wallace escribió en un post de GoFundMe que su marido «no aguantaría mucho más» y afirmó que sería trasladado a cuidados intensivos al día siguiente.
- «Muestren la evidencia de que los tapabocas o que los cierres funcionan», escribió Caleb Wallace en Facebook en diciembre de 2020, según el San Angelo Standard-Times.
Fuente principal de la noticia: The Hill