Con casi tres horas de retraso dio inicio el ensayo general para el acto de traspaso de mando presidencial, que se realizará el próximo primero de junio frente a la fachada del Palacio Nacional, en el Centro de San Salvador. A tres días de la fecha, los preparativos del protocolo y la agenda parecen estar solventados. Sin embargo, la amenaza de lluvia puso en alerta a la organización del evento durante la prueba.
Una sensación de alarma invadió a los participantes del ensayo, cuando las primeras gotas de lluvia cayeron sobre la Plaza Barrios. Desde hace varios días, carpetas de plástico negro se han utilizado para resguardar partes del escenario y del equipo de audio y video. Una leve llovizna obligó a parar el ensayo y repetir una parte del mismo. La escolta militar se mantuvo firme.
“Ojalá la lluvia de tiempo de que haga el evento porque sino todos nos vamos a mojar”, expresó uno de los ciudadanos que se detuvo frente a la plaza para observar los preparativos. Como él, fueron decenas de capitalinos los que, paraguas en mano, hicieron pausa en su rutina para ver de cerca lo que sucedía sobre la tarima frente al Palacio Nacional. Algunos, como Alfredo aguilar, llegaron desde temprano.
“Vine a las ocho y media de la mañana”, expresó con algo de inconformidad por el retraso en el inicio del evento. ”Yo quise venir a ver pero creo que al final me terminaré yendo para la casa porque ya es tarde”, añadió. Varios de los asistentes sostuvieron que llegaron al ensayo pues el sábado creen que no podrán acercarse tanto a la tarima.
Fuerte dispositivo de seguridad
Alrededor de las once y media de la mañana, la banda de paz anunció el comienzo del ensayo. La amenaza de tormenta seguía latente. ”Es bonito que se haga esta ceremonia con el pueblo porque nunca se había hecho así, pero deberían de considerar que estamos bajo una época lluviosa”, mencionó Elizabeth Dimas, quien se detuvo a escuchar la práctica de la banda.
Los múltiples cierres de las calles aledañas han modificado la dinámica del Centro Histórico. Fuertes dispositivos de seguridad son visibles en casi todas las esquinas. Agentes de la policía y soldados rondan por los pasajes y callejuelas que rodean el perímetro restringido al público y al que solo puede ingresar personal autorizado. Ellos portan un gafete que los diferencia del resto.
Este martes, la comunidad de comerciantes informales expresó su incertidumbre sobre si se les permitirá vender el día del traspaso de mando. Este miércoles, por la mañana, la alcaldía de San salvador anunció un acuerdo con vendedores de la Calle Rubén Darío para despejar la vía como parte de los preparativos para el evento del sábado.
Fuente: El Salvador