Este lunes hubo casi 20,000 nuevas solicitudes de desempleo en Massachusetts, un total que eclipsó todas las solicitudes hechas en febrero (17.283), a medida que la propagación del nuevo coronavirus fortalece su control sobre la economía estatal.
La avalancha de solicitudes se ha producido un día después de la orden del gobernador Charlie Baker de que los restaurantes y bares sólo pueden tomar órdener de comida para llevar o para hacer delivery, una medida asombrosa que esencialmente sacrificó una gran parte de la economía estatal para detener la propagación de COVID-19. Otros trabajadores contratistas que cobran por hora también se han visto seriamente afectados.
Los legisladores, tanto locales como federales, se apresuran a aprobar paquetes de estímulo que mantendrían a flote la economía. Sin embargo, la bolsa de valores no ha experimentado un buen día, lo que es un signo de la inestabilidad y desconfianza en el futuro de la economía.
Baker ha propuesto renunciar al tiempo de espera de una semana para los beneficios de desempleo, al tiempo que establece un fondo de préstamos de emergencia para pequeñas empresas que repentinamente han visto reducir sus ingresos a la mitad, o menos.
