Inmigrantes beneficiados con el Estatus de Protección Temporal (TPS) y gobiernos celebraron el jueves la orden judicial que impide poner fin al programa; sin embargo, prometieron luchar por una solución permanente.
Edward Chen, juez federal de San Francisco, prohibió que la Administración del presidente Donald Trump culmine el programa de TPS, que permite a extranjeros de cuatro países residir y trabajar legamente en Estados Unidos, reseñó AP.
El juez argumentó que terminar el TPS provocaría daños irreparables y enormes dificultades para los ciudadanos provenientes de El Salvador, Nicaragua, Sudán y Haití que se benefician del programa.
Liduvina Magarín, viceministra para los salvadoreños en el Exterior, alertó que el daño de una posible deportación masiva, en caso de eliminar el TPS, “seria incalculable, irreparable y desarraigaría a la familia de una manera despiadada y dolorosa”.
El gobierno salvadoreño también celebró la noticia, pero reconoce que “es una medida temporal cautelar mientras dure el proceso”.
Con información de agencias en elsalvador.com.