Claudia Ginestra
La hondureña, Milagros De Jesús, estuvo a punto de perder su casa en Roslindale debido a la crisis económica suscitada por la pandemia del COVID-19. De Jesús cuenta que su landlord subió el precio de alquiler y por no cumplir con las fechas de pago, le pidió que entregara la casa. La latina tiene tres trabajos para cubrir los gastos de la vivienda y para poder mantener a su hija de 8 años. «En la mañana trabajo en una empresa de limpieza como supervisora, en la noche limpio oficinas en Downtown. Y los fines de semana trabajo como babysitter», contó.
Ante esta situación, Milagros debía encontrar una solución y con ayuda de una oficial de hipotecas logró comprar su primer hogar. Sin embargo, tuvo que sortear diversos problemas para obtener la hipoteca debido a que la latina está en proceso migratorio desde hace un año. «Yo tengo una pasión especial por atender y servir a la comunidad latina. La demanda por adquirir vivienda en las comunidades hispanas en los EEUU aumenta a diario, pero existen muchas barreras para lograr ser propietario fuera del alcance de muchos. Estas barreras incluyen lo limitado de propiedades asequibles, la incertidumbre sobre las políticas de inmigración en EEUU, el manejo del idioma y la administración de las finanzas personales en las comunidades latinas», dijo, Celsa Moreno, la oficial de hipotecas que ayudó con el caso.
Moreno cuenta que a lo largo de su carrera ha tenido que afrontar muchos casos difíciles y el de Milagros no fue la excepción. «Ella es una madre soltera que pudo reunir una cantidad considerable de dinero para cumplir el sueño de adquirir una vivienda. Al recibir la documentación, me di cuenta que podía calificar a una alternativa con un 20 por ciento de pago inicial, lo cual representaba gran parte sus ahorros», contó la oficial de hipoteca. Sin embargo, la persona responsable en aprobar las hipotecas presentó requisitos muy estrictos para poder cumplir con el proceso. «Las puertas se me cerraban en mis esfuerzos en ayudar a esta familia, pero yo no me di por vencida y recurrí al gerente del departamento de hipotecas, algo que nunca en mis años de experiencia había hecho, con el objetivo de sensibilizarlo con respecto a este caso», agregó Moreno.
Afortunadamente, el gerente entendió la situación y cedió a ayudar a la familia en la aprobación de la hipoteca. Milagros desde que llegó hace 12 años a los Estados Unidos, con motivo de la crisis económica en su país, soñó con adquirir su propia vivienda, y pasó años ahorrando para lograr este objetivo. «Me da felicidad tener más flexibilidad en mi vida al tener una vivienda propia, fue mucho sacrificio para lograrlo. Me encanta que mi hija pueda disfrutar de esta casa», dijo Milagros.
La oficial de hipotecas admite que la mayoría de sus casos no admiten la cantidad de energía que necesitó este, pero por esa misma razón, ha sido una gran satisfacción para todos.
«Yo siempre he considerado que ser dueño de una casa es un logro muy especial y trae sentimientos de seguridad, espacio personal y éxito. Tu propia vivienda, tu nido, se convierte en un baúl donde las personas crean y almacenan momentos especiales, recuerdos y emociones, una casa es lo que persona hace de ella, de acuerdo a sus deseos y preferencias», finalizó Moreno.