Escribimos para responder con fuerza al último ataque barato del columnista Scot Lehigh de El Boston Globe hacia el Representante Joe Kennedy III («Joe Kennedy mira profundamente dentro de sí mismo y descubre una cabeza fría en un momento de crisis», Opinión, 1 de mayo).
Escribimos desde Chelsea, el corazón de la pandemia de COVID-19 en Massachusetts. Escribimos desde un lugar obligado a respirar aire sucio, viajar en autobuses abarrotados y dormir en viviendas insuficientes porque décadas de injusticia sistémica han tratado a nuestra gente como menos que, mientras que a solo unas pocas millas de distancia, relucientes rascacielos salpican el puerto marítimo.
Chelsea está siendo golpeado fuertemente en este momento. Y antes de que alguien escribiera historias de primera plana sobre lo que le está sucediendo a nuestra ciudad, apareció un funcionario federal electo: Joe Kennedy. Ni siquiera representa a nuestro distrito en el Congreso. Pero él vino en nuestra ayuda de todos modos.
Hace casi un mes, usó sus canales digitales expansivos para realizar una transmisión de emergencia destacando lo que está sucediendo aquí. Dejó que los líderes locales hablaran. Hizo preguntas y escuchó. Envió correos electrónicos urgentes para contarle al mundo lo que le está sucediendo a Chelsea y recaudar decenas de miles de dólares para las organizaciones que proporcionan alimentos y suministros esenciales a nuestros residentes necesitados.
Como resultado del foco de atención aqui en Chelsea, medios como este (The Boston Globe) comenzaron a prestar atención. Los equipos de televisión comenzaron a transmitir desde nuestras calles. Otros funcionarios electos comenzaron a ver y escuchar lo que sucedía en esta pequeña comunidad de 1.8 millas cuadradas.
Ese tipo de liderazgo podría ser forraje para columnas sarcásticas. Para los residentes de Chelsea, es un salvavidas.
Firman:
Concejales Electos de la Ciudad de Chelsea, Massachusetts
Roy Avellaneda, Presidente del Consejo
Judith Garcia, Vice Presidente del Consejo
Esta carta fue también enviada al editor de el Boston Globe que puede leerla haciendo click aqui.
