El Departamento de Salud Pública de Massachusetts el pasado viernes 23 de abril notificó a todos los proveedores la reanudación “inmediata” del uso de la vacuna Johnson & Johnson, según Kate Reilly, portavoz del Centro de Comando de Respuesta COVID-19 del estado.
Este anuncio llegó luego de que la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) señalaron en un comunicado conjunto que los beneficios de la vacuna superan los riesgos.
Las autoridades sanitarias detuvieron el uso de la vacuna Johnson & Johnson el 13 de abril para investigar algunos casos de coágulos sanguíneos después de vacunarse con J&J.
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En total, el gobierno federal informó sobre 15 personas que desarrollaron un tipo de coágulo de sangre muy inusual entre los casi 8 millones de personas que recibieron la vacuna.
Massachusetts espera un envío de aproximadamente 4,000 dosis de la vacuna J&J para esta semana. Otras 6.000 dosis están en reserva y listas para su uso, dijo este lunes 26 de abril el gobernador Charlie Baker.
Baker enfatizó que, de las 2.3 millones de personas que están completamente vacunadas en el estado, la gran mayoría recibió vacunas de Pfizer y Moderna.
«J&J ha jugado un papel muy pequeño aquí», señaló Baker, «pero su fortaleza se debe al hecho de que no necesita el congelador, es más fácil de distribuir, no hay que preocuparse tanto por el deterioro y la pérdida de vacunas, son muy eficaces para ayudar con los programas de extensión».