Expertos en salud pública insisten a la Casa Blanca que se imponga el uso de los pasaportes de vacunas; sin embargo, el gobierno se ha mantenido al margen de la situación y ha manifestado que la iniciativa no será implementada como una medida federal en la lucha contra el COVID-19.
El presidente Joe Biden ha dicho desde el inicio de la vacunación que las empresas pueden tomar la decisión de implementar el uso de los pasaportes de vacunas. De igual forma, algunos funcionarios de la administración han manifestado su apoyo a la iniciativa de manera individual.
«Si una empresa, una empresa quiere tomar medidas para mantener seguros a sus trabajadores y a sus pasajeros, yo pensaría que, desde una perspectiva gubernamental, queremos hacer todo lo posible para fomentar eso», explicó el Secretario de Transporte, Pete Buttigieg.
Sin la implementación de los pasaportes de vacunas como una medida federal, para muchos empleadores es imposible saber quién en sus filas se encuentra o no vacunado. The Hill informó que hasta ahora la Casa Blanca tampoco ha «dado ningún tipo de orientación o apoyo a las empresas que quieren exigir pruebas de vacunación para clientes y empleados».
Por ello, los expertos aseguran que con un mejor apoyo a los mandatos de salud publicados por los CDC y la implementación de los pasaportes de vacunas de manera federal, las tasas de vacunación podrían nuevamente aumentar.
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Leana Wen, profesora de salud pública en la Universidad George Washington y excomisionada de salud de Baltimore, considera que el gobierno del presidente Biden “no debería ser tan escrupuloso con la verificación de vacunas”, pues no apoyar la verificación de la vacunación es para ella una «oportunidad perdida para aumentar la aceptación de la vacuna».
“Hay mucha gente en el medio. No están ansiosos por recibir la vacuna, pero tampoco son anti-vacunas. Necesitan un empujón adicional. Y ese impulso aún no está ahí, porque no hemos estado exigiendo prueba de vacunación para volver a la normalidad”, dijo Wen.
Encuestas han reflejado que muchos adultos jóvenes se verían más motivados a recibir una dosis contra el COVID-19 de ser necesario y obligatorio. Kaiser Family Foundation reflejó que 40% de los adultos entre los 18 a 29 años han dicho que recibirían la vacuna si esto fuese un requisito indispensable para la realización de grandes reuniones, eventos deportivos, conciertos o viajar.
«La idea de tratar de tener una especie de certificado de vacuna o alguna forma de probar su estado de vacunación, creo que esto es algo que el gobierno debería haber anticipado y pensado desde el principio (…) e hizo alguna manera de hacer que esto sea fácil de verificar, en lugar de esas tarjetas endebles que te dan», dijo Amesh Adalja, académico principal del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud.
