Los investigadores han encontrado que los pacientes afroamericanos con COVID-19 tenían más probabilidades de morir en el hospital que los pacientes blancos, y que la diferencia puede explicarse por los hospitales en los que los pacientes blancos y afroamericanos fueron admitidos, según un estudio publicado el jueves en JAMA Network Open.
El estudio, uno de los más grandes de su tipo, arroja luz sobre cómo la calidad del hospital puede desempeñar un papel importante en la determinación de las tasas de supervivencia entre los pacientes afroamericanos. Los datos mostraron que los hospitales pesaron más como factor que cualquier otro rasgo individual como la edad, los ingresos o las condiciones médicas.
El estudio analizó los datos de Medicare Advantage para 44 mil 217 pacientes ingresados en 1 mil 188 hospitales en 41 estados y el Distrito de Columbia, de enero a septiembre del año pasado y encontró que en general, los pacientes afroamericanos hospitalizados con COVID-19 tenían un 11% más de probabilidades de morir que los pacientes blancos.
Los investigadores concluyeron que la razón por la que los pacientes afroamericanos son admitidos en diferentes hospitales podría estar relacionada con la segregación residencial, ya que las personas a menudo tienden a ir a hospitales cercanos.
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«Los hospitales ubicados en vecindarios desfavorecidos pueden tener peores finanzas y brindar atención de menor calidad como resultado de las diferencias en la combinación de pagadores o los recursos de la comunidad. Los pacientes blancos y afroamericanos también pueden diferir en la forma en que están expuestos o responden a los patrones de derivación que en última instancia pueden dirigirlos a un hospital u otro», dijo el estudio, que fue dirigido por David Asch, profesor de medicina en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania.
El análisis se produce después de un año brutal en el que la pandemia de coronavirus afectó a las minorías de una manera desproporcionada, matando a más personas en comunidades afroamericanas con bajos ingresos que en comunidades ricas blancas, destacando las disparidades raciales y económicas en el sistema de salud de Estados Unidos.
El estudio también sugiere que la mortalidad adicional entre los pacientes afroamericanos «podría eliminarse» si estos pacientes recibieran atención en los mismos hospitales y en la misma distribución que los pacientes blancos, lo que, según los investigadores, «se suma a la evidencia de factores estructurales que cargan desproporcionadamente la salud de las personas afroamericanas en los EEUU».
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino