Las iglesias y otros lugares de culto son los únicos espacios cerrados que están exentos del uso obligatorio de mascarillas en la ciudad de Boston, de acuerdo con la nueva orden emitida por la alcaldesa Kim Janey ,que entrará en vigencia el viernes 27 de agosto.
¿Esta medida a qué se debe? A continuación, compartimos un resumen del trabajo publicado por Nick DeCosta-Lipa, de Boston.com, explicando las razones por las cuáles la ciudad tomó está decisión, a pesar de que los lugares de culto han sido señalados repetidamente de causar superpropagaciones en Massachusetts y en todo Estados Unidos.
«No hay ninguna razón, si nos basamos en la ciencia, para que haya una exención», dijo en una entrevista la Dra. Cassandra Pierre, epidemióloga asociada al Boston Medical Center.
Massachusetts tiene una de las tasas de vacunación más altas del país, lo que ha mantenido las cifras de hospitalización y muerte por COVID-19 muy por debajo de sus picos anteriores, incluso en medio del aumento de infecciones provocadas por la variante Delta. Hasta la semana pasada, el 61 por ciento de todos los residentes de Boston estaban completamente vacunados.
Aún así, las preocupaciones sobre la variante delta y la disminución de la protección de las vacunas han llevado a las autoridades de Boston restablecer el uso de mascarillas en espacios cerrados. En ese contexto, una exención para los lugares de culto no tiene sentido, según Pierre, quien señaló que un servicio religioso de una hora de duración sería más riesgoso que ir 20 minutos a la tienda de comestibles.
«Hay personas hablando, abrazándose, cantando, riendo, gritando», dijo Pierre.
La administración de Janey argumenta que existen razones legales, y de salud pública, que llevaron a tomar esta decisión.
La oficina de la alcaldesa señaló el fallo de un juez federal que el otoño pasado impidió que Colorado hiciera cumplir los límites de capacidad en iglesias y el usos obligatorio de mascarillas por motivos de la Primera Enmienda.
El fallo en Colorado llevó al estado a crear una exención que permite a las personas que participan en servicios religiosos quitarse temporalmente las mascarillas.
Cabe acotar que la Corte Suprema no ha anulado ningún mandato de mascarilla a nivel estatal o municipal en los lugares de culto.
La medida de Janey también se produce en medio de la contienda electoral por la Alcaldía de Boston, tomando en cuenta que la obligatoriedad de mascarillas ha demostrado ser impopular entre algunos grupos religiosos.
Expertos consideran que, en general, el mandato de mascarillas impuesto por Janey ayudará a reducir la transmisión pero enfatizan que los lugares de culto ha demostrados ser riesgosos por lo que deben tratarse de manera similar a otros espacios cerrados.
«Creo que es importante que el público comprenda los riesgos que podrían estar tomando», indicó la Dra. Louise Ivers, directora ejecutiva del Massachusetts General Hospital’s Center for Global Health. «No hay razón para pensar que el riesgo sea menor en un lugar de culto».