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Boston Community Fridge: una iniciativa de neveras comunitarias que ayuda a los más necesitados

Claudia Ginestra

A raíz de la pandemia muchas familias han tenido que enfrentar mayores dificultades en sus vidas debido a la crisis económica. El Greater Boston Food Bank (GBFB), uno de los 200 bancos de alimentos de la red Feeding America y la organización de alivio del hambre más grande de Nueva Inglaterra, ha visto un aumento correspondiente en la demanda de alimentos en toda su red de 550 agencias asociadas a su servicio en área del este de Massachusetts, lo cual demuestra la necesidad que muchas personas están pasando en este momento. Es por ello que nació la idea Boston Community Fridge, una iniciativa que organiza neveras comunitarias en distintos lugares de Boston en el que las personas pueden tomar lo que necesiten. Las neveras están en las calles y suelen ser llamativas con carteles que invitan a los usuarios a tomar los alimentos que quieran. Se puede conseguir comida empacada, pero también frutas, vegetales y panes frescos.

Todo comenzó porque uno de los organizadores, Josiel González, estaba leyendo en un periódico sobre esta iniciativa en New York City y decidió fundarlo en la ciudad Boston. Actualmente hay dos neveras activas: una en  1471 Dorchester Ave y 366 Center St. Jamaica Plain. Se tiene planeado llevar la iniciativa de neveras comunitarias a Roslindale, Cambridge, y Somerville.

Esta iniciativa ayuda a paliar la necesidad, pero también combate la pérdida de alimentos. En Estados Unidos, el desperdicio de alimentos se estima entre el 30 y el 40 por ciento del suministro de alimentos. Esta estimación, basada en estimaciones del Servicio de Investigación Económica del USDA del 31 por ciento de pérdida de alimentos a nivel minorista y de consumidores, correspondió a aproximadamente 133 mil millones de libras y $ 161 mil millones en alimentos en 2010. Esta cantidad de desperdicio tiene impactos de gran alcance en la sociedad. «En Boston los locales de comida deben vender toda su mercancía el mismo día que lo preparan, y por ello, algunos locales nos dan los alimentos que restan para que no se boten», dijo Josiel. Una panadería se unió a la iniciativa y un día regaló 80 panes para que fueran ofrecidas en la nevera comunitaria.

Hay muchas maneras de contribuir con esta actividad. Las personas interesadas pueden ser voluntarios para organizar las neveras comunitarias en sus zonas de residencia, como también pueden donar comida o dinero, pueden ayudar a contactar restaurantes para que regalen la comida que les sobre del día. «También es muy importante que la comunidad nos ayude a difundir esta información en toda Boston para que se expanda y podamos ayudar a más personas», dijo el organizador.

La iniciativa ha sido recibida de manera positiva por la comunidad en Boston, las personas al ver las neveras se sienten curiosas y quieren saber de qué trata. «La nevera comunitaria ha traído muy buena energía a la comunidad», dijo Josiel. «Un día me quedé un tiempo vigilando y vi como al público le parecía muy buena la iniciativa. También es una manera de unir a la comunidad», agregó.

Los organizadores de la iniciativa se sienten muy orgullosos de la recepción que ha tenido la actividad y esperan poder empezar un movimiento para ayudar a expandir la iniciativa. Si estas interesado en saber más información, puedes revisar en Instagram @BostoncommunityFridge o puedes contactarlos al mail bostonfridges@gmail.com.

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