El pánico y las dudas se propagaron en el reino de los Medias Rojas cuando el zurdo Chris Sale promedió poco más de 90 millas por hora en su última aparición en la temporada regular.
En realidad no se sabe bien qué sucede con la potencia de su brazo; tal vez es una señal que el hombro izquierdo no está recuperado, o que tiene problemas de mecánica (teoría del manager Alex Cora), incluso que no pudo hacer una rehabilitación en las menores. Más allá de todas las especulaciones, el as de la rotación patirroja se declara listo para abrir el primer juego de la Serie Divisional, este viernes, a las 7:32 pm, contra los Yanquis de Nueva York.
“Estoy listo para ir. Estoy en un punto en el que me das la pelota y no dejaré de lanzar a home hasta que alguien me la quite de las manos”, dijo Sale en una rueda de prensa en Boston, donde se disputarán los dos primeros compromisos de la serie. “Esto será divertido. Quiero decir, es un Yanquis vs. Medias Rojas en la postemporada, uno contra el otro. Una de las mayores rivalidades en los deportes”.
Ni siquiera el mismo Sale sabe si sus rectas estarán en la parte alta de las 90 millas por hora (de 95 hacia arriba). No obstante, da garantía de que hará todo lo que pueda para que los Medias Rojas puedan comenzar con buen pie los playoffs.
“Si subo al montículo es porque espero ganar”, comentó. “No me importa el día que tenga, yo debería poder encontrar la manera de lograr algo con lo que tengo”.
El plan de los BoSox es que Sale pueda disparar 100 envíos y claro, que logre domar los bates Yanquis, inspirados de poder que sus 267 jonrones de la temporada regular representan un récord en la historia de las Grandes Ligas.
Por lo menos los patrones de Sale contra los Bombarderos del Bronx son bastante buenos. Solo les ha permitido una carrera limpia en 13.0 innings, ha ponchado a 18 y su WHIP (promedio de adversarios embasados por capítulo) es de 0.732.
