La presentación de los argumentos de apertura del juicio contra Harvey Weinstein, el poderoso productor de cine señalado por más de 80 mujeres de ser un abusador con sus víctimas, puso sobre las mentes de los jurados un personaje de una película con doble cara, por un lado «un violento depredador sexual» y por el otro, «un hombre inocente que es víctima de acusaciones infundadas que buscan una recompensa económica».
Este miércoles, en la Corte Suprema de Nueva York, los fiscales federales iniciaron lo que está siendo considerado como el punto de honor del Movimiento #MeToo que denuncia y busca justicia contra los abusos sexuales y las violaciones que han sufrido las mujeres del mundo.
La fiscal de Manhattan, Megan Hast sostuvo frente al jurado que el productor de cine y ganador del Oscar, «se convirtió en un vicioso depredador sexual que ataca a mujeres indefensas sin preocuparse más allá de su propio placer retorcido».
Vestido con un elegante traje negro, Weinstein, permaneció en su asiento silencioso, mirando la escena en la que se debate su futuro. Señalando al ex-poderoso cineasta, la fiscal detalló al jurado las presuntas agresiones sexuales cometidas por el acusado contra Annabella Sciorra y otras dos víctimas en Nueva York que son las demandantes de este caso.
En una mañana extremadamente fría en la ciudad de Nueva York, Weinstein llegó a la corte sin el caminador que había usado durante los días de la escogencia del jurado. La sala de la audiencia y las afueras de la corte estuvieron atestadas de periodistas quienes -por ahora- ganaron la partida a la defensa que pretendía mover el caso a otra jurisdicción, alegando que la presencia de los medios y otros factores presentes en la Gran Manzana «no garantizaban las condiciones óptimas para un proceso justo».
Weinstein está acusado de abuso y acoso sexual y violación. La fiscal Hast aseguró que el acusado era «un abusador y depredador sexual que repetidamente usaba su influencia para imponerse y dominar a las mujeres de su órbita».
«La evidencia que mostraremos en este juicio será y probará claramente que el hombre sentado allí no solo era un titán en Hollywood, sino un violador», dijo Hast señalando a Weinstein.
La fiscal describió detalles de varios asaltos sexuales del acusado con sus víctimas. Aseguró que antes de atacarlas, Weinstein «se inyectaba medicamentos para la erección en sus genitales». En otra ocasión, «apareció, sin ser invitado, fuera de la habitación del hotel de la actriz Annabella Sciorra. Estaba en ropa interior, con aceite de bebé en una mano y una cinta de video en la otra».
Hast fue más allá, señalando que el acusado era un depredador sexual «experimentado» con actrices vulnerables como su presa.
Asimismo, comentó que el acusado había usado «su poder y prestigio en la industria del entretenimiento para garantizar el silencio de sus víctimas». Explicó que «los testimonios de las mujeres coinciden en que las mujeres sentían vergüenza y humillación después de los violentos encuentros sexuales con Weinstein.»
Hast aseguró que Weinstein había atentado contra Miriam (Mimi) Haleyi en varias oportunidades en su trabajo. Haleyi era una asistente de producción que acusó al cineasta de haberla forzado a tener sexo con él en 2006.
«La obligó a participar en un acto sexual en su apartamento, a la fuerza la empujó en la cama y luego de usarla la dejó inmóvil».
La fiscal también se refirió a la actriz, Jessica Mann, asegurando que la mujer «había tenido encuentros sexuales con Weinstein durante varios años». Anunció frente al jurado que Mann forma parte de la lista de testigos, «Weinstein la violó varias veces, y en una oportunidad la dejó como una «muñeca de trapo» en su habitación de hotel en marzo de 2013″.
Otra de las mujeres mencionadas fue la actriz Annabella Sciorra, que también testificará y contará a los jurados que fue «violada violentamente» por Weinstein en el invierno de 1993-94, dejándola «emocional y físicamente destruida».
Hast acusó a Weinstein de haber presionado a sus presuntas víctimas para que no denunciaran sus acciones criminales a la justicia.
La defensa reitera tesis de sexo consensuado
Durante la presentación de los argumentos de la defensa su abogado, Damon Cheronis dijo que Weinstein sólo había entablado relaciones consensuadas con sus acusadoras y que nunca las había forzado a tener encuentros con él.
Para comprobar su tesis, Cheronis refirió que una de las acusadoras solía llamar a Weinstein «su novio casual» y en ocasiones calificaba su relación con el acusado como «amorosa».
Cheronis manifestó que un correo electrónico enviado por Mann al acusado, en el año 2017, la mujer le decía a Weinstein: «Te amo, siempre lo hago. Pero odio sentirme como una llamada de botín».
Explicó que no era con ese lenguaje que se trataba a «los depredadores, a los abusadores».
El abogado señaló que la acusación interpuesta de la fiscalía «tendía a desmoronarse» porque el caso debe estar basado en evidencias y que si bien el movimiento #MeToo ha generado transformaciones en la sociedad, en el caso de Weinstein «la verdad evidenciada no se puede cambiar».
El juicio de Weinstein se espera concluya a principios de marzo.
El juez del caso advirtió a los jurados que el caso del productor de cine debe decidirse en base a las evidencias presentadas por la fiscalía, y que en ningún caso podría convertirse en una especie de referéndum para el movimiento #me Too, por lo cual les instruyó a seguir sus instrucciones, y escuchar con atención los argumentos expuestos por las dos partes.
Weinstein goza de libertad condicional tras el pago de una fianza de un millón de dólares. En agosto de 2019, se declaró no culpable de dos cargos de agresión sexual depredadora en el caso de la actriz Annabella Sciorra.
Asimismo, Weinstein se declaró no culpable de los otros cargos de violación, abuso y agresión sexual ante la Corte Suprema de Nueva York.
De ser hallado culpable, el célebre productor de Hollywood podría ser condenado a cadena perpetua.