El nuevo virus COVID-19 y su expansión en el mundo mantiene en pánico a la mayoría de la población; sin embargo, la letalidad del coronavirus es baja y los síntomas son iguales a los de una influenza. Para esta enfermedad no hay vacuna y su comportamiento está en constante investigación, explicó ayer el representante en El Salvador de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carlos Garzón.
“La letalidad por esta enfermedad ha variado entre dos y tres. Actualmente está en 3,4%. Eso quiere decir que de 100 personas (enfermas) fallecen tres. La mayoría de estas muertes se da en personas mayores de 60 años. Y se sigue aprendiendo del virus”, declaró Garzón, reseñó elsalvador.com.
Según el funcionario de la OPS, el riesgo de muerte por el nuevo coronavirus es bajo con respecto a los virus del SARS y MERS que ha sido de 10% o 37%.
La letalidad es la cantidad de personas que fallecen en relación con el número de casos confirmados por la enfermedad, explicó Garzón, quien advirtió que aunque la letalidad del coronavirus es baja es importante.
Según los registros de las diferentes pandemias (enfermedades epidémicas a nivel mundial) que han causado mayor riesgo de muerte, el COVID-19 se encuentra entre las enfermedades que menor letalidad causa y es considerado aún una epidemia, frente al virus que tienen mayor riesgo de muerte como la rabia, con un 95%.
Además, permanece por debajo de la leptospirosis (enfermedad causada por consumir agua contaminada con orines de animales), que causa la muerte de 10 personas por cada 100 que contraen la enfermedad.
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El infectólogo Jorge Panameño expone que en el país hay mayor posibilidad de morir por un dengue o una influenza que por coronavirus, sin embargo, no desestima que las muertes por coronavirus se puedan dar.
Según el especialista en enfermedades infecciosa, “la letalidad del coronavirus está entre 2% y 3%. Lo interesante de esto que la mortalidad de esta enfermedad fuera de China ha sido menor a 1%”.
El infectólogo Iván Solano Leiva compara la situación del nuevo virus con los registros de neumonías en el país.
“Tratando de comparar la letalidad por neumonía anda alrededor de un 7% que es superior al COVID-19 que ahorita anda en un 3%. En ese sentido es mas letal una neumonía”, declaró Solano Leiva.
Además, añadió la letalidad de la pandemia de gripe por influenza AH1N1 ocasionó que medio millón de personas murieran, en el ámbito mundial, en 2009.
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El mayor acceso a información sobre el comportamiento de la enfermedad, que existe actualmente, ha sido un factor a favor de las entidades de Salud para que desarrollen las acciones de prevención y retrasen la llegada del virus.
A diferencia de la infecciones respiratorios, que afecta los dos extremos de la vida, en los estudios del COVID-19 no hay reporte de muertes de niños por el nuevo virus.
“Han fallecido de 15 años en adelante, pero los más pequeños entre 0-9 años, presentan un cuadro clínico extremadamente leve, algunos ni cuadro clínico hacen”, dijo Panameño, quien comentó que es muy temprano para conocer del porqué ese comportamiento.
Hay posibles teorías, que la circulación del virus en los últimos días haya mutado, “parecen diferentes cepas (coronavirus), en un 70% de los casos circulan cepas más agresivas, y un 30% que las cepas son menos agresivas”, expuso Panameño.
Según la investigación del Centro de Prevención de Enfermedades de China (CCDC), alrededor de 80,9% de las infecciones del nuevo coronavirus se clasifican como leves, 13,8% como graves y solo 4,7% críticas, lo que incluye insuficiencia respiratoria y multiorgánica, y luego shock séptico.
“Ciertos detalles que parece predominar es que va a causar letalidad en los pacientes que tienen tres condiciones específicas, la primera es la edad. La letalidad va subiendo a partir de los 60 años y alcanza sus mayores niveles después de los 80 años. A dónde llega al 15 %”, comentó el infectólogo.
Tanto Panameño como Solano Leiva coinciden en que la información proporcionada por las investigaciones de los Centros de Control de Prevención de Enfermedades de países como China, Estados Unidos y Alemania, indican que hay buenas noticias sobre el COVID-19, entre estas que la mayoría de las enfermedades por el virus fuera de China es leve.
Es importante la forma en que se abordará la enfermedad en los casos de gravedad, como por ejemplo personas mayores de 60 años o que tienen afecciones de salud como males cardíacos, pulmonares o diabetes.
“Sabemos que 80% (de contagiados con COVID-19) no van a requerir ni siquiera hospitalización. Que se puede manejar en su casa bajo condiciones apropiadas y debemos centrarnos en aquellos que se saben tienen riesgo de fallecer por la enfermedad. Eso ayudaría a reducir la carga de pacientes que puede padecer la enfermedad. Por lo menos yo preveo que se quintuplique la necesidad de atención de pacientes con enfermedades respiratorias requiriendo cuidados especiales”, opinó Panameño.
Entonces ¿si la incidencia de muerte por el nuevo virus es baja porque hay tanta incertidumbre de muerte por la enfermedad?
Según Panameño la causa es el alto de contagio del nuevo coronavirus y la falta de información por parte de las autoridades de Salud, que son las fuentes oficiales, y eso ha ocurrido desde que se originó la circulación del virus en China.
“Tenemos un sistema de salud débil ..Esta situación hace que nos vuelva más vulnerable, pero nadie a nivel mundial estaba preparado, ni las naciones con más recursos económicos, ahí tenemos a China. La situación es que si podemos prever el comportamiento del virus porque hay datos, se puede ver cuál es el comportamiento del virus y sabremos la tasa de letalidad, la tasa de contagiosidad. Eso permite tener planes articulados con base a esos conocimientos”, indicó Panameño.
Añadió que el mal manejo de información crea pánico en la población y puso como un buen ejemplo Alemania en donde hay 130 casos reportados, “allá no hay pánico. En este país la ciudadanía tiene confianza en sus instituciones porque comenzaron a manejarlo con claridad e informaron el tipo de tratamiento, los lugares de aislamiento”, dijo.
Carlos Garzón, de la OPS, informó que el coronavirus, “es otro virus más como los son los de la influenza A, B. Adenovirus, virus Sincitial Respiratorio y todos se manifiestan como una enfermedad gripal”.
Sin embargo, si tiene alto contagio por lo cual es importante la detección del primer caso. Para el coronavirus no hay tratamiento específico y las medidas que se toman en el aspecto clínico coinciden con las de cualquier otra enfermedad respiratoria.
“El cuidado que cada uno tenga será la única manera para poder detener la progresión rápida de la enfermedad que es de muy alta transmisibilidad. Las personas enfermas y asintomáticas ya han trasmitido el virus, de manera que las medidas personales son importante, como el lavado de manos”, dijo Garzón.
Fuente: elsalvador.com.