Los conductores de Uber y Lyft se unieron a una huelga nacional el día de ayer convocada por Boston Independent Drivers Guild, exigiendo mejores salarios y condiciones laborales.
Al menos una docena de empleados de la compañía Uber en Boston pidiendo estabilidad laboral, pagos y tarifas justas, y la eliminación de las desactivaciones injustificado.
«Uber y Lyft tratan a sus conductores como un costo que debe reducirse para maximizar las ganancias corporativas, no como empleados dedicados que merecen ser tratados con dignidad», respondió el senador Ed Markey con respecto a la situación. «Los respaldo en su exigencia por mejores salarios, beneficios y las condiciones que se merecen».
Además de Boston, la protesta se llevo a cabo en otras ciudades de Estados Unidos como Chicago, Los Ángeles, San Francisco y Nueva York, la cual representa el principal mercado de Uber en el país. También se unió Londres y otras localidades europeas.
La protesta se realiza en vísperas de la oferta pública inicial de Uber, prevista para el viernes. La empresa espera recaudar $9,000 millones y prevé una valoración de $91,500 millones.
A pesar de tener apoyo de líderes políticos, representantes de la compañía afirman que el número de conductores que se unieron a la huelga no fue significativo y que no han visto ningún impacto en la confiabilidad del servicio cuando se trata de tiempos de espera o cantidad de conductores en línea en comparación con el promedio del mes.