El presidente Joe Biden entra en conflicto cada vez más con sus compañeros demócratas, ya que se resiste a endurecer su posición sobre Israel y un apoyo más fuerte a los palestinos, una desconexión que destacó el martes durante la visita del mandatario a un área que es un centro de la vida árabe americana en Estados Unidos.
Biden viajó a Detroit para recorrer una planta de vehículos eléctricos y promover su plan de infraestructura, a fin de reforzar su agenda doméstica en un momento de conflicto en el Medio Oriente. Los manifestantes árabes estadounidenses se reunieron en una mezquita en Dearborn, antes de la visita, ansiosos por demostrar su enojo por el enfoque de Biden al conflicto.
El presidente recibió llamadas de al menos un miembro del Congreso para dedicar tiempo a reunirse con los manifestantes, pues la planta que visitó está en un área que es 90% árabe estadounidense. Pero la Casa Blanca no anunció tales encuentros.
Muchos demócratas siguen apoyando firmemente a Israel y respaldan las acciones que dicen que debe tomar en defensa propia. Pero a medida que un número creciente de demócratas instaba a un alto el fuego durante la semana pasada, Biden se negó durante días a unirse a ellos, esperando hasta después de su tercera conversación con el primer ministro Benjamin Netanyahu para apoyar cautelosamente tal medida.
La principal portavoz del presidente se ha negado repetidamente a decir si la respuesta militar de Israel en la Franja de Gaza fue apropiada debido a la provocación, mientras que muchos demócratas no han tenido reparos en calificarla de desproporcionada.
Biden y sus asesores se han aferrado a una afirmación que los demócratas liberales rechazan: la noción de que Israel tiene derecho a defenderse. Eso ha llevado a fuertes críticas a la administración.
“El presidente necesita decirle a Netanyahu que se detenga”, dijo el representante Ro Khanna (congresista por California), quien es parte de una nueva generación de demócratas liberales. Si bien los comentarios de Biden sobre el alto el fuego fueron un paso positivo, Khanna acotó: “Creo que tiene que ser mucho más fuerte”.
Khanna pidió a Biden que se reuniera con árabes estadounidenses en Michigan el martes; y fijó una fecha límite para que Netanyahu pusiera fin a su asalto militar en la Franja de Gaza.
La representante Debbie Dingell (de Michigan), quien representa a la ciudad de Dearborn, aseguró que los árabes estadounidenses estaban indignados por la acción militar israelí cerca de uno de los sitios musulmanes más sagrados en Jerusalén, y que muchos de sus electores querían transmitir su preocupación a Biden.
“He vivido en esta comunidad durante 30 años. Son personas muy intensas, apasionadas y afectuosas, y no creían que en medio de una guerra en el Medio Oriente sus voces no deberían ser escuchadas porque muchos de ellos tienen familia allí y están profundamente preocupados”, dijo Dingell en una entrevista.
Fuente: Sean Sullivan y Anne Gearan/The Washington Post.
Traducción libre del inglés.