Un ex ejecutivo de una compañía farmacéutica fue sentenciado este lunes a 33 meses en una cárcel federal, por haber participado en un esquema de sobornos y comisiones clandestinas que, según los fiscales de Massachusetts, ayudó a alimentar la epidemia nacional de opiáceos.
En la sentencia también fue castigado Michael Gurry, quien era el ex vicepresidente de Insys Therapeutics, a quien se le otorgó tres meses de libertad condicional. Además de una acción que le hará perder alrededor de $3.6 millones.
Se espera que el implicado también tenga que pagar una restitución que será determinada más adelante ante el tribunal.
El residente de Scottsdale forma parte de los siete ex líderes de la empresa que serán sentenciados este mes.
El caso contra el fundador de Insys, John Kapoor y sus asociados “fue considerado el primero que buscaba responsabilizar a un fabricante de opiáceos y a sus ejecutivos por la crisis de las drogas que se cobró casi 400 mil vidas en veinte años”.
Los fiscales aseguraron que los empleados de Insys pagaron millones de dólares en sobornos a los médicos de todo el país, para que estos recetarán de manera desmedida Subsys, un adictivo analgésico a base de fentanilo que ayuda a pacientes que padecen cáncer.
Señalaron que Gurry, como jefe del centro de reembolso de la compañía, ideó estrategias con las que engañó a las aseguradoras para que cubrieran los costos del medicamento que podrían acercarse a los $19 mil al mes.
Los fiscales declararon que Gurry autorizó a los trabajadores a “utilizar un conjunto de puntos de discusión con el fin de convencer a las aseguradoras de que el Subsys había sido prescrito al paciente para el dolor del cáncer”.
Desde el tribunal, el jefe del centro de reembolso se disculpó con los pacientes que se hicieron adictas a Subsys y sugirió no ser consciente de que se estaba prescribiendo de forma excesiva el fármaco.
Con información de Patch