Diciembre es un mes de celebración y reflexión. La celebración la dejo al gusto de cada quien. Mi reflexión si la comparto: América Latina al finalizar 2019, continúa siendo una de las regiones más desiguales del mundo, uno de los lugares con más altos niveles de corrupción y donde se exhiben, sin mucho pudor, flagrantes violaciones a los derechos humanos de sus ciudadanos ¿Casualidad? No creo. Las tres realidades son hilanderas del manto de nuestras desgracias. Son la trilogía que enciende las mechas del caos que vimos, caos exacerbado este año. Corrupción, desigualdad y violación a los derechos humanos forman, en distintas proporciones, el coctel de nuestra tragedia. Parte de nuestro reto es entender cómo se entrelazan. Aquí, yo solo pretendo convencerlos de su existencia.
Y es que no podemos esperar armonía donde no hay justicia. La violación constante a los derechos humanos y a la libre expresión por parte de gobiernos intolerantes, simplemente nos indigna a todos. Algunos encarcelan, amedrentan y torturan a quienes se atreven a criticarlos. Otros se hacen la vista gorda y permiten que las mafias que han penetrado sus hilos de poder, maten a sindicalistas, periodistas y ciudadanos inocentes con absoluta impunidad. Igualmente, permiten por interés propio que se enriquezcan jueces y fiscales, quienes supuestamente deben impartir justicia. Con el arma compartida del terrorismo judicial se dividen los productos de la extorsión practicada a cualquier inocente vulnerable que se les atraviese en su camino. Yo sé lo que digo, pues tengo dos hermanos privados de libertad en mi país por estas terribles violaciones a sus derechos. Sin embargo, ellos no son los únicos, pues en Venezuela hay miles sufriendo en silencio ante la mirada ciega y la actitud cómplice de desalmados miserables afuera y adentro.
Según el Barómetro Global de la Corrupción de Transparencia Internacional, Venezuela encabeza la lista de países corruptos en América Latina, donde el 50% de los encuestados afirmó haber pagado un soborno a lo largo del último año. El segundo puesto lo ocupa México con un 34% y, el tercero, Perú con un 30%. Según la misma encuesta, el país de la región en el que se pagan menos sobornos es Costa Rica (7%). En el segundo lugar se encuentra Barbados con un 9% y Brasil con un 11%.
Preocupa de manera particular la existencia de la extorsión sexual, en la cual las víctimas de bajos recursos, al carecer de medios para pagar en dinero o activos, son abusadas sexualmente a cambio de obtener servicios públicos como la atención sanitaria y educación. Uno de cada cinco encuestados víctimas de extorsión en América Latina, afirmó haberse enfrentado a este tipo de sobornos ¡Que horror!, la desigualdad y la corrupción coloca a los más pobres en situaciones más vulnerables para que sus derechos sean violados.
En el tema de la libertad de expresión encarnada por los periodistas, México se ha convertido en uno de los países mas peligrosos. Según el informe anual de Reporteros sin Fronteras, este año han sido asesinados 10 reporteros en ese país. Esa cifra representa un quinto de los 49 periodistas, quienes a nivel mundial han perdido trágicamente sus vidas en el ejercicio de su profesión este año.
Y si ampliamos el horizonte geográfico, América Latina es el continente más peligroso para la prensa, 14 periodistas muertos en total. Junto a los 10 crímenes registrados en México, otros dos asesinatos en Honduras, uno en Colombia y otro en Haití. No podemos dejar de mencionar, aunque fuese el año pasado, al periodista Nicaragüense, Ángel Gahona, quien perdió la vida por impacto de bala en la cabeza mientras cubría en vivo en la capital de ese país, las manifestaciones contra el régimen de Daniel Ortega.
Los deseos no bastan, debemos y podemos actuar desde donde estemos para luchar contra el círculo vicioso que nos imponen hoy la corrupción de nuestros gobiernos, la desigualdad y la violación a nuestros derechos humanos. Queremos desearles una Feliz Navidad para ustedes y sus seres queridos presentes y ausentes. Por una vida mejor y sin miedos para todos.