En una rueda de prensa en la Alcaldía de Holyoke el pasado sábado, la senadora Elizabeth Warren mostró su prueba más definitiva de que está planeando una candidatura para la Casa Blanca en 2020, afirmándo a los presentes que «analizará la situación para postularse para el cargo de presidente» después de las elecciones de mitad de período del 6 de noviembre, reportó The Boston Globe.
Hasta ahora, Warren ha respondido preguntas sobre sus ambiciones presidenciales insistiendo en que está enfocada en ganar la reelección al Senado en noviembre. El sábado, relacionó su posible interés en la oficina más importante de la nación con el daño que ve que el presidente Trump le está haciendo al país y, más recientemente, a cómo los republicanos han manejado las acusaciones de agresión sexual contra el candidato a la Corte Suprema Brett Kavanaugh.
Cuando uno de los asistentes le preguntó si planeaba postularse para la Casa Blanca, Warren comenzó su respuesta diciendo que consideraba de vital importancia que los demócratas no pierdan el foco en las próximas elecciones y en recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes y el Senado.
Según la nota de The Boston Globe, Warren, con una voz temblorosa de cólera, recordó la audiencia del jueves con Christine Blasey Ford, que detalla cómo dice que Kavanaugh la agredió sexualmente en la escuela secundaria. Kavanaugh negó vehementemente esas acusaciones.
«Observé a 11 hombres que eran demasiado gallinas como para hacerle una sola pregunta a una mujer… Observé a hombres poderosos ayudar a un hombre poderoso a llegar a una posición aún más poderosa», dijo Warren. «Y pensé, ‘se acabó el tiempo.’ Es hora de que las mujeres vayan a Washington y arreglen nuestro gobierno roto y eso incluye a una mujer en la cima», dijo, mientras el público presente la apoyó con aplausos.
Durante el año pasado, Warren, de 69 años, hizo una serie de movimientos públicos y privados ampliamente interpretados como los que sientan las bases para lanzar una carrera presidencial: trabajó para cultivar electorados democráticos clave, como los votantes negros; se acercó a políticos clave en los primeros estados presidenciales primarios; y mejoró sus relaciones alguna vez frías con la prensa nacional, reporta The Boston Globe en una nota.