El zurdo venezolano Eduardo Rodríguez probablemente se fue a acostar el sábado con desazón y amargura por su desempeño de ese día, ante los Yanquis. Con su nombre en medio del debate, ante sus recientes desempeños contra los Yanquis, recibió un público desafío del manager Alex Cora: “Necesita ser mejor”. Y menos de 24 horas después, lo fue.
El pitcher nacido en Valencia fue llamado a relevar por Cora en el quinto inning, frente al mismo equipo que la tarde anterior le apabulló con cuatro hits y tres carreras en sólo dos episodios. Luego de retirarse a las duchas con una labor en blanco, en la que puso out a los tres hombres a los que vio, volvió a saber de Cora, quien reveló en la rueda de prensa posterior al duelo final de la temporada regular que todo formó parte de un plan.
“Hablé con él anoche”, señaló el estratega. “Tendrás una entrada mañana. Tenemos que lanzar con convicción, con propósito. Y él hizo”.
Rodríguez parece haber perdido su lugar en la rotación para los playoffs, luego de sendos tropiezos ante los Astros y los propios Yanquis, posibles rivales en la postemporada. Aunque Cora ha dicho que su rol y el de Nathan Eovaldi, el favorito en los rumores de prensa para quedarse con el privilegio, será definido después de disputarse el duelo del comodín entre Nueva York y Oakland.
Las tres apariciones del zurdo en plan de apagafuegos durante la semana parecen indicar con claridad el camino que ha pensado el alto mando patirrojo.
Puede que Eovaldi sea el elegido. Pero Rodríguez dio un paso al frente en su última oportunidad, del mismo modo que a comienzos del campeonato enderezó las cargas, luego de otra llamada de atención del timonel, para emprender el camino a la que ha sido la mejor cosecha de su joven carrera.
Para más, se anotó la victoria, lo que le dejó con marca de 13-5, la más brillante en sus cuatro torneos arriba.
“Eso estuvo bien”, dijo Cora sobre la entrada de su pupilo sobre la lomita. “La velocidad fue buena. Le lanzó un cambio de velocidad a Brett Gardner, un muy buen lanzamiento. Tiró una recta cortada en la puerta trasera, para ponchar a Aaron Judge, un pitcheo alto en la zona de strike, que fue mucho mejor que el de la noche anterior”.
Necesaria actuación y bienvenidos elogios.
Nadie sabe el lugar que Rodríguez ocupará en el staff, al menos públicamente. Pero este domingo logró una pequeña reivindicación, que al menos ha debido permitirle irse satisfecho a la cama.