Chris Sale tenía fijada para el martes su sesión rutinaria de bullpen. Es lo habitual entre los pitchers abridores: subirse al montículo para hacer entre 20 y 30 pitcheos, dos o tres días antes de la próxima apertura. Lo que no es común sucedió este miércoles, cuando el zurdo pidió trepar a la lomita otra vez.
Todo lo relacionado con Sale tiene importancia, porque es el número uno en la rotación de los Medias Rojas. Pero cualquier ruido se escucha a mayor volumen desde que en su última presentación de la campaña regular lanzó la recta a un promedio que apenas superó las 90 millas por hora.
“No voy a interponerme entre Sale y su preparación”, soltó el manager Alex Cora, al preguntarle los periodistas si hay algo malo con el lanzador, durante la rueda de prensa realizada durante la práctica en el Fenway Park. “Este muchacho ha sido genial durante toda su carrera y sabe lo que necesita hacer para estar listo para el viernes”.
Boston disputará ese día el primer encuentro de la Serie Divisional.
Cora dio su versión sobre la curiosa petición de su pupilo.
“El bullpen (del martes) estuvo bien, pero fue bajo techo”, explicó el timonel. “Estaba ajustando su mecánica, tratando de soltarse. Este otro fue allá afuera. Está bien. Sintió que necesitaba salir, sentir el montículo, estar en el campo. Lanzar un bullpen indoors no es lo ideal. Por eso fue allá afuera”.
El estratega volvió a desestimar las dudas que algunos mantienen respecto a Sale.
“Va a competir, y vamos a estar bien con él”, sostuvo. “Tengo el presentimiento de que va a ir lejos en el duelo, no importa si está lanzado a 90 (millas por hora) o a 99”.