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La recta de Chris Sale baja de velocidad y estalla una diatriba

A Chris Sale no le fue muy bien este miércoles, en su último juego antes de los playoffs. La recta no lució tan poderosa, su control no fue quirúrgico y se marchó a las duchas antes de completar cinco innings, dejando encendido un debate sobre las posibles causas y consecuencias del inesperado bajón que tuvo en su velocidad.

El as de los Medias Rojas se despidió de la temporada regular con una de sus salidas más cortas de la campaña, apenas 4.2 entradas y con tres carreras en contra. Menos común en él, golpeó la mascota del receptor Christian Vázquez con rectas que promediaron 90,1 millas por hora. Hizo 96 lanzamientos en total.

Es la media más baja de su carrera, alertaron algunos, entre ellos Alex Speier, periodista del Boston Globe.

El zurdo se las arregló para ponchar a ocho rivales y cerró con 2.11 de efectividad. Sigue siendo un candidato formidable al premio Cy Young y la gran carta para iniciar la lucha contra el ganador del duelo entre los comodines. Pero aficionados, usuarios de las redes sociales y algunos reporteros destacaron lo que, temen, pudiera ser una muestra de cansancio, luego de una larga campaña y en el peor momento, a las puestas de octubre.

“Como si no fuéramos a verle pasando a los bateadores con rectas de 98 millas por hora en el juego 1 de la Serie Divisional, por favor”, exclamó el escritor y analista Jared Carrabis.

Evan Drelich, de NBC Boston, publicó un gráfico con las altas y las bajas que Sale ha tenido a todo lo largo del torneo con su pitcheo de cuatro costuras.

“Es posible que algunos cambios de velocidad fueran tomados por el radar como rectas”, especuló Speier, lo que, de haber ocurrido, sería una explicación plausible sobre el descenso del promedio.

Carrabis apeló a la memoria y los hechos, para cerrar el debate: “En su salida del 15 de abril, promedió 90,82 millas por hora con su cuatro costuras, todo el mundo enloqueció, y resulta que subió a 95,67 en su siguiente presentación”.

Fin del debate, quizá. O al menos, hasta que le veamos en los playoffs