Un trabajo sostenido desde 1999 sirvió para que Nicolás Maduro y el resto de los integrantes del Cártel de los Soles corrompieran las instituciones legítimas de Venezuela en una clara práctica de abuso para con el pueblo venezolano. No escaparon de estas acciones el ejército, el aparato de inteligencia, la legislatura y el poder judicial, a las cuales pusieron a su servicio con el objeto de facilitar la importación de toneladas de cocaína a los Estados Unidos.
Así lo refiere la acusación que el pasado 26 de marzo de este 2020, formularon contra Nicolás Maduro y catorce funcionarios y exfuncionarios de su gobierno por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Se deja sentado que el denominado Cártel de los Soles actuó en procura, no solamente solo enriquecer a sus miembros y mejorar su poder, sino también «inundar» a los Estados Unidos con cocaína e infligir los efectos nocivos y adictivos de la droga en sus habitantes.
Los cargos que se les imputa son:
i) Participar en una conspiración narcoterrorista, que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 20 años de prisión y un máximo de cadena perpetua;
ii) conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos, que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 10 años de prisión y un máximo de cadena perpetua;
iii) usar y transportar ametralladoras y dispositivos destructivos durante y en relación con, así como poseer ametralladoras y dispositivos destructivos en apoyo de las conspiraciones de narcotráfico e importación de cocaína, que conlleva una sentencia mínima obligatoria de 30 años y un máximo de toda la vida en prisión;
y iv) conspirar para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante y en relación con, y poseer ametralladoras y dispositivos destructivos en apoyo de las conspiraciones de narcotráfico e importación de cocaína, lo que conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua en prisión.
Refiere la acusación que Marín Arango y Hernández Solarte, líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, desde aproximadamente 1999, cuando el grupo guerrillero pretendía negociar la paz con el gobierno colombiano, acordaron con los cabecillas del Cartel de los Soles reubicar algunas de las operaciones de las FARC en Venezuela bajo la protección de dicho cartel.

Imagen cortesía de Maibort Petit.
Luego de esto —continúa la acusación— las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Cartel de los Soles enviaron cocaína procesada desde Venezuela a los Estados Unidos a través de puntos de transbordo en el Caribe y América Central, como Honduras.
Las estimaciones del Departamento de Estado respecto a la circulación que la cocaína tenía en Venezuela, por ejemplo, para el año 2004, fue de 250 o más toneladas anuales. Desde la costa venezolana saldrían los envíos marítimos utilizando embarcaciones rápidas, barcos de pesca y porta-contenedores.
Entretanto, los envíos aéreos se hacían desde pistas de aterrizaje clandestinas, típicamente hechas de tierra o hierba, concentradas en el Estado Apure. El Departamento de Estado de EE. UU. cree que unos 75 vuelos no autorizados sospechosos de actividades de narcotráfico ingresaron al espacio aéreo hondureño solamente en 2010. Era lo que se conoce como la ruta de cocaína «puente aéreo» entre Venezuela y Honduras.
Como líder del Cártel de los Soles, Nicolás Maduro Moros habría negociado envíos de múltiples toneladas de cocaína producida por las FARC y, supuestamente, ordenó que dicho cartel proporcionara armas de grado militar al grupo guerrillero. También habría coordinado asuntos exteriores con Honduras y otros países para facilitar el tráfico de drogas a gran escala. Supuestamente, solicitó asistencia de los líderes de las FARC para capacitar a un grupo de milicianos no autorizados que funcionaba, en esencia, como una unidad de las fuerzas armadas para el Cártel de los Soles[1].
¿Qué es el Cartel de los Soles?
El “Cártel de los soles” fue un nombre que empezó a ser utilizado por primera vez en 1993, durante el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, cuando dos generales de la Guardia Nacional Bolivariana, Ramón Guillén Dávila (jefe antidrogas) y su sucesor Orlando Hernández Villegas, fueron investigados por tráfico de drogas y delitos conexos. Cada uno portaba en sus hombros la insignia de un solo sol que caracteriza a los generales de brigada, dando lugar al nombre “Cártel del Sol”.
Con los años, y las investigaciones que se realizaron, se determinó que hubo una ampliación de la participación de generales de otros componentes de las Fuerzas Armadas, particularmente de generales de división de la Guardia Nacional en operaciones de narcotráfico y otras actividades delincuenciales, tras lo cual se empezó a definir como el Cártel de los Soles. En un principio, la participación de los militares en actividades de narcotráfico se limitaba a recibir coimas para prestar seguridad a los miembros de los cárteles colombianos y mexicanos, y a cuidar los cargamentos de drogas, evitando hacer decomisos en aquellas envíos que pagaban los sobornos, pero tras la llegada al poder de Hugo Chávez, se produjo una ampliación de las operaciones y de la participación de las Fuerzas Armadas Bolivarianas venezolanas en el negocio del narcotráfico, creándose las conexiones directas con proveedores y en gran parte no movían ni almacenaban cocaína ellos mismos, con el apoyo de las FARC.
En los años sucesivos, las vinculaciones de los militares venezolanos con los carteles se ampliaron, en esa misma medida el crimen organizado trasnacional fue penetrando la élite política y ganando espacios de poder y de gestión en el gobierno.
Un testigo
El 18 de agosto de 2015, en el diario ABC de España informó que el ex-integrante de la Casa Militar y exjefe de seguridad de Hugo Chávez y Diosdado Cabello, a saber, el capitán de corbeta, Leamsy Salazar, había desertado y huido de Venezuela después de una ruptura con el chavismo. Cuando ya estaba fuera del territorio venezolano, en Estados Unidos, acusó una serie de prácticas delictivas —especialmente narcotráfico—que, supuestamente, tienen lugar en el seno de la alta jerarquía militar y gubernamental.
Salazar sostuvo fehacientemente que Diosdado Cabello estaba a la cabeza del Cartel de los Soles, organización constituida por oficiales de la Fuerza Armada venezolana de la cual el expresidente de la Asamblea Nacional y ahora de la Asamblea Nacional Constituyente, sería líder.
De acuerdo a su declaración, Leamsy Salazar, dijo haber visto “situaciones y conversaciones que incriminan” a Cabello, “En concreto, le vio dar órdenes directas para la partida de lanchas cargadas con toneladas de cocaína y ha aportado evidencias sobre lugares donde se almacenan montañas de dólares en efectivo procedentes de ese negocio ilícito, según las fuentes conocedoras de la investigación, llevada a cabo por la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) de EE.UU.”, refirió el citado diario español que también da cuenta de la aseveración del ex-escolta que involucró igualmente a Tareck el Aissami, exgobernador de Aragua y ex-vicepresidente ejecutivo, así como a José David Cabello, superintendente del Seniat, quien estaría a cargo de las finanzas del cártel.
Salazar aseguró que PDVSA supuestamente es usada para lavar el dinero proveniente del narcotráfico y acusó que un hijo de Hugo Chávez y al hijo de quien fue embajador de Cuba en Caracas hasta 2009, Germán Sánchez Otero, de traficar estupefacientes[2].
FANB: De la permisividad a la participación directa
Desde entonces comenzaron a hacerse públicos diversos informes e investigaciones que daban cuenta de las actividades de dicho cartel, como, por ejemplo, los presentados por el Centro de Investigación de Crimen Organizado (Insigth Crime), donde se indica que en Latinoamérica las empresas criminales se dedican al narcotráfico con el objetivo de financiarse. En Venezuela se da la particularidad de que esta actividad delictiva se maneja desde el interior del propio gobierno de Nicolás Maduro, quien a través del tráfico de cocaína se afianza en el poder.
Y es que, en esta nación, al parecer a los elementos corruptos del gobierno les pareció insuficiente la permisividad que se mantenía frente a otros actores del narcotráfico y, por tanto, decidieron asumir el protagonismo y participar directamente en el negocio.
Fue en 1993 cuando comenzó a hablarse del Cartel de los Soles, luego de que “dos generales de la Guardia Bolivariana, el jefe antinarcóticos Ramón Guillén Dávila y su sucesor Orlando Hernández Villegas, fueron investigados por narcotráfico. Hoy en día, se emplea ese nombre para describir a todos los funcionarios del gobierno implicados en el tráfico de narcóticos. Y hay muchos, diseminados en todos los organismos del Estado”.
Las investigaciones de InSight Crime contabilizan 123 archivos que reseñan la actividad criminal de altos oficiales, activos o retirados, en tráfico de cocaína que “por motivos legales” no se publican de manera completa, sino que se limita a dar a conocer “algunos datos de aquellos contra quienes creemos tener evidencia muy sólida”. Este centro de investigación sostiene que Maduro, en lugar de castigar a los incursos o acusados, los promueve de modo que, ante cualquier amenaza de caída del régimen, estos trabajen en su favor.
Entre las figuras más prominentes del oficialismo marcados con el estigma del narcotráfico a que Insight Crime hace referencia, está, en primer lugar, Diosdado Cabello, de quien fuentes del Departamento de Justicia de Estados Unidos le habrían referido bajo condición de anonimato que “este tipo está metido hasta el cuello en todo tipo de actividades ilegales en Venezuela y estamos armando un caso contra él. Pero sabe cómo protegerse y mantener distancia del trabajo sucio”.
En sus inicios por los años ’90 la participación militar se limitaba a la permisividad, tropas de la Guardia Nacional mantenían alianzas con narcotraficantes permitiéndoles movilizar la mercancía a cambio de sobornos. Para ese entonces, no había conexión directa entre el sector castrense y los proveedores de la droga. Para el año, 2000 sectores del ejército y de la GN ya tenían un papel más activo, constituyéndose células que comenzaron a comprar, almacenar, transportar y vender cocaína. El Plan Colombia, alianza entre Estados Unidos y el gobierno neogranadino para el combate del narcotráfico, obligó a los guerrilleros de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) movieran sus operaciones a territorio venezolano. Igualmente, el proceso de paz en 2002 y el golpe de estado que defenestró del poder brevemente a Hugo Chávez, hicieron que este último estableciera un riguroso control en torno a él y entregó importantes posiciones de gobierno y administración al sector militar. En 2005, el mandatario expulsó a la DEA de Venezuela y puso fin a los proyectos antinarcóticos financiados por Estados Unidos. En 2008, la Oficina de Control de Activos Extranjeros sancionó a Hugo Carvajal, a Henry Rangel Silva y a Ramón Rodríguez Chacín y posteriormente, en 2011, a Cliver Alcalá Cordones, a Freddy Bernal, a Ramón Isidro Madriz Moreno y a Amílcar Figueroa Salazar. El cartel fue consolidándose y en 2014 la OFAC nombró al exjefe de inteligencia Hugo Armando Carvajal Barrios, quien posteriormente fue arrestado por fuerzas de seguridad en Aruba bajo requerimiento de las autoridades estadounidenses. Sin embargo, fue dejado en libertad rápidamente después de la intervención del gobierno holandés. Los incidentes y escándalos siguieron hasta que Leamsy Salazar huyó e hizo las revelaciones de que hemos dado cuenta[3].
Un reportaje del The Wall Street Journal, publicado en mayo de 2015, aseguró que fiscales de los Estados Unidos investigaban a Diosdado Cabello por narcotráfico y por ser jefe del cartel de los Soles[4]. Precisó la publicación que Leasmy Salazar, entre otros, suministró pruebas de estos hechos, subrayando el importante papel de Cabello en el narcotráfico en Venezuela. El militar demandó al periódico estadounidense por difamación, pero un tribunal le negó tal demanda.
El Centro de Investigación también hace mención a Tareck El Aissami, como el segundo hombre más importante del gobierno venezolano, quien supuestamente también participa del narcotráfico; menciona al Mayor General, Néstor Reverol, exministro de Relaciones Interiores y excomandante de la Guardia Nacional Bolivariana, imputado por narcotráfico en Estados Unidos, quien “alertó a narcotraficantes de operativos contra ellos, obstruyó investigaciones, puso en libertad a narcos arrestados y se aseguró de que se devolviera narcóticos incautados a los traficantes”. Cilia Flores, esposa de Maduro es citada al relacionarla con el caso de sus sobrinos condenados por tráfico de cocaína en Estados Unidos, así como por su hijo, Walter Jacob Gavidia, también señalado por sus actividades irregulares.
Subraya Insight Crime que la relación del Cartel de los Soles con las FARC fue decisiva “en el desarrollo del narcotráfico en Venezuela”, pues a pesar de haberse desmovilizado el grupo guerrillero en 2017, mantiene un gran número de sus integrantes territorio de Venezuela desde donde siguen con actividades narcotráfico con miembros del referido cartel.
Antes que Leasmy Salazar, otra persona había hablado del Cartel de los Soles, a saber, el narcotraficante venezolano, Walid Makled, quien tenía nexos con miembros del ejército, entre ellos, el exgeneral de la Guardia Nacional y exgobernador de Carabobo, Luis Felipe Acosta Carles, el general Alexis Maniero, exjefe del 7° Comando Regional del Ejército en el estado de Sucre, quien lo dotó de credenciales oficiales. El narcotraficante aseguró que pagaba USD 50.000 semanales a Hugo Carvajal, y también mencionó entre sus colaboradores el general de la Guardia Nacional Bolivariana, Dalal Burgos, y al excapitán Ramón Rodríguez Chacín, exministro del interior y de justicia. Aunque Makled admitió que no mantuvo relación directa con Hugo Chávez, dijo que sí había hablado con parientes muy cercanos al mandatario[5].
Maduro es el líder del Cartel de los Soles
Tal como se sostiene en la acusación, la fiscal del Distrito Sur de la Florida, Ariana Fajardo, refirió en una entrevista que Nicolás Maduro, es el líder del Cártel de los Soles, afirmación que hace sustentada en las evidencias que dieron pie a levantar los cargos contra este y 14 funcionarios y exfuncionarios de su administración.
Precisó que, a Maduro, particularmente, se le imputa por narcotráfico y tráfico de armas. “Esos cargos tienen que ver con la conspiración que él tiene como líder del Cártel de los Soles y el acuerdo que él tiene con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) (…) Se alega que Maduro es el líder del Cártel de los Soles. Entonces, son las personas que trabajaban debajo de él que hacen las negociaciones con las FARC. Esas son las alegaciones”.
Fajardo se remite a 2006 y 2013 cuando Maduro ejercía como ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, tiempo en el que se consolidó su relación con el tráfico de drogas. “Toneladas de cocaína que salieron de Venezuela, en el 2006, fueron a México y fueron incautadas por las autoridades mexicanas y Venezuela tuvo que intervenir en esta situación”.
En 2013, precisa la fiscal Fajardo, Nicolás Maduro debía estar en Estados Unidos para participar en una reunión de la Organización de Naciones Unidas (ONU), participación que canceló a último momento porque, como había ocurrido en 2006, “esta vez Francia había incautado unas toneladas de droga del Cartel de los Soles”.
Fajardo subraya que Maduro permitió que las FARC entraran y operaran en Venezuela y, además de brindarles espacio y dinero para traficar, también le suministraron armas y protección[6].
CITAS
[1] Department of Justice. Office of Public Affairs. “Nicolás Maduro Moros and 14 Current and Former Venezuelan Officials Charged with Narco-Terrorism, Corruption, Drug Trafficking and Other Criminal Charges”. 26 de marzo de 2020. https://www.justice.gov/opa/pr/nicol-s-maduro-moros-and-14-current-and-former-venezuelan-officials-charged-narco-terrorism
[2] ABC. “El jefe de seguridad del número dos chavista deserta a EE.UU. y le acusa de narcotráfico”. 18 de agosto de 2015. https://www.abc.es/internacional/20150127/abci-venezuela-cabello-eeuu-201501262129.html
[3] InSight Crime. “Cartel de los Soles”. https://es.insightcrime.org/venezuela-crimen-organizado/cartel-de-los-soles-perfil/
[4] The Wall Street Journal. “Venezuelan Officials Suspected of Turning Country into Global Cocaine Hub”. 18 de mayo de 2018. https://www.wsj.com/articles/venezuelan-officials-suspected-of-turning-country-into-global-cocaine-hub-1431977784
[5] Insight Crime. “Narcotráfico en el régimen venezolano: El ‘Cartel de los Soles’”. 17 de mayo de 2018. https://es.insightcrime.org/investigaciones/narcotrafico-en-el-regimen-venezolano-el-cartel-de-los-soles/
[6] Voz de América. “La fiscal del Cartel de los Soles y las evidencias contra Maduro”. 3 de abril de 2020. https://www.voanoticias.com/a/fiscal-del-distrito-sur-de-florida-hay-mucha-mucha-corrupcion-que-viene-venezuela-/5355441.html