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De Guantánamo a las universidades más prestigiosas de Estados Unidos

Jorge Castillo Olivera es un reconocido periodista y escritor disidente del régimen castrista quien junto a Nancy Alfaya Hernández, su esposa, han trabajado por los derechos humanos del pueblo cubano. Actualmente, ambos se encuentran en los Estados Unidos trabajando por la desmitificación que muchos tienen del modelo cubano, y de demostrar que las tendencias Marxistas/Leninistas que se están dando en Latinoamérica, como en el claro caso de Venezuela, no son factibles ni idóneas.

Jorge y Nancy aseguran haber vivido en carne propia los abusos de poder y las privaciones de derechos básicos bajo estos modelos, que de acuerdo a ellos, en teoría son admirables pero que en la práctica, sobre todo en países corruptos como los latinoamericanos, crean más desigualdad y facilitan la represión y enriquecimiento de una élite selecta y abusiva.

A pesar de que actualmente Jorge y Nancy se encuentran en los Estados Unidos y de que en teoría podrían quedarse aquí, ambos han decidido firmemente regresar a Cuba a continuar con su lucha “desde adentro,” cosa que desconcierta a muchos puesto a que ambos sufrieron fuertes sanciones y represiones de todo tipo y podrían volver a sufrirlas al regresar.

Jorge, quien trabajó para la televisión cubana por casi una década, en 1993 cansado y desilusionado con el gobierno manifestó públicamente su descontento a través de Radio Martí, con sede en Miami, convirtiéndose  así abiertamente en un disidente. Años después, en mayo de 2003, durante la llamada “Primavera Negra de Cuba” fue encarcelado formando parte del Grupo de los 75 y sentenciado a 18 años en prisión de los cuales pasó nueve meses en confinamiento solitario en Guantánamo.

Luego de esto, su destino y el de su familia no volverían a ser los mismos. Nancy, como esposa de un disidente, asegura haber sufrido vigilancia, acoso constante y tortura psicológica antes, durante y después de que su esposo fuera arrestado, pero no dejó que el miedo la venciera. En su lucha por ayudar a su esposo y a otros disidentes fue una de las fundadoras de Las Damas de Blanco, un grupo que luchó por los derechos de los prisioneros y que creó conciencia nacional e internacional sobre los abusos de poder y violación de los derechos humanos de este grupo de 74 hombres y una mujer que Amnistía Internacional describió como “prisioneros de conciencia”.

La larga condena de Jorge jamás se completó y fue liberado condicionalmente por motivos de salud y sólo por la fuerte presión que ejercieron agencias internacionales, líderes religiosos y políticos e intelectuales mundiales, como Noam Chomsky, que condenaron estos arrestos.

Actualmente Jorge está a punto de completar una beca en la universidad de Brown, y anteriormente completó una beca en la Universidad Harvard, y aunque actualmente todo parece pertenecer al pasado, Jorge podría ser nuevamente encarcelado si regresa a Cuba. Jorge con sus libros y trabajo ha dado voz a los derechos de su gente y ha ayudado a crear una conciencia social dentro y fuera de la isla.  Sus escritos y testimonios demuestran que los abusos de su gobierno son más bien silenciosos y psicológicos, pero no por eso menos dañinos y terribles que los abusos físicos a la que la gente está acostumbrada a ver y oír en los medios, y por eso urge a que no se olvide de que la realidad que se vive en Cuba es de injusticia por más libertades que aparentemente esté dando el gobierno a su gente, y por más tranquila y limpia que parezca la situación interna. Por su parte, Nancy ha hecho mucho como una de las creadoras de Las Damas de Blanco, pero también con su labor en el Observatorio Cubano de Derechos Humanos en Madrid, para el que colabora con informes sobre las violaciones sistemáticas que se cometen en su patria. Ambos dicen que se necesita gente dentro de la isla para defender los derechos fundamentales de su gente. “¿Si todos salimos quién queda adentro?” me dijeron. Para entender mejor su historia y su fuerte convicción de regresar, a pesar de las represalias a los que podrían ser sometidos, los  entrevisté:

¿Jorge, para los que no han leído tu obra y no te conocen, dime quién eres?

Mi nombre es Jorge Olivera Castillo, soy editor de televisión, periodista independiente, escritor independiente, y bueno soy un prisionero político.  Fui Prisionero del Grupo del 75, de la acción represiva conocida como la Primavera Negra de Cuba . Actualmente estoy en una beca en la Universidad de Brown, y anteriormente tuve una beca en la Universidad de Harvard.  Y dentro de Cuba soy este momento el presidente del Club de Escritores Independientes.

¿Jorge, cuándo decidiste convertirte en un disidente y por qué lo hiciste?

Yo diría que fue un proceso acumulativo de decepciones. Sobre todo después de pasar por el servicio militar obligatorio en Angola; estuve 26 meses en la selva del sur de Angola, y a partir de que comencé a trabajar en la televisión cubana como editor. Como te decía, fue un proceso gradual de desencantos sobre todo porque confrontaba la diferencia entre el discurso oficial y la realidad que me había tocado vivir como ciudadano común en Cuba… Fue un proceso de maduración y sobre todo de concientización. En Cuba realmente era un disidente pero dentro de las cuatro paredes de mi casa y con algunos amigos, pero esta disidencia oculta termina en 1993, exactamente en marzo. A partir de allí comienzo a trabajar en un sindicato independiente en el periodismo independiente. Y las motivaciones que me llevaron a asumir esta posición es que realmente es muy difícil estar de acuerdo cuando hay tantas cosas negativas a tu alrededor, no solamente del punto de vista económico sino también social y político… Creo que una persona medianamente normal no podría aplaudir lo que ha ocurrido en Cuba en los últimos 50 años.

Jorge ¿de qué se ha tratado tu lucha dentro de Cuba?

Quiero que Cuba cambie y que se respeten los derechos fundamentales. Creo que este es uno de los principales fundamentos de mi lucha dentro de Cuba. Yo creo que más allá de los colores políticos e ideológicos, más allá de la izquierda, la derecha o el centro, en principio yo creo que la lucha se enfrasca en algo que está escrito que fue concebido por la comunidad internacional en 1948, que fue la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Es decir, no importa si se es de derecha o de izquierda, estamos pidiendo lo básico, a lo que puede aspirar cualquier ser humano, más allá de si se es capitalista o socialista. Yo no soy político, soy un intelectual, escritor, periodista, y soy parte de una conciencia crítica dentro de Cuba. Quiero que se respeten los derechos de las personas.

¿Puedes recapitular brevemente el proceso de encarcelación y liberación y la suerte que corrieron tú y los otros?

Los arrestos ocurrieron los días 18, 19 y 20 de marzo de 2003. Yo fui detenido el primer día. Las excarcelaciones comienzan, debido a la presión internacional, a mediados de 2004. Mi liberación ocurre el 6 de diciembre de 2004. Exactamente estuve tras las rejas, 20 meses y 18 días. En un inicio fueron casi 9 meses en celda de aislamiento y después con criminales comunes de alta peligrosidad y locos. El grueso del Grupo de los 75 fue deportado en 2010 hacia España junto con sus familiares, de las cárceles al aeropuerto. De este grupo quedamos 10 dentro de Cuba. Éramos más, pero han muerto tres. En el exilio han muerto también, no recuerdo si 2 ó 3. Nosotros nos negamos a abandonar el país a expensas de volver a prisión, pues la pena carcelaria impuesta se mantiene vigente. Todos fuimos liberados mediante una Licencia Extrapenal por motivos de salud, algo así como una libertad condicional. La suma de condenas impuestas por los tribunales al Grupo de los 75 superó los 1400 años. Solo uno fue sancionado a seis años de privación de libertad. Al resto le impusieron penas de entre 10 y 27 años.

¿A pesar de estar ahora fuera de la cárcel y fuera de Cuba, en teoría todavía eres un prisionero político?

Sí porque mi sanción se termina en 2021. Esta está vigente todo el tiempo y me pueden meter preso en cualquier momento al regresar a la isla. Como tú sabrás, ha habido una flexibilización en las leyes migratorias, del 2013 para acá. Antes ningún opositor podía entrar o salir de Cuba y ahora se puede. En mi caso estoy afuera con un permiso especial, pero estoy sancionado y técnicamente soy un preso.  Me liberaron y salí por la presión internacional, porque enviaron muchas cartas catedráticos de Harvard y otros lugares. Incluso Noam Chomsky le escribió a Raúl Castro y al Ministro de Interior, y  al Ministro de Cultura.  Pero yo tengo que volver por ley y convicción.

¿En teoría, tienes que regresar a Cuba antes de que fecha?

Tenemos que estar en Cuba antes del 13 de agosto del 2018, que fue el día que salí de Cuba en 2016.

¿Y tú piensas regresar después de tus becas?

Sí, pienso regresar. El título de mi libro “Quemar las naves” es es un retrato de mi decisión de no abandonar Cuba, de regresar para continuar mi lucha por los derechos fundamentales. Muchas personas cuestionan y no entienden este tipo de posturas. Primeramente no es una actitud única, hay otras personas que lo han hecho a través de la historia, personas que se enamoran de un propósito justo, que consideran que vale la pena el esfuerzo y que va a beneficiar a muchas personas, más allá de las familias, de las generaciones.

Muchas personas no entienden, al ser humano promedio le cuesta entender este tipo de postura. Yo lo veo bastante normal, en mi manera de ver el mundo, es mi manera de ver a la sociedad.

¿Tú crees que el gobierno cubano piensa que vas a volver?

De veras que no sabría decirte con exactitud, pero es probable que piensen que vamos a quedarnos en los Estados Unidos.

¿Hasta qué fecha es tu beca en Brown University?

Hasta el primero de agosto del 2018. Así que estaré de retorno en Cuba, a más tardar, en la primera quincena de agosto.

Jorge, cuéntame de tu beca a Brown University

Afortunadamente he tenido gratas sorpresas. Estando en Harvard escuchamos la noticia de que me habían otorgado la beca de International Writer Program, de Brown, que realmente es algo maravilloso, y una experiencia extraordinaria.  Este ha sido un tiempo para crear, para desarrollar mi obra literaria, para compartir mis experiencias en otra entidad muy importante dentro de EEUU. Creo que mi propósito es poner en perspectiva una interpretación diferente de la realidad cubana. Desmitificar, poner una perspectiva real, en todas sus dimensiones, sobre lo que ocurre en Cuba.

Yo no me considero que tengo la verdad absoluta ni voy a aspirar a ello, porque sería una tontería. Solo quiero mostrar una parte de la realidad de Cuba que se ha desconocido, y donde se ha magnificado una mentira. Que ahí están las evidencias, lo que las personas no quieren ver, y es muy importante que en la academia norteamericana haya este tipo de puntos de vista. Puntos de vista moderados, porque yo me considero un pensador moderado. Cuba tiene sus luces y sus sombras. No es un lugar totalmente oscuro. Hay cosas que hay que mejorar y hay cosas que hay que eliminar. Pero estoy convencido en la transición pacífica, quiero y estoy dispuesto a brindar mis esfuerzos por crear una nueva nación sobre bases más justas, sobre bases más racionales, donde podamos convivir todos: comunistas y no comunistas. Donde se imponga el diálogo por encima de la fuerza.

Yo espero que algún día se imponga la razón, porque sino no estuviera luchando. Es verdad que algunas veces me embarga el pesimismo, porque soy un ser humano y llevo mucho tiempo luchando, casi la mitad de mi vida. Pero yo creo que sí, que vale la pena.

A pesar de todo lo que he sufrido y todo lo que me puede esperar, lo que pueda sufrir por defender mis ideales, no tengo odio en mi corazón, no voy a pagar con la misma moneda. No lo digo por esnobismo, ni por tener una postura para destacar, pero realmente no estoy dispuesto a pagar con la misma moneda, después de tantas cosas que me han hecho y me pueden hacer.

Tengo fe en Dios y estoy convencido de que realizo una labor justa, donde no afecto a terceros, al contrario. Creo que estoy luchando por derechos que favorecen a una mayoría y eso me basta para continuar mirando hacia adelante.

Primero llegaste a Harvard University ¿cómo llegaste a Harvard y qué hiciste allí?

Estando en prisión, el English Pen, organización de escritores que surge en el siglo XX y acoge a varios periodistas, entre ellos a mí,  fue muy solidaria conmigo cuando estuve en la cárcel, y la organización propusó la beca del Brown University para mí, pero no tuve la cantidad de votos necesarios. La propuesta fue hecha en el 2007, quedé en segundo lugar. Después, en 2009, me proponen para Harvard Scholars at Risk, y obtuve los votos necesarios. Tuve que esperar hasta el 2016 para que me otorgaran un permiso del gobierno. Antes me lo habían dado, pero sin derecho a regresar. Yo me negué a eso porque yo no quería abandonar definitivamente mi país. Tuve que esperar para que me consiguieran un permiso especial «por una única vez», es decir, que cuando regrese a Cuba no puedo volver a tener este tipo de libertades. Estoy acá con ese permiso.

Con respecto a mi trabajo en  Harvard, allí terminé el poemario «Necesidad del Fuego» y  también publicaron varios de mis textos en la revista Spoke de Harvard.  Y  pues tuve también la oportunidad de participar en varias clases y eventos junto a becarios de diferentes países y compatir informalmente sobre Cuba con decenas de alumnos interesados en la problemática de la Isla.

Nancy, ¿nos puedes contar un poco de ti y de tu trabajo?

Trabajo como activista en el tema de derechos humanos, sobre todo en el enfoque de género, también como marco diferencial en lo que es el tema afrodescendiente en las comunidades que tienen fuertes desventajas sociales. Pertenezco a una organización que se llama Instituto de Raza Género y Derechos Humanos, donde hacemos un trabajo de incidencia política y social para redactar informes sobre las violaciones sistemáticas que comete el gobierno contra los derechos humanos. Los informes se presentan en las diferentes organizaciones internacionales dando a conocer todas estas problemáticas que en Cuba no se visibilizan y tampoco se toman en consideración contra los opositores pacíficos y contra los derechos de los ciudadanos.

También trabajo con una organización que se llama Observatorio Cubano de Derechos Humanos en Madrid. Tenemos un trabajo de dinámicas sociales, de encuestas de los temas de derechos humanos, de las violaciones que se cometen sistemáticamente de los derechos humanos en Cuba. Trabajo con el observatorio desde el 2015.

¿Nancy, cómo fue para ti el proceso de disidencia de tu esposo? ¿Qué significa ser la esposa de un disidente y prisionero político en Cuba?

Desde que asumí, por decirlo de alguna forma, esta relación con Jorge, sabía también a lo que me podía enfrentar, conociendo que vivimos en un país totalitario donde todo está controlado, donde se valen de cualquier cosa, sobre todo de quebrar la familia.  Esa ha sido una de las herramientas que ha tomado este sistema desde el principio de la revolución. Tratan de que la familia se quiebre, entonces yo ya estaba psicológicamente preparada para esta situación. Doy gracias a Dios porque tengo una fe cristina y eso me fortalece. Me ha fortalecido mucho espiritualmente para poder enfrentar todos estos desafíos. Y el reto más grande que tuve fue cuando llegó el 2003, que fue la llamada Primavera Negra, la ola represiva que hubo contra 75 opositores pacíficos.  Tuve que vivir esta triste realidad, donde después que mi esposo fuera encarcelado sentí la necesidad de expresar mis ideas y de hablar de la injusticia, lo que estaba ocurriendo con él. Y no pensaba realmente en riesgos, lo que quería es que se hiciera justicia. Y como no habían voces, tuvimos las mujeres, las madres, las familias, tomar la decisión de ser las voces de nuestros hombres que estaban encarcelados. Y realmente era necesario que se conociera esa violación tan grande de los derechos humanos que había contra ellos.

¿Jorge, cómo puedes decir que tu arresto del 2003 marcó tu vida?

Realmente no esperaba ser arrestado en esas condiciones, como si prácticamente hubiese una redada contra un criminal ultra-peligroso.  Fue un arresto espectacular, para llamar mucho la atención. La hicieron así para atemorizar a todo el vecindario… No esperaba ser arrestado de esa manera y mucho menos ser llevado a juicio, a un juicio sumario y ser finalmente condenado a 18 años de privación de libertad, por el mero hecho de defender la libertad de expresión. El gobierno cubano utiliza muchos argumentos falaces, para desprestigiar y asesinar la moral de todo el que se le oponga.  Acusándonos de contrarrevolucionarios de estar a servicio de una potencia imperialista, en este caso los Estados Unidos, pero todo eso es una cuartada de estos gobiernos comunistas, y esto es una cosa que se repite; estamos hablando de la época de la revolución bolchevique que utilizó este método de desprestigio moral y sobre todo de acabar con la identidad de las personas. En este caso de los oponentes pacíficos… Y realmente fue un gran impacto, fue como un shock, verme en esa situación. En el momento me parecía irreal verme en aquella vorágine… No sabía cuál iba a ser el episodio final, eran 18 años, y sobre todo ser enviado a una prisión tan lejos de mi casa. Yo vivo en La Habana y fui enviado a Guantánamo, a casi 1,000 kilómetros de mi lugar de residencia y las condiciones del confinamiento fueron muy duras… Afortunadamente no cumplí todo el tiempo, pero el tiempo que estuve, yo creo, que fue suficiente para arrastrar con padecimientos físicos y psicológicos también. Afortunadamente no perdí las capacidades creativas e intelectuales, y yo creo que eso ha sido algo formidable que me ha permitido escribir una obra literaria que va por nueve libros.

¿Cómo sobreviviste el confinamiento solitario al que estuviste sometido por 9 meses en Guantánamo?

En el argot carcelario se llaman “celdas de aislamiento”. Imagínate que yo realmente cuando entré a vivir en esas terribles condiciones nunca pensé como sobrevivir. Eso vino con el tiempo, y sobre todo con la necesidad del ser humano, y de todo ser viviente, de la supervivencia. Yo me refugié en la literatura, en especial en la poesía. Sobre todo en la lectura y la escritura de la poesía. Muchos poemas tuve que sacarlos subrepticiamente a través de otros presos o en las esporádicas visitas de mi esposa…  Algo bien importante es mi creencia en Dios, yo creo que la fe jugó también un papel muy importante… Tener fe de que aquello iba a terminar de alguna manera y que ese poder divino me daría la fuerza para resistir.  Realmente en la cárcel me convertí en un escritor.  Lo había hecho anteriormente pero no de una manera profesional, pero la cárcel fue un impacto tan grande y la literatura fue el refugio… Logré volcar todo ese mundo imaginario y alternativo sobre una hoja de papel, y realmente eso desató en mí la capacidad creativa… Yo no sabía si iba a salir vivo de ahí.

¿Cuántos libros publicaste mientras estuviste dentro de Guantánamo?

Uno solo, que fue publicado en Miami en el 2005. Se llama Confesiones antes del crepúsculo.

Me dices que la literatura te ayudo a sobrevivir, ¿te daban libros, tu los conseguías a escondidas, cómo fue esto?

Bueno, podía recibir lo que es literatura universal dentro del aislamiento porque a veces tenía visitas cada tres meses y entonces me dejaban pasar literatura universal (“pero hay libros que estaban censurados” añade Nancy). Sí, sí habían muchos libros censurados… Pero un libro que me dio mucha fuerza que lo dejaron pasar fue la autobiografía de Nelson Mandela.

Me sorprende que te lo hayan dado. ¿Por qué crees que lo permitieron?

Sí, bueno no sé si fue una casualidad, pero realmente Nelson Mandela fue un gran amigo de Fidel Castro. Fidel Castro ayudó mucho a los movimientos de liberación, a los llamados movimientos de liberación nacional en la época de los 60 y 70 en África. [Cuba/Fidel] Tuvo presencia en Angola; yo estuve en esa guerra, y también tuvo presencia en el Congo y en otros países de África. Y por eso Fidel Castro era muy admirado en muchos países de África.

Esto me lleva a otra pregunta: ¿Qué características positivas crees que tiene Cuba?

Muy importante la pregunta. Creo que ante todo las opiniones deben ser balanceadas y objetivas, y te digo Cuba no sería lo peor. Hay países peores y te puedo poner un ejemplo Corea del Norte o Sudan por darte otro ejemplo, o Somalia, digamos. Son estados fallidos, son estados paria, Cuba se le puede acercar, pero yo creo que en esos países la situación política, económica y social es mucho peor. Pero yo lo que creo, es que se ha creado un mito del “castrismo”, del socialismo a la cubana . Y yo creo que el mito realmente nos ha afectado de sobremanera, porque precisamente el mundo se ha fijado solo en el mito y se ha quedado en esos años románticos cuando vino la revolución en el año 59, y realmente detrás de esa pantalla, digamos de ese paisaje muy bonito, muy orondo,  Cuba realmente se ha convertido en un almacén de ruinas. No solamente materiales, sino ruinas morales, ruinas éticas, y realmente es una pena que en muchos lugares del mundo muchas personas todavía enarbolen tesis que defienden este tipo de modelo; es un modelo totalmente fallido donde Cuba ha pasado a ocupar un lugar del punto de vista económico uno de los últimos lugares del continente y sobre todo se han amplificado los logros sociales… Se ha distorsionado lo que realmente es el socialismo en Cuba. No ha funcionado nada…Es un sistema altamente ideologizado donde se han encargado de vender una imagen que realmente dista de lo que es en realidad.

¿Cómo calificarías la realidad de Venezuela actualmente?

Bueno, Venezuela es un producto alimentado precisamente por Fidel Castro. Chávez realmente fue un alumno aventajado de Fidel Castro.  Fidel Castro fue como un asesor, como un referente inmediato que alentó a Chávez a hacer una réplica de la revolución cubana en Venezuela, y por eso realmente es que Venezuela está como está.  Tratan de crear un modelo de control y sobre todo eliminar la sociedad civil y someterla a la dominación de un partido. En este caso el partido de la revolución, el partido bolivariano, y  así acabar con referentes de la sociedad civil, con la división de poderes; digamos, los fundamentos principales que los libros nos enseñan que es una democracia.

Es una pena que Venezuela, un país con tantos recursos, muy similares y con muchos puntos culturales coincidentes con nosotros los cubanos, esté pasando por una situación tan dramática. Donde se ven muchos muertos en protestas civiles. Realmente es un gobierno que ha demostrado su talante totalitario y su afán por convertir a Venezuela en una explosiva combinación de populismo y antinorteamericanismo que ha dado tan funestos resultados.

Nancy, ¿podrías contarnos sobre tu labor con las Damas de Blanco?

Nosotros empezamos en el 2003. Ahí se fundó este movimiento, que se creó realmente con el sentir de la familia. No iba mas allá que de tratar de visibilizar los arrestos que se habían hecho y exigir la liberación de los 75 presos políticos. Entonces ahí comienza nuestra labor de denunciar estas largas condenas que eran todas de más de 15 años. Nuestra meta era esa que estos 74 hombres y una mujer salieran de prisión. Durante todo ese tiempo sufrimos acoso, sufrimos actos de repudio y a partir del 2004 empezaron las liberaciones. La ola represiva empezó desde el 18 hasta el 20 de marzo, fueron tres días de olas represivas donde encarcelaron a personas de diferentes movimientos, periodistas, activistas; y a partir del 2004 a mediados del segundo semestre empezaron a hacer cortas liberaciones de presos. Jorge salió en el último grupo de ese año, que fue el 6 de diciembre del 2004.

El principio de las Damas de Blanco fue eso, ir a una iglesia que está en la quinta avenida y se llama Santa Rita.  Esta santa aboga por los casos de los presos en la historia de la religión. Entonces bueno se tomó esta iglesia como referente porque también está en una avenida que es donde pasan todas estas personas del comité central, un lugar donde están todas las sedes diplomáticas, y para dar una visibilidad de denuncia de una desobediencia pacífica y civil. Nosotros tomamos también la ropa blanca como símbolo de paz y de justicia, y como arma una flor un gladiolo. Primeramente, se iba a misa, al salir caminábamos por toda la quinta avenida y al final de la caminata volvíamos otra vez a la iglesia, se hacía un Padre Nuestro y se pedía libertad para los presos.

¿Nancy, en tu opinión existe realmente una libertad de religión y culto en Cuba o no?

Realmente no hay libertad. Las personas pueden tener la libertad de elegir la religión, pero por ejemplo, libertad de culto, que es diferente, practicarlo y levantar tu propio templo o Iglesia, de hecho no existe. Yo soy evangélica y pertenezco también a una iglesia de un movimiento que se llama Movimiento Apostólico y estas iglesias están siendo ahora mismo perseguidas. El gobierno no les ha dado un espacio o local para que ellos puedan realizar estos cultos. Anteriormente a un pastor le dijeron que le iban a demoler el techo, para que no siguiera trabajando. Estas iglesias son muy perseguidas por el régimen porque en la doctrina, a pesar de que sea la doctrina de Cristo, te enseñan a tener una identidad como persona, a tener una conciencia libre y no está ligada al sistema, como otras que están comprometidas con el mismo.  Se aparenta una libertad de religión, pero no existe.

Jorge ¿cómo te sentiste cuando te enteraste que tu mujer lideraba las Damas de Blanco?

Fue una combinación de sentimientos. Primero sentí miedo porque realmente enfrentarse a este tipo de regímenes es bastante peligroso, y por otro lado sentí un aliento porque sentí que alguien estaba representándonos y eran nuestras voces más allá de las celdas  en las que nos encontrábamos. Yo creo que fue un movimiento muy importante que realmente no preví que pudiera organizarse y sobre todo es admirable el auge que tomó y mantuvo a pesar de todos los ataques y el diseño represivo sostenido al que se vio expuesto.  Yo creo que el trabajo en las calles, conjuntamente con la presión internacional,  ayudaron a nuestra liberación. Yo solamente estuve 21 meses tras las rejas, 9 meses de ellos en confinamiento solitario y el resto con otros criminales comunes de alta peligrosidad. No sabía qué era mejor, si la soledad o la convivencia con personas tan peligrosas a diario. Fundamentalmente, las Damas de Blanco fue elemental para llamar la atención del mundo sobre esta arbitrariedad del gobierno hacia un grupo de personas que realmente solo buscaban, desde el punto de vista pacífico, la transición hacia una democracia.

Jorge, como periodista y poeta, ¿cómo consideras a los gobiernos que se muestran en contra de medios de expresión y prensa, y cuál sería tu mensaje para aquellos que quieren que su voz sea escuchada?

Yo creo que tenemos que extender los lazos de solidaridad a través del mundo, sobre todo llamar la atención a estos tipos de regímenes que coartan estas libertades, este derecho del ser humanos a manifestarse, a expresarse, a organizarse fuera de las instituciones gubernamentales. Creo que en el mundo hay un déficit, un crecimiento de gobiernos fuertes, que reprimen este tipo de libertades. Puedo hablarte desde Rusia hasta Turquía. Han proliferado los regímenes  gobernados por prácticamente “cuasi” dictadores, que han ascendido al poder valiéndose de una pseudo democracia.  Afortunadamente, hay personas que se han mantenido durante mucho tiempo y otras se han sumado a esta corriente en organizaciones gubernamentales que mantienen este tipo de denuncias hacia estos regímenes que insisten en forjar un modelo acorde a los intereses de un grupo minoritario que persigue intereses espurios, casi siempre, y sobre todo en el caso cubano, es un grupo que ascendió al poder a través de la fuerza.  A través de una guerra civil, pero que realmente presentó un programa que no se cumplió. Se impusieron los intereses de clases y realmente predican discursos que no tienen nada que ver con la realidad. Gobernantes que  predican igualdad y una vida humilde, pero realmente se han hecho millonarios a costa del pueblo.

¿Crees que en Venezuela está pasando por lo mismo?

Exactamente lo mismo. Venezuela es un clon del castrismo. Afortunadamente yo creo que no tuvieron en cuenta los tiempos históricos y sobre todo la composición cultural de las sociedades, en este caso la cubana y la venezolana. Los tiempos históricos no son los mismos, las condiciones geopolíticas, las condiciones culturales, sociales no son las mismas. Y precisamente ha fracasado la intensión de traspolar el modelo cubano hacia Venezuela. Realmente no creo que a estas alturas de la historia sea factible construir un modelo asentado en las bases de los manuales marxistas-leninistas.

Uds como pareja qué consejo pueden dar a alguien que está luchando con algo parecido? Por ejemplo gente en Cuba, gente en Venezuela, que tenga a su pareja encarcelada? Qué les dirían?

Nancy: como bien se dice, en la unión está la fuerza. Yo pienso que en estos regímenes totalitarios una de las cosas que realmente se hace para debilitar la lucha es primeramente quebrar a la familia…  Y cuando llega esta prueba tan fuerte es el momento, de verdad, de demostrar el amor que sientes por tu pareja. Si uno está atravesando esta triste realidad, no te queda otra que de realmente estar ahí con tu pareja, al costo que sea.  Nosotras, las mujeres en Cuba, que estamos decididas a luchar, somos madres y esposas, estabamos y estamos conscientes de que también podemos sufrir encarcelamiento. Actualmente  hay más de 16 mujeres presas en Cuba, entre ellas Damas de Blanco, que están luchando por la libertad, no solamente de los presos políticos, sino también porque en Cuba hayan elecciones libres, que pueda el pueblo gozar de sus derechos. Y estas madres y mujeres, incluso enfermas, están injustamente encarceladas y a muchas inclusive no les han hecho juicio, pero han mantenido una posición firme y enérgica. En mucho de los casos, los esposos están libres pero también están sufriendo de acoso, junto a los hijos. Pienso que en ese momento uno debe de demostrar a estos regímenes que nosotros somos más fuertes como familia, y que estamos luchando no solo por nosotros sino también por el resto… Me queda decir que el amor a Dios y el amor a la familia te da una fuerza invencible para poder luchar y romper con estos miedos.  Hay que saber que lo que trabajan estos sistemas es el terror psicologico, ellos tratan de dominar tu mente. Mientras tu mente esté presa no puedes hacer nada. Pero cuando te liberas, como dice la biblia, conocerás la verdad y serás libre. Puedes estar preso físicamente pero mientras tu espíritu esté libre tu tienes las armas para seguir luchando.

Jorge: Las personas que luchan realmente son un ejemplo. Ojalá y nosotros hayamos tenido la posibilidad de artícular un movimiento de la magnitud que existe hoy en Venezuela. Cientos de miles de personas volcadas en las calles. Realmente toda mi solidaridad  está con ellos. Son un ejemplo viviente de valentía, de arrojo y de convicción. En Cuba, desafortunadamente no puede ser posible la articulación de un movimiento de esta magnitud porque realmente Cuba es un sistema totalitario.  Precisamente el gobierno desde que llegó al poder desarticuló la sociedad civil, eliminó todo lo que pudiese ser peligroso para su conservación en el poder. En Cuba existen no menos de 60 mil oficiales de la policía política de baja, sin contar la red extensísima de colaboradores y actualmente según cálculos, te diría conservadores, por lo menos entre una y tres personas de cada 10, trabaja para la policía. Es un modelo muy difícil de enfrentar y  considero que no somos un pueblo cobarde.  Sencillamente cuando uno estudia lo que sucedió en Europa del Este, ningún país pudo prácticamente liberarse, cuando se encontraron bajo la tutela de la Unión Soviética.

Realmente nosotros más bien no hemos podido pasar la barrera de lo simbólico, de una resistencia simbólica, testimonial, pero más allá no hemos podido hacer mucho. Pero yo no soy pesimista del todo, aunque me gusta pensar en política con los pies sobre la tierra. No creo que la solución del tema cubano está ni a corto  ni a mediano plazo. Hay muchos problemas acumulados. La dictadura es reconocida por casi toda la comunidad internacional. Desafortunadamente ha decrecido, salvo con algunas pocas excepciones, el apoyo a las personas que nos mantenemos dentro luchando por una causa justa y que va más allá de los colores políticos.

¿Jorge, crees que este recorte del apoyo es porque hay una idea falsa de que están progresando o teniendo mayores libertades?

Yo creo que sí. Por eso el peligro de sobredimensionar lo que está ocurriendo en Cuba a partir de la toma de los nuevos cambios, sobre todo la limitada apertura económica. Se ha creado un mito con las reformas efectuadas por el nuevo gobierno.  Realmente son muy limitadas y han sido realizadas a conveniencia de la cúpula de poder y  no a conveniencia del pueblo cubano que desea, aunque no lo manifiesten, una vida diferente. Nadie aplaudiría al verdugo. Sería una cosa irracional. Desafortunadamente es  una cosa que muchas personas en el mundo sí aplauden o giran el rostro, o se tapan los oídos, ante esta dramática realidad.

¿Crees que tu sanción puede ser erradicada?

Jorge: Puede ser. Ahí sí podría entrar y salir de Cuba, si hubiera un indulto o una amnistía. Pero mi sanción se termina en 2021. La sanción está vigente todo el tiempo y me pueden meter preso en cualquier momento. Es como la espada de Damocles de la historia griega.

Nancy: Conociendo que ahora en Cuba hay más represión, porque se conoce que se ha recrudecido durante estos últimos meses, después del acercamiento entre Cuba y EEUU, las personas pensaban que tal vez habría un cambio más o menos favorables. Cambios políticos no hay ninguno, más bien al contrario. Lo que le interesa al gobierno son los beneficios económicos, que tampoco son para ellos, para seguir sosteniendo el sistema dictatorial, y entonces el pueblo sigue sufriendo carencias y necesidades, pero la oposición se ha visto mucho más reprimida; las familias, las prisiones, el nivel de presos ha aumentado como nunca antes. Vemos que cada vez el gobierno aprieta más.

¿Por qué crees que ha pasado esto?

Nancy: Pienso que es una debilidad del régimen. Que cuando el gobierno se ve en peligro, que creen que están perdiendo espacio, se ponen más agresivos, reprimen más para mantener el control. La única manera de ellos de debilitar la oposición es atentando contra la familia, contra todos aquellos que de una manera u otra se declaren opositores al sistema..

Ya no solo reprimen a los opositores sino también a los estudiantes universitarios. Hemos visto que en varias oportunidades han expulsado a estudiantes de sus carreras por expresar ideas diferentes.

Jorge: La represión siempre a funcionado por olas. Lo característico, lo singular es que se ha mantenido en alto durante mucho tiempo, que eso no había ocurrido por lo menos desde que yo estoy en la lucha, de tanto tiempo la represión tan fuerte de manera sostenida.

El gobierno está obligado a mediano plazo a hacer aperturas económicas. Esto debilitaría su posicionamiento ideológico, y también del crecimiento de la represión ha aumentado la beligerancia de muchos de los grupos de la sociedad civil y de la oposición. Ha aumentado por los medios sociales, por el internet limitado, el aumento de las visitas…  Se combinan una serie de factores que han creado un temor a perder cuotas de poder y esa es la explicación que yo le doy al aumento inusitado de la represión. Nunca se había visto, yo no pensé que Raúl Castro fuera a tener hasta 16 presos políticos mujeres. En la actualidad, hay más de 100 presos políticos.

Nancy: Más los robos. A los que luchas se llevan alimentos, laptops, etc. Por ejemplo a  una abogado que tiene una organización que se llama Cubalex, organización de abogados independientes,  las fuerzas del Estado entraron a su casa  y desmantelaron esa organización. Le quitaron todo. Ellos daban ayuda legal gratis a persona y se llevaron todos los documentos y las computadoras. Todo el grupo se tuvo que exiliar. La amenazaron con confiscarle también la casa.

¿Cómo luchas contra eso?

Jorge:  La lucha es muy difícil. Hay mucha desventaja.

Nancy: Yo que soy más positiva, pienso que cuando la noche está más oscura es porque pronto viene el amanecer.

Jorge: Por eso digo que la solución la veo a largo plazo. Hay tantos problemas acumulados, tanta impunidad e indiferencia. El tema de ahora con Cuba es que no es parte prioritaria en ninguna agenda política, incluida la de EEUU.

¿Creen que con durante el gobierno del Presidente Trump van a haber cambios contundentes con Cuba?  

Trump dijo que va a revertir las políticas de Obama, que favoreció el acercamiento con las relaciones cubanas. Yo no creo que eso sea posible lo que él planteó. No creo que sea posible implementar una política regresiva, porque existe una corriente de opinión que va más allá que una cuestión de establishment, que no es de demócratas y republicanos….

Cuando uno estudia la política exterior norteamericana, al final, y sobre todo los republicanos, han impuesto el pragmatismo norteamericano. En primeras, Cuba ya no es un peligro como lo fue en el auge de la guerra fría. Cuba nunca ha sido una prioridad en la política exterior nortemaricana. Cuba ha sido un factor que ha tenido importancia para ganar las elecciones, sobre todo por el control que tienen los políticos cubanos en Florida. Un estado que tributa 25 votos electorales. Tradicionalmente, quien pierde ese estado, pierde las elecciones. El tema “Cuba” se ha centrado en ese objetivo, mucha retórica, pero no hacen nada o casi nada. Yo no creo que la política que quiere tomar Trump vaya a hacer mucho…. Dicen que Cuba está como está por el bloqueo, que es mentira. Eso es falso, es un sistema inviable, un sistema no productivo, un sistema ideologizado, que solamente le interesa la propaganda y mantenerse en el poder con el pueblo subyugado, eso es el comunismo, el chavismo. Yo dudo que a estas alturas Trump vaya a aplicar la Ley del embargo a rajatabla. Creo que políticamente eso es imposible.

Los problemas que interesan al mundo son: Medio Oriente, Corea del Norte, Venezuela, Latinoamérica, pero Cuba desafortunadamente se sigue viendo como un problema menor. Desafortunadamente esa es la visión que se tiene de Cuba. El mundo ve intereses, así funciona el mundo.  En Cuba eres un esclavo prácticamente. El Estado está convertido en un esclavista.

¿Hablen más del embargo y el control del gobierno?

El embargo afecta de cierta manera, se amplifica y se usa como coartada para esconder los fracasos del régimen. Igual todo se controla. Como persona nunca vas a tener condiciones para comprar una casa, a menos que el gobierno te la venda. Lo mismo pasaba con los hoteles. Hubo un tiempo en que en Cuba no se podía ir a los hoteles. Tú no podías como cubano disfrutar de un hotel. Nada más era para turistas. Cuando dieron esa apertura y los cubanos ya podían entrar en ese espacio, hubo/hay cubanos que tienen facilidades, los que están en la nomenclatura, los que hacen negocios y reciben dinero de afuera, pero había muchos que trabajando en la renta de turismo y en otras áreas y tenían su dinero escondido o sus dólares guardados, y entonces cuando iban al hotel tenían que registrarse, se tenían que chequear, y entonces muchos cayeron presos, muchísimos. El mismo gobierno sabe que con lo que ellos te pagan no puedes costear un hotel. No se puede justificar.

Es de lo más extraño ese sistema. Hay que vivirlo para entenderlo. El gobierno tolera de cierta manera el mercado negro porque es una vía de compensación y de chantaje…. Te vigilan y saben lo que compraste. Se ha convertido en un sistema diabólico y maquiavélico. Tienes que robar para poder sobrevivir o vivir de tus familiares que viven en el extranjero y envíen remesas. Muchas veces los que le roban al estado se convierten en rehenes, y tienen que hacer lo que les digan porque los chantajean. Te conviertes en un rehén del Estado porque violaste la Ley. Eso nos trae un deterioro social grandísimo.  Los que trabajan en las oficinas se llevan las hojas y las venden al que en la calle hace impresiones.  Las impresiones que hace el gobierno salen el triple de caro. Hay un caos controlado. Relativamente, pocos en Cuba tienen una conciencia ciudadana. La miseria no deja espacio para hacer otras cosas. La gente quiere libertad aunque no lo manifiesten, la gente quiere huir. Pero no pueden escapar del sistema, se quedan presos en esa espiral.

Nancy:  Cuando Jorge cayó preso, a mí me dijo el abogado ‘este juicio ya está hecho’. Jorge lo único que hizo fue escribir, entonces el abogado me dijo ‘yo voy a pedir para él la libertad’ y me pidió que consiga 10 firmas, pero la gente decía “te quiero firmar pero no puedo porque pierdo el trabajo y pierdo todo”. Solo conseguí una firma de una vecina viejita.  Por ejemplo, una madre me dijo que su hijo quería entrar en la universidad, y para eso tenían que ser revolucionarios porque si no lo eran, perdian posibilidades. Entonces sí la madre me daba su firma, su hijo perdía la oportunid de estudio.

A mí me dio una impotencia. Recorrí muchas casas y además la gente me conocía.  Me decía  a mis adentros «qué difícil es romper los miedos».  Cuando comenzaron a perseguirme, yo me reunía como con 40 mujeres que iban a mi casa, el gobierno decía que yo estaba incentivando a las mujeres en la lucha contra ellos. Me quedé como con siete mujeres. Y de las siete, una estaba en silla de ruedas y fueron a su casa a amenazarla y le dijeron que primeramente le iban a poner una multa de 1,500 pesos, porque estaba prestando su casa y su casa no estaba legalizada para hacer reuniones, y si ella las seguía haciendo la llevarían presa… La casa era de ella pero vivía con la madre. La madre cuando me veía se erizaba. Una vez dijeron que pondrían una guagua [un autobús] y que a todas las mujeres nos llevarían presas. Yo fui para la calle a esperar a las mujeres, y me las llevé a mi casa.

Es también un agotamiento físico y mental con tanta guerra psicológica, porque todos los días es algo. Te pueden visitar en la noche, a cualquier hora. Es incertidumbre constante, ansiedad, miedo.

Un día un hombre del gobierno me dijo «si vas mañana para Santa Rita… posiblemente te podremos echar hasta 20 años».  Me dijo eso frente a mi mamá y mi abuela. Me quedé mirándolo y le dije «no le voy a decir lo que voy a hacer. Ustedes hagan lo que tengan que hacer porque ese es su trabajo. Yo sé lo que tengo que hacer».  Cuando llegaba el domingo había en mi casa un clima tenso, porque yo sabía que salía [para la iglesía de Santa Rita] pero no si regresaría a casa. Esos son unos ejemplos. Es una guerra psicológica de desgaste. Estos son ejemplos del control que se vive en Cuba.

¿Finalmente, qué podría pasar cuando regresen?

Cuando regrese pueden pasar varias cosas: que me quiten el pasaporte y no me permitan viajar más; que me intercepten en el camino y digan que el chofer tiene una inspección; y lo que me ha pasado ya a mí, que voy al aeropuerto, y me dicen que tengo que pasar por la oficina de aduanas porque he sido seleccionada para pasar a la sala, según ellos al azar, para hacerme una revisión que puede durar horas, revisan todo lo que llevo y me preguntan de todo. Yo les digo «para qué me preguntan si ustedes ya lo saben».  Me han dejado viajar, pero cuando regrese ya sé que pueden pasar esos escenarios.

¿Crees que cambien de opinión,  y se queden, sobre todo teniendo a sus hijos aquí en EEUU?

Nancy: No

Jorge: Yo creo que no.

¿No creen que la lucha desde afuera puede ser más fuerte que la de adentro on tanta represión?

Nancy: Me parece que hacen falta un grupo dentro y fuera y ya afuera hay una representación. Pienso que si todos salimos, de una forma u otra, entonces ¿quién queda adentro? Tanta falta hace la lucha adentro como afuera y nosotros hemos decidido quedarnos dentro y unidos.

Jorge: Considero que es muy importante insistir en la articulación de un gran movimiento al interior de la Isla que empuje hacia un cambio. Aunque el precio es alto, dentro es dónde se decidirán las cosas y con esto no quiero menospreciar a los cubanos que viven en otras latitudes. Todo es importante es una lucha tan compleja y desgastante. No podemos predecir el futuro, pero no hemos cambiado la decisión de permanecer en nuestro país, pese a los riesgos.

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