El Museo de Bellas Artes de Boston (MFA) está exhibiendo en su galería de Arte de las Américas la exposición «Frida Kahlo y el Arte Popular», dedicada exclusivamente a las obras de la reconocida pintora mexicana.
La dolorosa vida de la artista, marcada por un accidente que la dejó discapacitada y un conjunto de tormentosas relaciones amorosas, fue canalizada a través del arte, específicamente la pintura, medio por el cual Kahlo orientó y expresó sus emociones, hasta lograr un catálogo de alrededor de 200 obras, la mayoría de ellas autorretratos, siendo uno de los más famosos el «Autorretrato con Collar de Espinas».
Esta reconocida pintura es una de las obras exhibidas en el MFA esta primavera, y se caracteriza por el detalle que Kahlo logró en su rostro, asemejándose a una fotografía, y el simbolismo de los objetos que la acompañan en el retrato. Este cuadro bastante pequeño (aproximadamente 24 «x 18»), muestra a Kahlo en una posición frontal y confrontando directamente la mirada del espectador desde el lienzo.
Las cejas del rostro, rasgo característico de la artista, le dan fuerza a su semblante, mientras un collar de espinas envuelve su garganta, arrastrándose por su pecho como las raíces de un árbol. Un pequeño colibrí negro con sus alas extendidas cuelga como un colgante de su garganta.
«En este caso, a pesar del dolor, Frida mira estrictamente hacia el exterior y está rodeada por un entorno increíble, con animales, algunas de sus mascotas (Fulang-Chang, su mono), mariposas en su cabello, haciendo referencia católica a los retratos de las Monjas Coronadas, así como las libélulas que tiene sobre su cabeza», explica Layla Bermeo, curadora de la exposición de Frida Kahlo en el MFA.
En las obras de Kahlo también se pueden identificar objetos asociados con hechos de su propia vida y que reflejan lo que fue su ideal político y su relación con la cultura indígena mexicana, lo cual incidió sobre su estética pictórica.
Kahlo tenía fuertes opiniones en contra de las fuerzas coloniales y el gobierno masculino. El colibrí muerto que cuelga alrededor de su cuello es considerado un amuleto de buena suerte para enamorarse en el folklore mexicano. Una interpretación alternativa es que el colgante de colibrí es un símbolo de Huitzilopochtli, el dios azteca de la guerra.
La pantera negra es un símbolo de la mala suerte y la muerte y el mono es un símbolo del mal. El paisaje natural, que normalmente simboliza la fertilidad, contrasta con las imágenes mortales en primer plano. Su pareja, Diego Rivera, le regaló un mono araña como regalo, lo que sugiere que en la pintura podría ser un símbolo relacionado con él, especialmente porque le inflige dolor a Kahlo al tirar del collar de espinas lo suficientemente fuerte como para hacer que sangre, simbolizando la tóxica relación amorosa que llevaron Kahlo y Rivera. Alternativamente, el collar de espinas podría aludir a la corona de espinas de Cristo, comparándose así con un mártir cristiano, y representando el dolor y la angustia que sentía por sus relaciones románticas fallidas. Haciendo referencia a esta interpretación, las mariposas y las libélulas podrían simbolizar su resurrección.
Son diversas las interpretaciones que curadores, expertos, pintores y espectadores le han dado a los detalles que se muestran en esta y todas las pinturas de Frida Kahlo. Invitamos a los lectores de El Planeta a sumarse a esta divertida tarea, conociendo más sobre la pintora mexicana y sus emblemáticas obras en «Frida Kahlo and Arte Popular», exhibición en el Museo de Bellas Artes de Boston, del 27 de febrero al 16 de junio. Para más información, ingresa a www.mfa.org