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La apertura de un bar en Illinois el pasado mes de febrero estuvo vinculado a al menos 46 casos de COVID-19, una situación denunciada por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), los cuales destacaron el peligro de eventos de este tipo en tiempo de pandemia.

El estudio, de acuerdo con The Hill, reveló que 26 clientes tenían el virus y tres miembros del personal del bar. El hecho llevó a expandir el brote con 17 nuevos casos positivos, creando una fuerte cadena de contagio.

La fuente detalló que 12 de esos nuevos casos que se crearon como parte del efecto dominó de la apertura del local fueron personas instaladas en ocho hogares con niños. Mientras, tres hacían vida en un hogar de ancianos.

Como resultado, una escuela cercana fue cerrada y un residente del hogar de ancianos tuvo que ser hospitalizado.

El estudio del organismo sirve como advertencia en tiempos en los que la vacunación masiva es una realidad; sin embargo, el trabajo no ha sido completado. Illinois, por ejemplo, retrasó recientemente una nueva fase de su reapertura dado el aumento de hospitalizaciones; no obstante, bares y restaurantes siguen abiertos con límite de capacidad.

«Estos hallazgos demuestran que la apertura de entornos como bares, donde el uso de máscaras y el distanciamiento físico son un desafío, puede aumentar el riesgo de transmisión comunitaria», señaló el estudio.

Vacuna

Johnson & Johnson informó que asumirá la supervisión de una instalación de Emergent BioSolutions en Baltimore, Maryland, laboratorio responsable de dañar 15 millones de dosis de vacuna COVID-19 la semana pasada.

Según Reuters, un funcionario de Johnson & Johnson confirmó la acción y aseguró que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) facilitó que esto pudiera llevarse a cabo. Asimismo, Johnson & Johnson aseguró que siguen comprometidos con producir y enviar 100 millones de dosis de vacunas COVID-19 para fines de mayo.

La decisión del HHS, según The Hill, «representa un desaire a la también farmacéutica AstraZeneca», pues la empresa asociada también con Emergent BioSolutions consideraba dicha infraestructura para fabricar su propia vacuna COVID-19.

Emergent BioSolutions fue severamente criticado luego de que Johnson & Johnson lo responsabilizara de dañar un lote de vacunas fabricadas, mientras la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aún estaba pendiente.

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