Este martes, un residente de Maryland se declaró culpable de amenazar poco antes de las elecciones presidenciales de 2020 a simpatizantes de Joe Biden y Kamala Harris, informó el portal POLITICO.
La fuente detalló que el hombre es James Dale Reed, de 42 años de edad, quien dijo que en octubre del año pasado, a solo semanas de los comicios que vio ganar a la fórmula demócrata, colocó en el patio de su vecino una carta con amenazas gráficas contra Biden y Harris.
El hecho ocurrió en Frederick.
«Si usted es partidario de Biden y Harris, será un objetivo», señalaba la misiva. “Tenemos una lista de hogares y direcciones junto a sus carteles de elección. Nosotros somos los que tenemos esas armas aterradoras. Somos nosotros con los que sus hijos tienen pesadillas”.
Se estima que el próximo 27 de julio se dictará sentencia contra Reed en el Tribunal de Distrito de Baltimore. El hombre enfrenta una pena máxima de cinco años en una prisión federal.
«Hacer amenazas contra candidatos y conciudadanos por sus creencias políticas socava nuestra democracia y no será tolerado», indicó Jonathan Lenzner, fiscal interino de Maryland, en un comunicado. «Este caso refleja nuestro compromiso de responsabilizar a cualquiera que busque intimidar, acosar o disuadir a los estadounidenses de ejercer su derecho al voto y de apoyar pacíficamente al candidato de su elección».
Misuri
Una pareja de San Luis, en Misuri, que se hizo viral en redes por blandir armas contra manifestantes el verano pasado, se declaró culpable el jueves 17 de junio de cargos de delitos menores. Ambos acordaron entregar las armas de fuego que portaban.
El video y las fotografías de Mark McCloskey con un rifle y Patricia McCloskey con una pistola frente a su mansión, el 28 de junio de 2020, captaron la atención del país, incluso del entonces presidente Donald Trump, quien habló en defensa de la pareja.
Trump y otros republicanos consideraban que los McCloskey defendían su propiedad y respetaban la ley. Pero otras personas vieron a la pareja demasiado agresiva con los manifestantes, que marchaban hacia la casa de la entonces alcaldesa Lyda Krewson, en medio de protestas en todo el país después de que un oficial de policía mató a George Floyd en Minneapolis.