El presidente Joe Biden prometió el martes luchar contra los esfuerzos republicanos por modificar las reglas electorales a nivel estatal, en el aniversario de una masacre racista, en respuesta a la creciente ansiedad de los demócratas de que su enfoque discreto amenazaba los comicios justos y su propio futuro electoral.
Biden encargó a la vicepresidente Kamala Harris organizar un esfuerzo contra la creciente presentación de proyectos de ley estatales de los republicanos, que restringen la votación de diferentes maneras.
“Este derecho sagrado está siendo atacado con una intensidad increíble como nunca lo había visto”, dijo Biden, y agregó que junio debería ser un mes de acción en el Capitolio.
El presidente ha estado bajo presión para dar más urgencia ante un impulso republicano, que incluye esfuerzos para revocar las últimas elecciones presidenciales y la resistencia de dicho partido a las propuestas de los demócratas sobre el derecho al voto en el Congreso.
Los demócratas en Texas durante el fin de semana bloquearon una medida de votación restrictiva, al menos temporalmente, al salir de la Cámara de Representantes y dejar sin quórum la sesión.
Biden, el primer presidente que visita Tulsa para conmemorar la masacre de 1921, que incluyó numerosas atrocidades y destruyó una próspera comunidad afroamericana, pronunció un discurso que relató los eventos con gran detalle y buscó “llenar el silencio” sobre el asesinato.
La masacre, en la que mataron a 300 personas y destruyó más de 1.250 hogares, destruyó lo que se conocía como Black Wall Street, una próspera comunidad de afroamericanos.
El conflicto sobre los derechos de voto y las restricciones se está convirtiendo rápidamente en una de las principales batallas de la era posterior a Donald Trump, que se desarrolla en todo el país y en Washington.
Los demócratas argumentan que las comunidades de color se verán desproporcionadamente afectadas por la avalancha de nuevas leyes republicanas, lo que potencialmente arruinará sus esperanzas de mantener el control del Congreso en las elecciones de mitad de período del próximo año.
La Cámara de Representantes aprobó un amplio proyecto de ley sobre el derecho al voto que tiene como objetivo, en parte, contrarrestar las medidas lideradas por el Partido Republicano que han surgido en varios estados.
Biden aseguró que luchará con todas las herramientas a su disposición para que se apruebe la ley. Este es el mensaje que muchos demócratas y activistas esperaban que Biden pronunciara hace tiempo. En un momento, el presidente adoptó un tono algo defensivo.
Al recurrir a Harris para supervisar los esfuerzos por el derecho al voto, Biden le ha encomendado otro tema difícil; además de liderar el trabajo de la administración sobre la inmigración de América Latina.
Reacción de Kamala Harris
La vicepresidenta dijo que se reuniría con grupos de derechos al voto, organizaciones comunitarias y el sector privado en los próximos días y semanas.
“El trabajo que tenemos por delante es hacer que la votación sea accesible para todos los votantes estadounidenses y asegurarnos de que cada voto se cuente a través de un proceso libre, justo y transparente (…) Este es el trabajo de la democracia”, expresó Harris en un comunicado.
Fuente: Tyler Pager y Annie Linskey/The Washington Post.
Traducción libre del inglés.
