El expresidente Barack Obama urgió este miércoles a los votantes en Pensilvania a que, desde ahora, ayuden a elegir al aspirante presidencial demócrata, Joe Biden, en la que calificó como la elección “más importante de nuestras vidas”. Obama también lanzó duros ataques contra su sucesor, Donald Trump.
“Tenemos 13 días, 13 días para la elección más importante de nuestras vidas, pero no tienen que esperar hasta el 3 de noviembre para emitir su voto”, dijo Obama, quien explicó las formas de votar por adelantado en el estado.
Fue la primera vez que Obama participaba en un evento electoral en persona a favor de Biden, aunque ha grabado anuncios políticos para movilizar a la base y ha ayudado a recaudar fondos para las campañas demócratas.
Obama elogió la obra y figura de su exvicepresidente, y argumentó que Biden será quien saque al país de “los tiempos oscuros” que atraviesa, porque tiene un plan para reactivar la economía con la creación de diez millones de empleos
Debido a la pandemia del COVID-19, el evento se llevó a cabo en el estacionamiento de Citizens Bank Park, donde el público escuchó su discurso desde sus vehículos, muchos de ellos adornados con banderas estadounidenses y afiches y pancartas a favor de Biden.
Según los organizadores, cerca de 300 vehículos participaron en el encuentro y, aunque fue mucho más pequeño que los miles de asistentes que normalmente atraería Obama, éste dejó patente su continua popularidad.
De hecho, Obama es el segundo expresidente demócrata más popular en la historia de EEUU, detrás de Jimmy Carter, y el más famoso, según una encuesta de YouGov. Mientras tanto, Trump goza de una tasa de aprobación del 42,6%, contra el 53,9% que lo rechaza, según un promedio de encuestas n acionales de “Fivethirtyeight”.
Al advertir de que las elecciones tendrán consecuencias “durante décadas”, el exmandatario urgió al público a que vote “como nunca antes”, para que sea una elección que no deje dudas sobre la victoria del binomio Biden-Harris, y no pueda ser impugnada en los tribunales.
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En ese sentido, Obama se quejó de que, en las presidenciales de 2016, muchos votantes se quedaron en casa y les dio “flojera” e indiferencia, y eso, enfatizó, no puede volver a ocurrir.
De hecho, según un análisis de 2018 del diario The New York Times, 4,4 millones de personas que apoyaron la reelección de Obama en 2012 se quedaron en casa sin votar en 2016, lo que contribuyó a la victoria de Trump, quien ganó en Pensilvania por apenas 44 mil votos.
Pensilvania nuevamente figura entre el puñado de estados clave de la contienda electoral y, con la excepción de Trump en 2016, había votado por candidatos presidenciales demócratas de forma continua desde 1992.
Aunque Biden aventaja a Trump en la mayoría de las encuestas nacionales, Obama también pidió que los votantes ignoren las encuestas, porque en 2016 también hubo encuestas que daban por ganadora a la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, y la gente se confío de su victoria.
En su discurso de unos 45 minutos en el Citizens Bank Park, al sur de Filadelfia, Obama criticó duramente a Trump y sus políticas, especialmente su manejo de la pandemia del COVID-19, que ya ha dejado más de 222,000, y ha generado 8,38 millones de casos confirmados.
“No es que de repente Donald Trump va a protegernos a todos, si ni siquiera toma los pasos necesarios para protegerse a sí mismo”, señaló Obama, al referirse a que Trump se niega a usar mascarilla y recientemente fue hospitalizado tras contraer el COVID-19.
Obama aprovechó la ocasión para enumerar algunas de las formas en que Trump se ha empeñado en desmantelar su legado, principalmente su esfuerzo por eliminar la reforma sanitaria de 2010, conocida como “Obamacare”.
El “diagnóstico” de Obama sobre el primer mandato de Trump fue igual de incisivo en torno a su manejo de la economía, al señalar que la Administración no se digna a ampliar las ayudas para “las millones de familias que afrontan problemas para pagar la renta o llevar comida a la mesa, debido a la pandemia”.
En cambio, Trump “sigue haciendo negocios con China, donde tiene una cuenta secreta. ¿Cómo es posible eso?… ¿Se imaginan si yo hubiese tenido una cuenta secreta china cuando me postulé a la reelección? ¿Le hubiese preocupada a Fox News eso? Me hubiesen apodado ´Barry el de Pekín´!”, dijo Obama en tono de burla.
Con música de la década de 1980 y la banda sinfónica de jóvenes afroamericanos de West Carleton, el encuentro adquirió ambiente de fiesta y atrajo a votantes anglosajones, afroamericanos, asiáticos y latinos.
Entre los latinos estuvo el venezolano Juan Guarrizzo, quien afirmó que votará por Biden por su agenda política, y porque no le asustan las acusaciones de la campaña de Trump de que éste es “socialista”.
“Creo que la campaña de Trump dice eso para meterle miedo a la gente, pero si vemos la trayectoria política de Biden, como venezolanos podemos ver que él no es socialista”, observó.
A menos de dos semanas de los comicios, poco más de 45 millones de personas ya han emitido su voto de forma adelantada, ya sea en persona o por correo, una cifra que representa al 32,8% de los que habían votado para estas fechas en 2016, según el Proyecto de Elecciones de Estados Unidos, que rastrea el voto anticipado.
En Pensilvania, los hispanos conforman el 5,3% del electorado, según el Centro de Investigación Pew, y su voto podría marcar la diferencia si la contienda estatal se define por un puñado de votos.
En busca de la reelección, Trump también ha realizado mítines electorales multitudinarios en Pensilvania, en los que, haciendo uso de superlativos, ha prometido la mayor reactivación económica jamás vista.
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Pero Trump también ha tergiversado la agenda de su rival demócrata, acusándole de querer aumentar los impuestos y prolongar la pandemia y sus secuelas.
La pandemia y la economía figuran entre los temas más acuciantes del electorado, y formarán parte del último cara a cara entre Trump y Biden este jueves en la Universidad de Belmont, en Nashville (Tennessee). La mayoría de las encuestas nacionales demuestran que los votantes confían más en Biden que en Trump para sacar al país del atolladero.
Ambas campañas, y grupos afines, continúan descomunales esfuerzos por movilizar a las urnas a las mujeres, jóvenes y minorías.
