Un juez federal excarceló el miércoles a un líder de los Proud Boys del estado de Washington, bajo la figura del arresto domiciliario, en espera de juicio. Al mismo tiempo reprendió a los fiscales por retirar algunas de las acusaciones en su contra por la irrupción en el Capitolio el 6 de enero.
El juez federal principal de Distrito, Beryl A. Howell, de Washington, confirmó la orden de excarcelación del 8 de febrero de un tribunal inferior para Ethan Nordean, de 30 años, de Seattle.
Descubrió que aunque Nordean parecía ser un líder clave en la recaudación de dinero, equipo y reunión de Proud Boys en Washington, el gobierno no había proporcionado pruebas para la fecha en la que ordenó directamente irrumpir en el Capitolio.
Nordean “fue líder de una marcha hacia el Capitolio. Pero una vez que llegó allí, no está claro qué papel de liderazgo asumió este individuo para las personas que entraron”, dijo Howell.
“La evidencia de que él ordenó a otros acusados entrar o irrumpir en el Capitolio es débil, por decir lo menos”, añadió.
La liberación de Nordean marcó un tropiezo para los fiscales, que lo han catalogado como una figura clave basándose en lo que Howell acordó que eran comunicaciones “ominosas” antes del 6 de enero que, según dijeron, indicaban que él y otros Proud Boys estaban planeando una “acción violenta” para abrumar a la policía.
La decisión del juez retrasa por ahora los esfuerzos del gobierno por establecer que existía un complot más amplio para ese fin.
Howell falló después de una audiencia en la que los fiscales defendieron su afirmación de que Nordean dirigió a los miembros de Proud Boys, en un plan para irrumpir en el Capitolio desde tantos puntos diferentes como fuera posible, pero lo retiraron del argumento de la detención porque estaba en disputa.
Los fiscales también dieron marcha atrás ante la afirmación de que Nordean lideró al grupo “mediante el uso de comunicaciones cifradas”, aclarando que las radios de la marca Baofeng que usaban los miembros no estaban cifradas. También reconocieron que el teléfono de Nordean, a través del cual podía usar aplicaciones encriptadas, estuvo apagado durante gran parte del día.
“El gobierno se ha retractado de decir que él les dijo directamente que se dividieran en grupos y que tenían este plan estratégico”, comentó Howell.
Howell estuvo de acuerdo con la defensa en que “no hay alegato de que el acusado haya causado lesiones a ninguna persona, o que incluso haya causado personalmente daños a una propiedad en particular”.
El abogado defensor de Nordean, David Benjamin Smith, argumentó que el gobierno no alegó ninguna evidencia de planes o conspiración para cometer ningún delito específico que involucre la “depredación” de la propiedad del gobierno.
Encarcelar a alguien por “simplemente marchar con un grupo de personas que luego cometieron delitos es culpa por asociación”, dijo Smith. Si “el gobierno pudiera, sin articular ningún delito, enviar a alguien a prisión por marchar hacia el Capitolio, creo que Su Señoría estaría de acuerdo, ese argumento va un poco lejos”.
Howell ordenó a Nordean un confinamiento domiciliario, excepto por motivos laborales, de salud, religiosos y relacionados con la corte; no deberá poseer armas de fuego o viajar fuera de la jurisdicción del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el oeste de Washington, y deberá someterse a un control de ubicación.
Fuente: Spencer S. Hsu/The Washington Post.
Traducción libre del inglés por El Tiempo Latino.