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Médico venezolano dirige las primeras pruebas clínicas de tratamiento de COVID-19 en Boston

El Massachusetts General Hospital y el Brigham and Women’s Hospital, dos centros de salud de prestigo en la ciudad de Boston, están llevando a cabo ensayos clínicos con un medicamento que representa la mejor esperanza para el tratamiento rápido de las personas infectadas con el nuevo coronavirus actualmente.

El principal investigador en el Brigham and Women’s es el médico infectólogo venezolano Francisco Marty, profesor asociado de medicina en Harvard Medical School. «Sentimos la responsabilidad de hacer un buen trabajo», dijo Marty al Boston Globe. «Es clave porque si el medicamento funciona, estará disponible para mucha más gente».

Llamado Remdesivir, el medicamento que se está probando no ataca directamente al virus específico (COVID-19), sino la forma en que el virus se replica y se propaga dentro de un organismo. Los experimentos van a ayudar a determinar si esta medicina alivia problemas respiratorios y otros síntomas de COVID-19, y ayuda a los pacientes a abandonar el hospital antes.

La prueba del Remdesivir es el primer experimento clínico que se lleva a cabo en Estados Unidos, con patrocinio del National Institute of Allergy and Infectious Diseases, que es parte del National Institute of Health (NIH), y el MGH es el único hospital de Nueva Inglaterra participando, aunque hay participantes en más de 50 hospitales en todo el país. Otros experimentos con este medicamento se están llevando a cabo en China.

El primer paciente se unió al experimento clínico el domingo en el MGH, según reportó The Boston Globe, y ya el miércoles se habían unido dos personas más. No todos los participantes del estudio reciben el medicamento. La mitad de ellos recibe el Remdesivir, y la otra mitad recibe un placebo. De esta manera, los investigadores pueden determinar si un medicamento ofrece mejores resultados que simplemente no hacer nada.

Por su parte, el Brigham and Women’s comenzó a reclutar pacientes el jueves, y esperan que rápidamente podrán inscribir 1,000 pacientes. «Da miedo la rapidez con la que se pero por otro lado, si hacemos un buen trabajo, en un mes o dos deberíamos poder saber si esto funciona y llevarlo a la FDA para su aprobación, y si no funciona, probar otra cosa».

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