Claudia Ginestra
Vanessa Díaz es una colombiana que se mudó a Estados Unidos a los 12 años debido a la crisis política y económica que vivía su país en aquel momento. Este hecho marcó su vida y la llevó a tomar el camino de la investigación en psicología. Actualmente es profesora en Virginia Tech y estudia cómo afecta ser bilingüe a los niños en el laboratorio iLeap. «Hoy en día puedo entender lo importante que es el proceso de transición y adaptación de una persona que se muda a otro país. En mi caso, yo nunca fui una niña que hablaba netamente inglés ya que estaba viviendo en Miami. Pero, tampoco he sido una mujer adulta que hable solo español ni que se identifique con ser colombiana solamente, esto se convierte en una mezcla en nuestra identidad», dice.
Díaz vivió su adolescencia en Miami y estuvo rodeada de la comunidad latina por lo que su transición fue más llevadera. Sin embargo, experimentó un cambio radical al mudarse a Gainsville para realizar su doctorado en psicología infantil y neurociencia en la Universidad de Florida (University of Florida), luego de haber vivió toda su vida en una zona llena de migrantes como lo es el estado Florida. «Esta fue la primera vez que viví discriminación, muchas personas criticaban mi acento, y pensaban que no vivía en Estados Unidos», contó.
Estos acontecimientos llevaron a Vannessa a dedicarse a la investigación en niños y cómo les afecta ser bilingües. Para su sorpresa, descubrió que existe un estereotipo negativo en torno a los niños que hablan dos idiomas: «Mucha gente piensa que los niños bilingües tienen retraso cuando realmente lo que necesitan es un apoyo en particular. En el desarrollo del lenguaje, los niños tienen una capacidad limitada. Al año y medio de edad tienen una capacidad de decir 50 palabras. Si les haces una prueba de lenguaje a este niño en inglés, sabrá 25 palabras porque las otras 25 las conoce en español, entonces inmediatamente, la persona dirá que tiene un retraso, pero no es así. Y eso demuestra que no hay un entendimiento de lo que es el bilingüismo y lo han convertido en una condición patológica», dijo.
Ser bilingüe trae beneficios cognitivos ya que a la persona se le hace mucho más fácil aprender otros idiomas en el futuro, y además tiene mayor apertura mental. «El segundo idioma es el más difícil, luego aprender otro se convierte en algo bastante fácil», dijo la científica.
Por otro lado, la psicóloga se ha dedicado a estudiar los prejuicios que tienen los niños acerca de la participación de las mujeres en la ciencia. «Si le pides a un niño que te describa a un científico, un 100 por ciento de los niños varones van a dibujar hombres en bata blanca con el estereotipo de científico loco, en cambio en el grupo de las niñas, una mitad dibuja hombres y la otra a mujeres científicas», aseguró. «Muchas de las personas que investigan este concepto hacen sus intervenciones solo en niñas, pero lo que yo he estado descubriendo es que son los niños los que tienen ideas centradas hacia el hombre como protagonista».
La investigación arroja que las mujeres en la niñez tienen ideas más positivas acerca de la ciencia, quieren aprender sobre el tema, y quieren estar cerca de científicos. En conclusión, los resultados muestran que la poca representación de la mujer en la ciencia sí tiene un efecto negativo que aleja a las niñas de esta área e implanta prejuicios en los hombres. «Mientras la imagen esté asociada al científico loco, más alejará a las niñas de ese interés», contó. Por otro lado, la psicóloga encontró que las mujeres tienden a escoger áreas científicas más orientadas al cuidado como el sector salud y bienestar de los animales.
Esto demuestra que hay un largo trabajo que hacer para cambiar la representación que vemos en los medios y en la sociedad. «La cantidad de libros que muestran más hombres protagonistas que mujeres es inmensa», agregó la científica. Actualmente, hay una movida global para tener representaciones más diversas en los medios de comunicación para que las personas de todas las razas se puedan identificar y que puedan tener modelos a seguir. «Debemos ser determinados con este tema, esa es la única manera de que podamos cambiar a la sociedad», finalizó.