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Conectar la Línea Azul con la Línea Roja tomaría 10 años

La MBTA requerirá nuevos fondos para poder llevar a cabo el plan de diseño y construcción

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El MBTA retomó las conversaciones para llevar a cabo el proyecto que conectaría la Línea Azul con la Línea Roja. (Foto: MBTA)

El lunes 7 de junio, Massachusetts Bay Transportation Authority (MBTA) reveló que para el año 2030 estaría finalizado el proyecto de conexión de la Línea Azul con la Línea Roja, cuyo costo estimado sería de $850 millones.

En una presentación a la Junta de Control Fiscal y de Gestión, Erik Stoothoff, jefe de ingeniería del T, explicó que la estación Bowdoin cerraría permanentemente para así poder extender bajo tierra la Línea Azul por Cambridge Street unos 2,200 pies hasta la nueva estación que se construiría en Charles / MGH.

«Este es un proyecto con una larga historia», comentó Stoothoff.

Desde la década de 1970, el concepto se ha estudiado y presentado. Los funcionarios estatales se comprometieron con llevarlo a cabo un plan en 1990 como parte del megaproyecto conocido como Big Dig, pero esa promesa no se cumplió por falta de fondos en 2010 y el gobierno federal permitió que se detuviera el proyecto en 2015.

Ahora, con los planes de desarrollo del Massachusetts General Hospital, los funcionarios de la MBTA retomaron las conversaciones para avanzar en el proyecto que tenía varios años abandonado.

Stoothoff indicó que la MBTA tiene planeado en los próximos cuatro años continuar con los esfuerzos de diseño y permisos. La construcción comenzaría hacia fines de 2025. A partir de ahí, dijo que el trabajo tomaría “entre cuatro y cinco años».

Si bien aún no se han asegurado las fuentes de financiamiento del proyecto, en la presentación se estimaron los costos de construcción en $740 millones y $110 millones en costos de diseño, administración y trenes.

La conexión ha ganado impulso en los últimos años como una forma de brindar a los residentes del norte de Boston, en particular los de Chelsea, Revere y East Boston, una forma de conectarse más fácilmente con la Línea Roja y llegar al Hospital General de Massachusetts. La idea también ofrece mejores conexiones con el aeropuerto para los pasajeros de la Red Line que vienen de Cambridge y Somerville.

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