Los animales del Franklin Park se han visto afectados por los ruidos del motocross y las fiestas ilegales en el parque, lo que lleva a los cuidadores y expertos a preocuparse por la salud de las especies en el zoológico de Boston.
Las especies de presas, en particular, tienden a estimularse más que las depredadoras, dijo el presidente y director ejecutivo de Zoo New England, John Linehan, a Boston Herald. Los ñus (wildebeest en inglés), se mueven al otro extremo de su área, lejos de ruidos excesivamente fuertes, mientras los jabalíes y los tapires de Baird se pasean y muestran signos de querer pasar a la parte interior, indicó. Los pandas rojos también reaccionan caminando y agitándose durante un momento del día en el que normalmente estarían descansando, y los pavos reales que deambulan libremente por el zoológico se mudan a las zonas de mayor quietud.
De acuerdo con Linehan, el zoológico ha realizado algunos esfuerzos de mitigación, pero estos no han dado resultados. «Hasta ahora hemos tenido la suerte de no haber perdido ningún animal; eso nos ha tenido preocupados. Obviamente (el ruido) aumenta los niveles de estrés en los animales».
Debido a quejas por parte del zoológico y de los vecinos, los funcionarios electos informaron recientemente que planean avanzar hacia la creación de un grupo de trabajo y hacer cambios jurisdiccionales para ayudar a maneja la situación y mantener la calma en el lugar.
Según el profesor de biología de la Universidad de Boston, Richard Primack, que estudia la contaminación acústica en la ciudad, los ruidos fuertes pueden hacer que los animales se pongan alerta y generarles estrés.
«Algunos estudios muestran que cuando hay demasiado ruido, algunas especies intentarán escapar. No pueden comunicarse tan bien ni escuchar a los depredadores que se acercan», comentó Primack a Boston Herald. «Y si están en jaulas, los animales se estresan mucho porque no pueden salir».