La escasez de combustible persiste este viernes mientras las estaciones de servicio en todo el sureste esperaban ser abastecidas y un regreso a la normalidad, después de que un ciberataque afectó el Oleoducto Colonial, principal artería energética de la región.
Aunque el Oleoducto Colonial entró en funcionamiento después de que un ataque de ransomware provocó una interrupción de seis días, el presidente Joe Biden advirtió el jueves que el reinicio “no es como encender un interruptor de luz”; y señaló que aún podrían pasar días para solucionar los problemas de la cadena de suministro.
Casi 9 de cada 10 estaciones de gasolina en Washington, DC, se quedaron sin combustible a las 6:30 am, según el servicio de rastreo de GasBuddy; y casi 7 de cada 10 en Carolina del Norte se vaciaron.
En 15 estados más la capital, afectados, más del 50% de las estaciones de servicio en cinco de ellos (DC, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Virginia) carecían de combustible. Al menos 30% de las paradas de repostaje en Maryland, Tennessee y Florida también estuvieron sin gasolina.
Los problemas de suministro en Alabama, Mississippi, West Virginia, Kentucky, Nueva Jersey, Delaware, Louisiana y Texas estaban casi resueltos.
“El reinicio del oleoducto es una noticia muy positiva para los automovilistas”, dijo la portavoz de AAA, Jeanette McGee, en un comunicado emitido el jueves.
“Si bien el impacto no se verá de inmediato (…) el alivio se acerca. Las bombas de estaciones estarán llenas de combustible en varios días. Esta es una actualización especialmente buena antes del feriado del Día de los Caídos”, añadió.
La demanda hizo subir los precios del combustible por sexto día consecutivo. El valor nacional promedio de un galón de gasolina regular se elevó a $3,05. Sin embargo, los precios en partes del sureste se mantuvieron como los más bajos del país, informó AAA.
La gasolina de Texas a Alabama se cotizaba a 2,80 centavos de dólar o menos; Carolina del Norte, Virginia y Virginia Occidental vieron precios más cercanos a $2,90.
Los consumidores de Georgia y Maryland absorbieron los mayores saltos, según AAA, con precios de $3 por galón. Los altos costos del combustible en la costa oeste (la gasolina en California se vende a $4,12 el galón) elevaron el promedio nacional.
La administración de Biden se apresuró a hacer frente tanto a la escasez de combustible como a las vulnerabilidades de la cadena de suministro expuestas por el ataque de ransomware.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, calificó el jueves el ataque de ransomware como una llamada de atención que plantea preguntas sobre si las leyes y el sistema político de la nación están preparados para lo que él llamó “la era cibernética”; y Biden promocionó un nuevo grupo de trabajo del Departamento de Justicia para perseguir a DarkSide, el grupo de hackers que se infiltró en los servidores del Oleoducto Colonial y dijo que no cedería el control sin un rescate.
Con información de Jacob Bogage/The Washington Post.
Traducción libre del inglés.