En medio de la campaña presidencial del próximo 27 de octubre, la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner fue enviada por un juez a juicio en medio de la investigación sobre una presunta red de sobornos de empresarios de la obra pública a altos funcionarios de su Gobierno.
El juez Claudio Bonadio decidió que la causa sea elevada a juicio oral, tras finalizar el proceso de instrucción, y reiteró un pedido de desafuero a Fernández, quien goza de inmunidad parlamentaria.
La Fiscalía estimó que en al menos 160 millones de dólares es el monto de los sobornos que también habrían sido pagados entre 2003 y 2007, durante el gobierno de su esposo, el ya fallecido Néstor Kirchner.
El juez, como ya ha hecho otras veces, solicitó al Senado que debata y apruebe el desafuero de la exmandataria (2007-2015), con el fin de que sea detenida y cumpla con la prisión preventiva que ya ordenó cuando dictó su procesamiento el 17 de septiembre del año pasado.
La exmandataria goza de fueros por su condición de senadora y no puede ser detenida, aunque sí juzgada y condenada. El Congreso ha rechazado hasta ahora debatir sobre un retiro de su inmunidad parlamentaria.
Con este son ya cuatro los casos elevados a juicio oral, entre estos uno por lavado de dinero a través de hoteles de la familia, en los que también están acusados sus hijos Máximo y Florencia. Contra la expresidenta hay 13 causas judiciales abiertas y siete pedidos de prisión preventiva.