El riesgo del coronavirus sigue latente en cada rincón del mundo, es por ello que la prudencia será toda una obligación para el futuro cercano, especialmente en verano, sinónimo de vacaciones y también de salidas para disfrutar del clima que ofrece esta etapa del año.
De acuerdo con Carlos Rodríguez Mateo, médico y senador del distrito de Guayama, en Puerto Rico, “es fundamental que nuestra gente conozca prácticas de prevención para disfrutar de forma saludable”.
Así lo aseguró este viernes en entrevista exclusiva a través de Facebook Live con Ricardo Sánchez-Silva, director web de El Tiempo Latino.
En Estados Unidos, las playas pasan a ser lugares de uso masivo entre turistas y residentes de zonas con áreas de este tipo; no obstante, 2020 muestra un panorama diferente. La crisis desatada por la pandemia del coronavirus obligó a las autoridades a presentar una serie de recomendaciones para evitar un aumento violento en los contagios.
El galeno advirtió que personas con síntomas parecidos a los que presentan los pacientes con Covid-19 no deben ir a las playas, tampoco aquellas que estuvieron en contacto con afectados en un lapso menor de 14 días. Lo mismo aplica para quienes se sometieron a la prueba y no han obtenido respuesta.
En el caso de quienes están fuera de peligro y no representen riesgo en otros, la visita obliga a cumplir con normas claras: “deben estar separados a seis pies todas aquellas personas que no conviven en el mismo núcleo. Asimismo, el uso de las mascarillas fuera del agua es mandatorio para todos”, dijo el entrevistado.
El puertorriqueño hizo mención a las ya habituales normas presentadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, organismo que reforzó esto pensando en quienes buscan en las costas un momento agradable para dejar atrás el caos del virus.
De acuerdo con Rodríguez Mateo, “se debe limitar el uso de espacios pequeños, como los baños, y se deben desinfectar frecuentemente cada vez que entra y sale una persona”.
“Podemos divertirnos en verano, pero siendo prudentes y reconociendo que el riesgo todavía está latente”, añadió.
El médico aseguró que la flexibilización responde más a medidas económicas que de salud, por lo que la aplicación de las fases uno y dos en varios estados del país no implica que se ganara la batalla al brote; todo lo contrario, este momento será clave para acabar con un posible efecto rebote en los casos positivos y muertes.
“No podemos echar por la borda lo que hemos logrado con tanto sacrificio en tres meses”, reflexionó.
En Puerto Rico –detalló– la flexibilización en playas va para una semana, lapso en el que vio que muchos usuarios no aplicaban las prácticas universales de higiene; no obstante, destacó que haber tomado medidas a tiempo frenó un posible alto números de contagios y muertes: “esto demuestra que estas normas y el distanciamiento social dan resultado, como lo estamos viendo en Puerto Rico”.
Para la fecha, la isla acumula 6.195 casos positivos de la pandemia y 147 muertes.
Sobre esto, indicó que las cifras demuestran que donde se aplicaron políticas saludables hubo mayor éxito respecto a aquellos casos en donde fueron más flexibles. “Hay que atender este asunto como lo que es y llevar el mensaje de que la responsabilidad por la salud es individual. Los gobiernos pueden reglamentar y regular para ayudar a garantizar el bienestar, pero si queremos acabar con la cadena de contagio y decir en un futuro que estamos cerca de vivir lo que vivíamos antes, tenemos que poner de nuestra parte”.
Para ampliar información reproduce la entrevista a continuación: