El 14 de mayo generó un antes y después para la crisis política venezolana que podría tener resolución si Juan Guaidó, presidente interino del país, logra su ruta de cese de usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres.
Casi dos meses después los designados por Guaidó y del régimen de Nicolás Maduro vuelven a viajar, pero no a Europea, sino al Caribe. Es en Barbados donde se busca una solución a la crisis del país que según la Organización de Naciones Unidas, mantiene a siete millones de personas en riesgo de muerte.
La visita de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a Venezuela, desenmascaró al régimen de manera institucional. Se constató qué hay violación de derechos civiles y políticos y que Maduro arremete contra la dirigencia política, además de generar el colapso en el sistema de salud público.
Casi dos meses después y con 85% de la población clamando elecciones libres, según la consultora Datanalisis, Guaidó llega a una nueva mesa de negociación y la palabra elecciones parece tener prioridad.
«No participaremos en otro proceso de negociación si no hay indicios de que vamos a lograr el fin del régimen de Maduro», ha dicho el presidente encargado Juan Guaidó durante reiteradas oportunidades ante la pregunta de decenas de periodistas en Venezuela.

EFE
NEGOCIACIÓN. El régimen dice que busca la paz a través de diálogos pero Guaidó aclara que solo se generan los encuentros porque el fin de Maduro está cerca.
Parece que el panorama está claro. Una fuente cercana a Guaidó, relató a El Tiempo Latino el pasado 25 de junio que las elecciones están sobre la mesa y que serían generales. Es decir, elegir a un nuevo Presidente, diputados, gobernadores y alcaldes. ¿Qué falta? Decidir si la usurpación, como lo llama Guaidó, va a cesar o no.
Maduro dijo este domingo 7 de junio que en un proceso de negociación, ambas partes tienen que ceder intereses, lo que pondera la hipótesis del experto en negociación, Igor Cuotto, quien ha sostenido que para lograr una solución a la crisis del país, ambas partes deben poner en una balanza sus propuestas, pues la idea es que gane la población, Maduro se sienta ganador y Guaidó también.
La alergia del diálogo
Muchos venezolanos han desestimados encuentros entre el régimen de Maduro y quienes se oponen desde hace años, pues los principales actores de Maduro usan la retórica y neolengua para desmotivar a una población cansada del chavismo y desesperada ante la dictadura que se impone en el país. El encuentro más cercano fue en República Dominicana durante el año 2017 y tras un desacuerdo por parte de los actores políticos que representaban la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, quien era uno de los representantes de esos encuentro, impulsó unas elecciones de donde surgió una supuesta reelección de Maduro.
De allí el desconocimiento de la comunidad internacional y de los principales partidos políticos en Venezuela por carecer esos comicios de garantías para tener legitimidad. Ahora, en Noruega se dio un nuevo encuentro en mayo de 2019 y allí no había surgido alguna solución. La pregunta es, ¿Barbados se convierte en el lugar donde se negocia el fin del régimen? Habrá que esperar.
Todo este escenerio internacional se da en medio de un posible regreso del chavismo al parlamento nacional, según la fuente antes citada que dio la exclusiva a El Tiempo Latino. Otras piezas también se juegan: El presidente interino informó que la Asamblea Nacional aprobará que Venezuela se adhiera al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, (TIAR), además el Grupo de Contacto Internacional, el Grupo de Lima y la Unión Europea, también buscan una solución a la crisis que ha generado que al menos cuatro millones de venezolanos, haya huido del país tras la crisis económica.