En Estados Unidos los disparos no cesan. Cada vez son más los muertos y heridos debido a los tiroteos, así lo evidencian los datos. Solo en los primeros cinco meses de 2021 más de 8 mil 100 personas fallecieron por impactos de bala, de acuerdo con información de la organización Gun Violence Archive. La cifra representa un promedio de 14 decesos más por día que en el mismo periodo de los seis años anteriores.
Solo el fin de semana pasado hubo 120 muertos en tiroteos, de acuerdo con Gun Violence Archive. 2020 se posicionó como el año más mortífero en Estados Unidos en dos décadas, en el contexto de la violencia armada, pero este 2021 podría marcar un nuevo récord de mantenerse la tendencia en el número de incidentes y de víctimas.
En grandes ciudades, el año pasado aumentaron un 30% los homicidios en comparación con 2019. El pico de 2020 se registró en julio, en medio de la pandemia, hasta inicios de 2021. Ahora los tiroteos están de nuevo en alza.
Las estadísticas del Brady Center to Prevent Gun Violence son aun más alarmantes, pues la organización reseña en su portal web que un promedio de 316 personas son heridas de bala a diario, con 106 muertes por esa causa y 210 sobrevivientes.
Mark Bryant, fundador de Gun Violence Archive, dijo a The Washington Post que tiene miedo por los incidentes que pueda haber durante el verano, pues considera que este año habrá un nuevo récord.

Según The Washington Post, más de 23 millones de armas de fuego fueron compradas en 2020, un año marcado por la pandemia, protestas y elecciones. La cifra representa un aumento de 66% en comparación con el año 2019, con base en datos federales sobre verificaciones de antecedentes de armas, reseñó el diario.
En enero y febrero de 2021, las personas adquirieron más armas que durante cualquier mes de años anteriores en los que se tiene registro. Solo en enero se compraron 2,5 millones de armas. De acuerdo con la agencia Efe, los latinos son el grupo que más recientemente se ha interesado en portar pistolas, pese a que registran la tasa más baja de muertes en tiroteos.
Datos de Pew Research Center reflejan que hay un arma de fuego en 21% de los hogares hispanos, 32% en casas de afroamericanos y 49% en las de los blancos.
El interés de los latinos en las armas aumentó después del tiroteo en una tienda Walmart en El Paso, Texas, ocurrido en agosto de 2019 y que dejó 22 muertos. Trascendió que los hispanos consideran que tener una pistola les sirve en caso de necesitar defenderse. Sin embargo, destaca que casi 79% de los latinos respaldan la aprobación de leyes más estrictas sobre el uso de armamento.
Causas de los tiroteos
Andrei Serbin Pont, director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), afirmó a El Tiempo Latino que los tiroteos están vinculados a fallas estructurales dentro de la sociedad: la falta de acceso a salud mental, escasez de oportunidades de ascenso social, frustraciones de diversos tipos, normalización de la violencia, entre otros factores. Acotó que el acceso a las armas se puede convertir en instrumental o no del ejercicio de la violencia.
Con las condiciones descritas y un mayor acceso a las armas de fuego se propician los tiroteos. “El principal motivador no es el acceso a las armas en sí sino a las condiciones preexistentes que motivan a un sujeto a querer ejercer la violencia en esas condiciones”, argumentó el analista internacional.
Los argumentos a favor del porte de arma van desde el uso en general hasta la seguridad personal y el respeto a las libertades civiles, de acuerdo con la Segunda Enmienda.
“Hay países en los cuales la tenencia civil de armamento ha sido completamente prohibida y tienen los índices más altos de violencia con armas de fuego; y hay otras naciones donde hay leyes muy laxas en torno a la tenencia de armas y tienen índices de violencia muy bajos; y también hay ejemplos de países que tienen leyes muy laxas de tenencia de arma y a la vez altos índices de criminalidad”, aseveró Serbin Pont.

Entre los países con más regulaciones y restricciones pero con altos índices de violencia destacó México, Venezuela, Brasil y Colombia. En contraparte, señaló que en Suiza hay una alta proliferación de fusiles de asalto en manos de civiles pero bajas cifras de criminalidad.
El director de CRIES sostuvo que en Estados Unidos se cree que el problema de los tiroteos es solo en términos de tenencia de armas, no porque no se deba discutir, sino porque se estanca en el Congreso. Ni republicanos ni demócratas logran llegar a un consenso.
Recomendó profundizar en otros ámbitos en la búsqueda de acuerdos, como el tema de la salud mental.
Activismo contra las armas
Desde el punto de vista de Manuel Oliver, co-fundador de Change The Ref y padre de Joaquín Oliver, quien murió en la masacre de Parkland en 2018, “Hay una relación directa entre el mercado de las armas y los niveles de criminalidad y el número de víctimas que diariamente el país ve morir”.
Oliver reconoció que hay personas que usan las armas con buen fin, pero rechazó la idea de la defensa personal: “Gracias a la Segunda Enmienda puedes adquirir un arma y defenderte, la pregunta sería defenderte de quién, bueno, de otra persona que va a hacer lo mismo”.
El activista señaló que el mercado de armas motiva a la criminalidad en un círculo vicioso. Pese a las acciones emprendidas en contra de la posesión de arma y el número de víctimas en aumento se mostró confiado en que la tendencia va a cambiar en el futuro.

También denunció que durante la administración de Donald Trump se consideró al COVID-19 como una oportunidad para generar pánico y que las personas salieran a adquirir armamento. En consecuencia, sostuvo, hay más personas con problemas, deprimidas, sin empleo, crisis financiera y más armas en las calles.
Desde Change The Ref, organización que nació a partir de la muerte de Joaquín Oliver, buscan hacer una diferencia y modificar la narrativa sobre el porte de armas. Mediante el activismo buscan un cambio de pensamiento en las personas, a fin de que presionen a los congresistas y se modifiquen las leyes. Espera ver cambios en unos 10 años, cuando los jóvenes de la nueva generación comiencen a votar.
“Todo tiene sentido y genera resultados”, expresó Oliver en exclusiva para El Tiempo Latino. Consideró que es una obligación más que un trabajo su labor. Usan el arte y espacios públicos para llamar la atención junto con la comunidad.
“La insistencia, la constancia de ese mensaje de que un nuevo individuo no necesita portar un arma para sentirse libre, que se preocupa por cosas que tienen mucho sentido como la economía del planeta, desventajas sociales, del racismo” va de la mano con la cultura de las armas, añadió.

Esfuerzos de prevención
El presidente Joe Biden prometió en campaña enviar al Congreso una propuesta de ley para derogar la protección de responsabilidad para los fabricantes de armas. Pero no lo ha hecho. En cambio, firmó acciones ejecutivas en las que incluyó medidas contra las armas caseras, que carecen de un número de serie.
Biden no ha concretado los cambios radicales exigidos por los defensores del control de armas y que ha prometido abordar, pero este no es el único esfuerzo parar la violencia armada.
El 16 de abril, un día después de un tiroteo en una sede de FedEx, en Indianápolis, que dejó 8 muertos, el senador Charles Schumer reiteró su promesa de llevar una “legislación para prevenir la violencia armada” al Senado.
Schumer, líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, sugirió que obligaría a los senadores a tomar una posición, incluso si el proyecto de ley estaba destinado a fallar.
La mayor parte de la legislación requiere 60 votos para avanzar en el Senado, bajo las reglas obstruccionistas. Mientras, los demócratas han luchado para cortejar a un número suficiente de republicanos con el fin de avanzar en proyectos de ley anteriores que buscan fortalecer las verificaciones de antecedentes y colocar otros controles sobre las armas de fuego.
Un esfuerzo adicional lo planteó Biden en su Plan de Empleo Estadounidense (conocido como plan de infraestructura), en el que incluyó $5 mil millones durante ocho años para financiar programas de prevención de la violencia armada. Sin embargo, las negociaciones de esta propuesta de ley no han finalizado y el monto a aprobar está en disputa.
En Washington DC, a nivel local, las autoridades aplicaron recientemente un programa para distribuir subvenciones a personas o grupos involucrados en la promoción de la seguridad pública. La capital estadounidense registró 79 muertes durante los primeros cinco meses de 2021, un incremento de 23% sobre las cifras en el mismo periodo del año anterior.