Este miércoles, cinco mujeres acusaron a Amazon de discriminación racial y de sesgo de género. Las demandantes son trabajadoras de las oficinas y almacenes de la reconocida empresa de comercio electrónico.
Las denuncias de los casos tienen origen en diferentes instalaciones de Amazon, específicamente en Arizona, Washington, California y Pensilvania. Las afectadas han alegado que durante su relación laboral con la empresa ocuparon varios puestos de trabajo, «incluyendo oficinas corporativas, Amazon Web Services e instalaciones de almacén», reseñó The Hill.
Hasta ahora un portavoz dijo que las autoridades de la empresa están investigando exhaustivamente los casos, los cuales no parecen estar relacionados y que «no han encontrado pruebas que respalden las acusaciones».
«Amazon trabaja duro para fomentar una cultura diversa, equitativa e inclusiva. No toleramos la discriminación o el acoso de ninguna forma, y se alienta a los empleados a plantear preocupaciones a cualquier miembro de la administración o a través de una línea directa de ética anónima sin riesgo de represalias», dijo el portavoz en un comunicado.
El bufete de abogados Wigdor representa al grupo de mujeres; este también lleva el caso de Charlotte Newman, una gerente de Amazon afroamericana que demandó en marzo a la compañía por discriminación racial y acoso sexual.
Entonces, la compañía emitió el mismo comunicado sobre el caso de Newman.
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Las acusaciones
Tiffany Gordwin, una mujer afroamericana de 38 años; Diana Cuervo, una mujer latina de 40 años; Cindy Warner, una afroamericana de la comunidad LGBTQ de 59 años; Emily Sousa, una asiática-estadounidense de 23 años; y Pearl Thomas, una mujer afroamericana de 64 años.
Gordwin, quien desempeña el cargo de especialista senior en recursos humanos en la sede de Amazon en Arizona, dijo que sus supervisores «blancos» la han tratado como una «ciudadana de segunda clase» y por levantar una queja sobre el sesgo racial tomaron represalias en su contra.
Por su parte, Cuervo, gerente de área de nivel 5 en operaciones de entrega para una instalación de Amazon en Everett, Wash., dice que sufrió acoso racial y étnico por parte de su supervisor blanco, quien también se dirigió a ella como «Latinos Suck» y «Eres una mujer latina, necesito tener cuidado cada vez que hablo contigo».
Warner, empleada de Amazon Web Services como líder global en California, dijo que su mánager, un hombre blanco abusó verbalmente y la discriminó al llamarla «perra», «idiota» y «nadie».
Sousa, trabajó como gerente en un centro de Amazon en Pensilvania, sufrió acoso sexual y racial repetido por un gerente masculino. Alega que fue degradada después de rechazar los avances del gerente.
Thomas, trabajó en recursos humanos para Amazon en Washington, enfrentó discriminación racial y fue llamada con la «palabra N» por su supervisor directo.