El príncipe Harry ofreció más detalles sobre su sufrimiento mental y su enojo con su padre, el futuro rey, en una serie de entrevistas con su socia de producción, Oprah Winfrey. Reveló que durante años tomó bebidas alcohólicas en exceso y consumió drogas para adormecer el dolor de la muerte de su madre, y calmar su ansiedad por el desempeño de los deberes reales.
Las declaraciones son recopiladas en una serie de episodios de una nueva serie documental, llamada “The Me You Can’t See”, que el príncipe está co-creando con Winfrey para el servicio de transmisión Apple TV Plus.
La serie aborda la vida de celebridades -Harry, la cantante Lady Gaga, la actriz Glenn Close, la estrella del baloncesto DeMar DeRozan- tanto para desestigmatizar la enfermedad mental como para atraer más atención sobre ellas.
El príncipe Harry describió sus años desde los 28 hasta los 32 años como “una época de pesadilla”, cuando sufrió ataques de pánico y ansiedad severa.
Harry reveló que con frecuencia bebía en exceso, consumiendo el equivalente a una semana de alcohol en un solo viernes o sábado por la noche.
No dijo exactamente cuánto bebía ni qué drogas tomaba, tampoco llegó a decir que sea alcohólico o adicto. El Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña señala que se aconseja a hombres y mujeres que no beban más de 14 unidades por semana de forma regular, que son seis pintas de cerveza o una botella y media de vino.
“Estaba dispuesto a beber, estaba dispuesto a tomar drogas, estaba dispuesto a intentar hacer las cosas que me hacían sentir menos como me sentía”, dijo el príncipe de 36 años, ahora casado con Meghan, duquesa de Sussex.
La pareja vive actualmente en una mansión junto al mar, en el sur de California, con su hijo Archie y otro bebé en camino.