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ESPECIAL | DC afronta una impredecible lucha para convertirse en el estado 51 de la nación

El Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado debe dar su apoyo para que avance al pleno

LEGISLACIÓN. Activistas a favor de la condición de la audiencia sobre HR51, la legislación que convertiría a DC en el estado número 51. | FOTO: EFE.

Los residentes del Distrito de Columbia cumplen con las leyes y pagan impuestos, pero  contrario a quienes viven en el resto del país, no tienen voz ni voto en el Congreso. Su lucha  para convertirse en el 51 estado de la nación, y así tener representación plena en el Capitolio,  es larga, difícil e impredecible.

La estadidad del Distrito de Columbia, sede de la capital estadounidense, cuenta con el apoyo  de buena parte de los demócratas en ambas cámaras del Congreso, y también del presidente,  Joe Biden, quien ha promovido la idea en su cuenta en Twitter.

La delegada demócrata, Eleanor Holmes Norton, presentó nuevamente su proyecto de ley en la  Cámara de Representantes como parte de una lucha que protagoniza desde hace tres décadas,  y la medida ya ha logrado 215 copatrocinadores.

Si Holmes Norton y sus aliados logran esta hazaña, el proyecto de ley reduciría el tamaño del  distrito federal a dos millas cuadradas, que abarcarían el Capitolio, la Casa Blanca, el Tribunal  Supremo y los edificios federales en el “Mall”, y bautizaría a DC con el nombre de Estado de  Washington, Mancomunidad Douglas, en honor al líder abolicionista afroamericano, Frederick  Douglas.

LUCHA. Eleanor Holmes Norton, presenta su proyecto de ley en la Cámara de Representantes como parte de la lucha que protagoniza desde hace tres décadas. | Foto cortesía.

La legislación H.R. 51 había sido aprobada por la Cámara de Representantes el año pasado, en  una histórica votación de 232 votos a favor y 180 en contra, pero la medida quedó sepultada en  el Senado, entonces bajo control republicano. Los demócratas harán un nuevo intento este  verano.

Debido a reglas parlamentarias, si una ley no es aprobada en alguna de las cámaras, ésta tiene  que atravesar un nuevo proceso de debate y voto en la nueva sesión del Congreso.

Mientras tanto, el senador demócrata por Delaware, Tom Harper, reintrodujo la iniciativa en el  Senado en enero pasado, y ésta ya recabó 41 copatrocinadores, todos demócratas.

Según Carper, los residentes de DC sufren una “injusticia histórica”: pagan más impuestos  federales per cápita que cualquiera del resto de los estados, pero, irónicamente, “no tienen  derecho a decidir cómo se gasta su dinero”.

Por su parte, el grupo progresista “51 for 51” promueve una campaña para que el Senado  apruebe la estadidad de DC con mayoría simple, es decir con solo 51 de los 100 miembros de la  Cámara Alta.

“Hace apenas dos años, el Senado cambió esta regla para que solo se necesitaran 51 votos para  confirmar a los jueces del Tribunal Supremo. Si eso es suficiente para confirmar a un juez del  Tribunal Supremo, entonces debería ser suficiente para que DC sea el 51 estado de la nación y  sus residentes tengan los mismos derechos que todos los demás estadounidenses”, argumentó  el grupo en su página web.

Sin embargo, debido a un recurso legislativo conocido en inglés como “filibuster”, que utiliza el  partido minoritario de turno, la medida necesitará 60 votos para su aprobación final en el  Senado.

Aún así, los demócratas confían en que pueden ganar esta batalla ya que controlan ambas  cámaras del Congreso, aunque por una mayoría reducida tras los comicios de noviembre  pasado.

REPRESENTACIÓN. Residentes del Distrito de Columbia exigen tener representación plena en el Capitolio. | Foto Efe.

El Senado está repartido entre partes iguales, con 50 demócratas y 50 republicanos, y la  vicepresidenta, Kamala Harris, en su calidad como presidenta del Senado, puede romper  empates a favor de su partido. Por ahora, el senador demócrata por West Virginia, Joe  Manchin, no ha dicho si apoyará la estadidad de DC.

La primera gran prueba de fuego es que el Comité de Seguridad Nacional y Asuntos  Gubernamentales del Senado dé su apoyo preliminar a la medida, para que ésta avance al  pleno.

¿Cuáles son los beneficios de la estadidad?

Los partidarios de la medida aseguran que los 712 mil habitantes de D.C., incluyendo 80 mil  latinos, se beneficiarían porque obtendrían el derecho a votar por representantes y leyes que  protejan y ayuden a sus familias y comunidades:

Representación política.— El Distrito de Columbia tendría representantes ante la Cámara Baja  de forma proporcionada a su población y dos miembros en el Senado. En la actualidad, Holmes  Norton puede votar a nivel de comité o en votos de procedimiento, pero jamás desde el pleno  de la Cámara Baja, que es donde se realiza el voto final de una iniciativa.

Hasta 1961, con la ratificación de la 23 enmienda de la Constitución, los residentes del Distrito  de Columbia no podían votar en las elecciones presidenciales, y no fue sino hasta en 1973, con  la aprobación de la ley “Home Rule Act”, que lograron la instalación de una alcaldía y concejo  municipal.

Pero siguen sin tener representantes con derecho al voto en el Congreso y, por lo tanto,  tampoco pueden influir en la formulación de leyes. Así, los residentes de la capital no tienen  voz en el debate de leyes sobre salud reproductiva, los derechos de la comunidad gay, el  aumento al salario mínimo, o cualquier otro proyecto de ley que afecte su calidad de vida.

Distribución equitativa de fondos y más ingresos.— Si logra convertirse en estado, el Distrito  además recibiría una distribución equitativa de fondos federales para servicios públicos.

Cuando el Congreso aprobó el año pasado un paquete de ayuda a los estados debido al  descalabro económico que ocasionó la pandemia del COVID-19, el Distrito de Columbia sólo  recibió $500 millones, mientras que los estados recibieron -cada uno, y sin importar su tamaño  o peso político- $1 mil 200 millones.

Además, el Congreso le prohíbe a DC cobrar impuestos salariales a personas no residentes, un  poder que sí tienen los 50 estados.

Más autonomía para asuntos internos.— El Distrito obtendría plena autonomía sobre sus  asuntos internos, además de que tendría su propia Constitución, un sistema de tribunales  estatales, y un Capitolio.

Aunque el gobierno de DC opera simultáneamente como ciudad, estado y condado, no tiene  autonomía plena sobre la generación de divisas o sobre la gestión de su presupuesto. Y  cualquier ley que apruebe el concejo municipal debe tener el apoyo del Congreso.

Con la estadidad, el gobierno de DC también tendría autoridad legal para el despliegue de su  Guardia Nacional, algo que hasta ahora ha dependido del gobierno federal. Durante la incursión  de extremistas de derecha en el Capitolio el pasado 6 de enero, por ejemplo, la alcaldía tuvo  que esperar a que el gobierno federal despachara a miembros de la Guardia Nacional a la zona.

Oposición republicana

Aunque los partidarios de la estadidad nunca habían avanzado tanto en esta prioridad como  hasta ahora, éstos afrontan un muro de oposición por parte de los republicanos y grupos  conservadores afines que la tachan como una propuesta inconstitucional.

En general, los republicanos argumentan que la ciudad es demasiado pequeña y poco poblada  para merecer estatus de estado, y acusan a los demócratas de utilizar la medida como pretexto  para avanzar una “agenda radical”.

Patrick Mara, presidente del Partido Republicano de D.C., ha argumentado en años recientes  que, con la estadidad, los residentes tendrían que financiar las operaciones de los tribunales y  prisiones hasta ahora bajo control del gobierno federal. Según Mara, en 2016, el gobierno  federal gastó $274 millones solo en las operaciones de los tribunales en la ciudad.

Por otra parte, los republicanos también aseguran que el ingreso de DC como estado de la  unión crearía un “desequilibrio político” en Estados Unidos por la tendencia demócrata de la  ciudad. De hecho, el entonces presidente, Donald Trump, dijo en mayo de 2020 que se oponía a  la estadidad de DC para privar a los demócratas de más escaños en ambas cámaras del  Congreso.

Partidarios de la H.R. 51 replican que la estadidad de Puerto Rico ha estado en la plataforma  republicana durante años, y que en el pasado los republicanos se han beneficiado del ingreso  de estados a la unión americana, como ocurrió con la división de las Dakotas del Norte y del  Sur.

Bowser: la estadidad es un asunto de justicia

AUDIENCIA. La alcaldesa de DC, Muriel Bowser, testifica en la audiencia del Comité de Reforma y Supervisión de la Cámara sobre el proyecto de ley de estadidad. | Foto Efe.

En una audiencia reciente ante el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de  Representantes, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, instó al Congreso a que corrija un  “error histórico” que lleva más de 200 años y apruebe la estadidad de D.C. como un asunto de  justicia para los residentes capitalinos.

Bowser se ha quejado de lo que calificó como “la retórica cansada, falsa y antidemocrática” de  quienes se oponen a la estadidad del Distrito de Columbia y quieren negarle “una democracia  plena”.

Para Bowser, lo ideal sería que el Congreso apruebe la medida en las próximas semanas para  que Biden la firme dentro de sus primeros 100 días en el poder, pero aparentemente no hay  espacio ni voluntad política para lograr esa meta.

Si el Congreso no aprueba la medida, la única alternativa sería que apruebe una enmienda  constitucional, pero esta tampoco tiene buenas probabilidades en un Congreso aquejado de  profundas divisiones políticas.

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