El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, (ONU), creó una comisión que investigará los abusos del régimen de Nicolás Maduro. Con esta decisión, Venezuela se convierte en el primer país latinoamericano al que se le abre este proceso.
La resolución, patrocinada por Colombia, Perú y Brasil, fue aprobada con diecinueve votos a favor, siete en contra y 21 abstenciones, entre ellas las de México y Uruguay.
«Permitirá la rendición de cuentas de los responsables de violaciones de los derechos humanos en Venezuela», destacó Carlos Foradori, embajador de Argentina ante la ONU en Ginebra y cuyo país fue uno de sus impulsores.
La comisión investigará las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes ocurridos desde 2014 en Venezuela, y presentará sus resultados al Consejo dentro de un año.
La resolución, que contó con el voto favorable de España y otros países de la Unión Europea que son miembros del Consejo de Derechos Humanos, urge por otro lado a las autoridades venezolanas a liberar inmediatamente a todos los presos políticos.
El embajador del Gobierno de Maduro, Jorge Valero, aseguró en el debate previo a la votación que la resolución era «una hostil iniciativa que vulnera los principios de respeto a la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos de los Estado».
Valero también atacó a los países del Grupo de Lima que promovieron la resolución, a los que acusó de ser vergonzantes súbditos del Gobierno de Donald Trump y de seguir al pie de la letra las instrucciones del imperialismo norteamericano.
Entre los argumentos presentados por el Grupo de Lima para defender su iniciativa, la delegación chilena destacó que la región latinoamericana también se ha visto impactada por la crisis social, económica y política que vive Venezuela, por el éxodo de más de cuatro millones de venezolanos sobre todo a países vecinos.